El Eje Cafetero tiene todas las condiciones para aplicar el método de Territorios Inteligentes que está siendo materializado en diversos lugares del mundo, así lo indicó Ignacio Alcalde, arquitecto urbanista, vicepresidente de la Fundación Metrópoli, Centro Internacional de Innovación y Territorios con sede en Madrid, quien participó en el reciente simposio Pensar y sentir el paisaje, realizado en Armenia.

El experto español explicó que la propuesta es estudiar el territorio y definir una visión, una estrategia de conjunto, no por separado cada departamento. El propósito es permitirse soñar el territorio en un futuro próximo, a partir de sus fortalezas del paisaje, del café, con un respeto absoluto a los elementos de identidad, a los activos, potenciándolos para de esa manera convertirse en un territorio de referencia en el siglo XXI, en la era digital en la que estamos viviendo.

Afirmó que hay una idea fuerza, muchas veces las ciudades compiten con su vecino, eso es un gran error, una ciudad tiene que colaborar, complementarse y cooperar, el mundo actual es cooperación con sus vecinos y de esa manera, juntas las tres ciudades del Eje, serán más competitivas en el mundo global porque el verdadero rival no es el vecino, el verdadero rival está en el mundo global, aseguró Alcalde.

Anotó que otra de las claves es lo rural y lo urbano, se trata de integrarlos, que el desarrollo de la ciudad y del territorio en general vayan acompañados. Muchas veces las ciudades son fuertes para que el territorio pueda desarrollarse, entonces hay que planificar en conjunto, hay que trabajar la escala urbana y la rural de manera integrada, pensar en los paisajes urbanos a la vez que en los rurales y buscar proyectos de futuro que combinen ambas cosas, porque las dos son importantes.

Necesidades locales

En cuanto a la elaboración de los Planes de Ordenamiento Territorial, dijo que se deben tener en cuenta las necesidades locales, no las disposiciones emitidas desde Bogotá, deben hacerse desde la autonomía regional, con metodologías propias, innovadoras, abiertas, sin seguir los dictados de Bogotá que ordena lo mismo para todas las ciudades, el Eje Cafetero necesita metodologías específicas.

El arquitecto urbanista Ignacio Alcalde aconsejó hacer documentos que no sean aburridos, que no sean burocráticos, invitó a hacer documentos pactados entre la población, con los líderes sociales, que aprendan de los territorios que han avanzado en el mundo, que incorporen esa experiencia y que sean sencillos de entender, porque esa será la base para que la población los asuma y así la región va a ganar en progreso.

Un diamante en bruto

Destacó el potencial del Eje Cafetero, dijo que es como un diamante en bruto y señaló que la organización a su cargo ha trabajado un proyecto en el Caribe y los santanderes que se llamaba diamante y esa marca le gusta porque habla del territorio con un potencial enorme. El Eje Cafetero es un diamante en bruto que hay que pulir, pero además hay otra idea, si alguien tiene un diamante, si tiene esa suerte, no es suyo, será de sus herederos, de sus hijos, se lo dejará a las generaciones futuras, ese es el concepto de la sostenibilidad, preparar el territorio para pulirlo, sacarle brillo, para que sea un territorio para nuestros hijos, para las generaciones venideras.

Explicó que el diamante tiene unos vértices que son las ciudades, unas aristas que son las carreteras, las líneas de unión, los ejes de conexión entre las ciudades, y algo muy importante, las caras del diamante son el territorio, el paisaje, en este caso fíjese si es valioso el territorio cafetero, fíjese si brillan esas caras del diamante, ese es un proyecto de visión regional conjunta, mi consejo seria que se abordara con ambición, con pasión y con innovación.

Estudio de riesgo

Finalmente el especialista español en urbanismo recomendó ser muy serios y muy cautelosos en hacer unos estudios de riesgos que limiten claramente la construcción cerca a las vertientes hídricas, enfatizó que con eso no se juega, porque hay en riesgo vidas humanas, esto es un tema que los técnicos deben realizar, el mapa de riesgos, el estudio de riesgos y eso debe respetarse de manera escrupulosa, a partir de ahí sin invadir esas zonas, en el resto del territorio se pueden mover los urbanizadores para ubicar sus distintos usos, pero en esas zonas hay vidas humanas en juego, luego eso es serio, concluyó.