Son 37 personas: payasos y payasitos, malabaristas, contorsionistas, equilibristas, magos, trapecistas, en fin, un circo entero, que pasó de divertir a cientos de personas en Armenia en el mes de febrero, a sentir la tristeza de la pista vacía, lo mismo que las ollas en sus cocinas de sus casas rodantes.

Habían pedido 15 días de prórroga para estar en la ciudad, porque como dice el dicho, ellos también se ‘despiden más que circo pobre’. Y en esa prórroga, llegaron las primeras medidas: prohibición de espectáculos con más de 500 personas, luego se bajó a 200 y, después, vino el toque de queda, hasta que les avisaron que había un confinamiento obligatorio.

No pudieron salir de Armenia, cerraron su carpa en el lote al frente del estadio Centenario, y se resguardaron en sus coches rodantes, al amparo de los vecinos del lugar.

Presentamos el siguiente informe, en vídeo, sobre el Circo Star, que está varado en Armenia, con la tristeza de un barco anclado a la orilla del mar.
En video: