El sueño de crear un modelo asociativo con los colaboradores de Panaca para producir, transformar y comercializar productos del campo, contando con la infraestructura del parque fue puesto en marcha por las directivas del lugar turístico en Quimbaya.

A la inciativa se han sumado más de 200 colaboradores que harán parte del innovador e incluyente modelo en donde recibirán todo el soporte de formación en materia de asociatividad a través de los programas de Fundapanaca.

El Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria, PANACA, para enfrentar la crisis por el Covid-19, y en procura de seguir aportando al desarrollo económico de la región, pone en práctica la experiencia alcanzada durante 20 años, cuando le ha enseñado al mundo que sin campo no hay ciudad, convirtiéndose en un modelo de agroturismo sostenible.

En la nueva, incluyente e integradora propuesta de asociatividad, Panaca da la oportunidad a sus colaboradores de ser empresarios exitosos, con un proyecto que pretende una nueva vida basada en la permacultura, socialmente ejemplar y empresarialmente exitosa, donde la emancipación agroalimentaria motiva a la sociedad a emprender el camino al desarrollo y a la promoción de iniciativas colectivas para llegar a un modelo sostenible.

Como se sabe la permacultura se basa en varias ciencias y procura satisfacer las necesidades humanas sin destruir, contaminar o agotar los recursos naturales.

El presidente corporativo de PANACA, Jorge Ballen, afirmó que ahora PANACA motiva a la sociedad a emprender el camino a nuevos sistemas de desarrollo, respetando el medio ambiente e integrando oportunidades de producción, transformación y promoción de iniciativas colectivas de los socios para llegar a un modelo sostenible.

Agregó que “sus familias tendrán el privilegio de inocular en sus hijos el amor por el campo y formarlos desde pequeños en el amor por la naturaleza y en el conocimiento de la riqueza que tiene la ruralidad”.

Entre las actividades productivas se encuentran la horticultura y la fruticultura a mediano plazo con el cultivo de piña, lulo, mora, maracuyá, papaya, entre otros; la agronomía con la producción de maíz, frijol y arroz, la agroecología con sus aceites esenciales, aromáticas, medicinales y condimentos; la piscicultura, la agroindustria de mermeladas, pulpas, dulces, encurtidos y todas las transformaciones posibles para la conservación; manejo post cosecha, jardines comerciales de flores y follajes, invernaderos, artesanías, fábricas artesanales y talleres de producción de arepas y patacones, entre otros.

El territorio PANACA será el espacio para la puesta en escena del proyecto, donde también se pondrá a disposición de la cooperativa todo el soporte técnico, administrativo, contable, de calidad, de recursos humanos, comercial, de sistemas, de comunicaciones y todo lo necesario para acompañar a los colaboradores en este proceso.

Tanto el presidente de Panaca, como las personas vinculadas al parque, consideran que es el momento de reinventarse y aprovechar la crisis, porque sin ella hubiera sido imposible adquirir la magia de la creatividad, continuar trabajando en la pandemia y que cuando los visitantes regresen, puedan disfrutar de un parque pintura, con áreas desarrolladas por la cooperativa de sus colaboradores, con centenares de cultivos y lleno de colores para que todos puedan seguir enseñándole al mundo que sin campo no hay ciudad.