Por Néstor Jaime Ocampo

Es el único espacio simbólico, en la ciudad de Calarcá, en el cual se rinde homenaje al personaje histórico en honor de quien la ciudad y el municipio llevan su nombre: Calarcá. Palabra que no se repite en los mapas del mundo.

Sí, es el mismo que muchos conocen como “parque de los enamorados”, al suroeste de la ciudad, un poco más abajo de donde termina la Avenida Colón, después del cementerio, antes de llegar a la penitenciaría Peñas Blancas… ¿se ubican?

Aunque ahora, para ser precisos, no es un parque; es solo una simple glorieta de distribución vial, condición a la que se vio reducido después de varios recortes a su área inicial para dar paso a los carros que transitan por la variante sur.

Hay allí un busto en bronce del cacique Calarcá, o Karlaká como dicen que era su nombre original. Pero lo que casi nadie sabe es que otro busto, idéntico a ese, se encuentra en la Plazoleta Indoamérica de la Universidad Central de Quito, en Ecuador. ¿Cuál es la historia?

Hace alrededor de 50 años, cuando se construía este parque (el último que se construyó en Calarcá), la Sociedad de Mejoras Públicas del municipio, gestora y realizadora de la obra, se enteró de que en Bogotá un artista elaboraba un busto del cacique Calarcá para enviar a Quito en donde, simultáneamente, se terminaba de construir la Plaza Indoamérica con el objetivo de rendir homenaje a los indígenas que representan a las diferentes nacionalidades de América por haber liderado la resistencia ante la conquista europea. Enterada de esto la Sociedad de Mejoras Públicas buscó al artista y le encargó que, antes de destruir el molde, hiciera otro busto igual para rendir homenaje al cacique en el parque que aquí se estaba haciendo.

El terreno fue cedido por Maruja y José Monroy B. y entregado a Helí López Botero (Presidente de la SMP) y Antonio Bernal B (Secretario) en septiembre de 1967. Tenía entonces 1466,92 mts2. La cesión del terreno se formalizó en septiembre de 1967. El parque se empezó a construir entre esa fecha y septiembre de 1968 pues en la escritura de cesión se establecía un plazo no mayor a un año para hacerlo y que en el caso de que no fuera así la cesión revertiría a sus dueños originales.

Así como Caupolicán representa a los chilenos, Lempira a los hondureños, Sequoyah a los estadounidenses, Tupac Amaru a los peruanos, y así los demás países de América, Calarcá representa a la nacionalidad colombiana en el contexto de los pueblos de América. Algo que, con seguridad, tampoco sabe la mayoría de los calarqueños. Un motivo más para que ese parque sea considerado, y cuidado, como el parque insignia de la ciudad y el municipio. Hasta podría tener el estatus de monumento nacional en tanto también simboliza a la nacionalidad colombiana.

En Quito sucedió lo mismo que aquí. Lo que antes era una plaza de la ciudad ahora es solo una plazoleta, en predios de la Universidad Central, porque había que dar paso a una gran avenida.

Si alguien tiene información adicional relacionada con la historia del parque “El Cacique” y, ojalá, documentos y fotos viejas, le agradeceríamos hacernos llegar ese material… para superar el olvido.

NOTA: Algunas personas han manifestado su interés en saber cuáles son los personajes indígenas de cada uno de los 21 países de América representados en la Plazoleta Indoamérica. Son los siguientes:

Nicaragua (Nicaragua), Cuactemoc (México), Lempira (Honduras), Anacaona (Haití), Tecun-Uman (Guatemala), Atlacatl (El Salvador), Sequoyah (Estados Unidos), Rumiñahui (Ecuador), Caupolicán (Chile), Hatuey (Cuba), Garabito (Costa Rica), Calarcá (Colombia), Camarao (Brasil), Tupac Catari (Bolivia), Tehueche (Argentina), Guaycaypuro (Venezuela), Abayuba (Uruguay), Enriquillo (República Dominicana), Tupac Amaru (Perú), Lambaré (Paraguay), Urraca (Panamá).