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Columnistas  |  06 abril de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Iván Restrepo R.

REPENSAR LAS COMUNICACIONES

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Iván Restrepo R.

Con la venia de todos ustedes queridos lectores, voy a hacer un alto en mi tema recurrente, el turismo, para hablar de algo que todos llama la atención, me refiero a las comunicaciones. Nunca, en esta corta existencia (jaja) me había topado con algo que opacase todo lo que en simultánea está sucediendo en Colombia y allende sus fronteras: el COVID19. Esta pandemia le ha servido a más de uno de los implicados en cuanta cosa turbia hay, para reorganizarse, redefinir estrategias al punto tal que por ahí está un exministro condenado, argumentando su propia defensa vía una de las redes sociales: Twitter.

Twitter se ha convertido en el medio de comunicación virtual más recurrente de políticos, artistas, deportistas, periodistas y vaya usted a saber; entiendo que hasta el Papa, pastor de la iglesia católica, cuando quiere dirigirse a su rebaño desparramado por el mundo entero, lanza sus mensajes Urbi et Orbi por esta red; y vaya que le captan los mensajes. No más vean en @pontifex_es; a esta hora y día de escribir esta columna: 17.576.801 seguidores.

Es impresionante el alcance de las redes sociales y en general todo lo que tiene que ver con la comunicación a través de los medios digitales. El mundo antes del 2000 –por poner una fecha- era estrictamente dominado por medios impresos ampliamente conocidos por todos: En Colombia: El Tiempo, El Espectador, La Republica, El Siglo, revista Cromos, Semana, Diners, Avianca y otras más; en el ámbito internacional: New York Times, Daily Journal, Le Fígaro, The Guardian, El País, Der Spiegel y la lista sigue; muchos medios, al no dimensionar lo que se les venía pierna arriba optaron por cerrar sus ediciones; otros, decidieron seguir con su edición impresa pero se aventuraron a ensayar el nuevo modelo digital y optaron por abandonar el impreso, descubrieron nuevas formas de comercialización y han tenido éxito.

Somos muchos los alineados con la generación Baby Boomers por lo tanto tenemos el privilegio de haber vivido todos y cada uno de los cambios; no dejaré de pregonar el amor que siento por los libros impresos: Acariciarlos, olerlos, rayarlos, etc., pero esto no quita que podamos disfrutar el poder leer y enterarnos del mundo y todo lo bueno que hay por ahí, a través de un PC, una tableta o un Smart Phone. Pueden más, las ganas de aprovechar la tecnología al máximo. Para los que ya pareciera que los libros huelen feo por aquello de retirarlos unos centímetros, me expreso, los de +40 con la fatídica presbicia, existe una excelente alternativa en los audiolibros. Así mismo, los podcasts sobre cuanto tema se nos ocurra, comentados y narrados por comunicadores independientes quienes más temprano unos y más tarde otros, se dieron cuenta que, a las generaciones de hoy, en su gran mayoría, poco les importa el medio en sí, son los individuos los que dominan, los que generan opinión, los que son seguidos por miles de lectores o escuchas. No más miremos lo que está pasando por estos días con los Danieles ex Semana. Muchos lectores celebramos que hayan dejado este medio y les piden inclusive que armen toldo aparte con otros de su mismo estilo periodístico.

Para el caso de la Radio y la TV sucede exactamente lo mismo. Hoy en día están de moda los programas en streaming, podcasts, videos en YOUTUBE, VIMEO, etc. Pareciera que el dueño de la audiencia es el periodista, el opinador, el influenciador, con excepción de algunos medios tradicionales, con una amplia experiencia de años, muy vigentes todavía, en sus versiones impresas y/o digitales, radio, TV etc. No puedo dejar de destacar el auge de algunos medios en nuestra región, cada uno de ustedes queridos lectores tiene sus preferidos, los lee, los escucha y los ve cuando quiere, ya no es como era antes: Matinée, Vespertina y Noche: 10.am, 6.pm y 9.pm respectivamente; la película la vemos cuando queremos, donde y cuando nos da la gana. El mundo es otro, y ni se diga los cambios que vamos a experimentar después de este enclaustramiento obligado por culpa del COVID19.

En mi opinión, lo que pasó con los medios también pasó con la política, ya no son los partidos, son las personas; veo el éxito de Claudia López en Bogotá y cómo sigue perpetuándose; por algo será.

Hasta la próxima, no olviden mis queridos lectores, quédense en su casa, solo salgan cuando su pico y cédula se los indique.

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