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Deportes  |  17 julio de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

La B, una mina de oro para el Deportes Quindío

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Pie de foto: Hernando Ángel, mayor accionista del Deportes Quindío.

Por Gerardo Andrés Nossa

Derechos de televisión, giros de Dimayor, además de transferencias de jugadores son los rubros de mayor valor para el éxito financiero del equipo cafetero, hundido hace siete años en la segunda división del fútbol profesional colombiano, pero con ingresos cercanos a los $40.000 millones de pesos entre 2014 y 2018.

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Estar en la Primera B no ha sido impedimento para que el Deportes Quindío -la insignia más importante del departamento cafetero de Colombia- y su máximo dirigente, Hernando Ángel Montaño, sigan obteniendo ingresos millonarios que no se reflejan en los resultados deportivos del equipo.

Según informes de la Superintendencia de Sociedades, entre 2014 y 2018, el equipo de Armenia ingresó a sus arcas la no despreciable suma de $39.874 millones de pesos (unos 9,72 millones de euros al cambio actual), cifra significativa, comparada con las entradas de los demás equipos de la segunda división.

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El apogeo de los millones de dólares en el mundo del fútbol no ha sido ajeno al país. Desde que empezó a consolidarse el negocio de la televisión cerrada en Colombia, liderado en principio por las empresas Telmex y UNE, los equipos colombianos empezaron a percibir dineros nunca antes vistos y, año tras año, ha evolucionado en audiencia y dividendos para los más interesados, los dirigentes.

En Colombia, la repartición por los derechos de TV es algo así como una democracia perfecta, pero de acuerdo con lo informado por el presidente de un club tradicional que prefirió no revelar su nombre, esta es la acción más injusta que determinó hace años la asamblea de la Dimayor.

El dirigente explicó que existen 25 equipos categoría A y 11 categoría B, y el Deportes Quindío, por ser socio tradicional e histórico, es categoría A pese a estar en el torneo de ascenso. “Los 25 equipos categoría A, jueguen en la liga o el torneo de ascenso, reciben la misma cantidad de dinero, eso es algo como el 3,6 % para cada uno, mientras que los 11 categoría B se llevan el 0,77 %”.

En plata blanca es algo así como que los grandes, los que más invierten para buscar el éxito deportivo y que además marcan el rating televisivo: Nacional, América, Millonarios o Junior reciben el mismo dinero que un equipo como el Deportes Quindío, que cumple siete años en el torneo de ascenso sin inversiones significativas.

Sorprende, pero es la realidad. El fracaso deportivo aparece temporada tras temporada, pero los bolsillos de sus dirigentes se llenan más y más. De acuerdo con los últimos estados financieros, con corte al 31 de diciembre de 2018, el equipo presidido por el cuestionado Hernando Ángel Montaño añadió a sus ingresos totales, solo esa vigencia, $9.909 millones de pesos.

Esto indica que en los últimos cinco años reportados, Deportes Quindío tuvo ingresos promedio de casi $8.000 mil millones de pesos anuales, y estos llegan ganando o perdiendo, no importa. Quindío es un equipo categoría A así juegue en la B. Para hablar en términos económicos futbolísticos, la suma ronda los 12,2 millones de dólares, según la tasa de cambio de 2018.

Para ser exactos, por derechos de TV y auxilios, la Dimayor le giró al Quindío, un equipo de la B, $5.082 millones de pesos con corte al 31 de diciembre de 2018, según reposa en el último balance financiero de la institución, publicado por la Superintendencia de Sociedades. En total, entre 2014 y 2018, la suma asciende a $18.710 millones de pesos.

EL DINERO ESTÁ EN LAS TRANSFERENCIAS

Sin embargo, este no es el concepto por el que más dinero recibió el equipo milagroso en esos cinco años. Sus mayores ingresos se dieron por la venta y préstamo de derechos deportivos y federativos de jugadores, tanto a equipos colombianos como del exterior, para así consolidar $18.878 millones de pesos, siendo la transferencia del defensor Jaine Barreiro la más alta, con $5.285 millones al Atlas de México, en 2016.

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Para llegar a esta cifra, Ángel Montaño, un empresario que tiene buen ojo para los jugadores jóvenes y que siempre se ha movido bien en las altas esferas del fútbol, especialmente con la Federación y sus seleccionadores juveniles, negoció en 2014 la suma de $1.996 millones de pesos; en 2015, $2.361 millones; en 2016, $5.650; en 2017, $4.395; y en 2018, $ 4.476 millones, sin contar el dinero que entró por el mecanismo de solidaridad de la Fifa.

Así lo confirma el informe que recibió Supersociedades en los estados financieros de 2018, que señala: “los rubros más representativos para la empresa es el recibido por la Dimayor, ingreso que corresponde a la participación de los derechos de televisión, los reintegros por transporte, arbitraje y hotel cuando corresponde, y lo concerniente a excedentes aprobados por la asamblea; igualmente, la venta y préstamo de derechos federativos y deportivos continúa en su orden como generadores de mayor ingreso”.

Así las cosas, este negocio -legal por demás- ha sido fructífero para este dirigente que adquirió al club hace 20 años tras la crisis que ocasionó el terremoto que azotó al Eje Cafetero, pero, sin duda, son los últimos cinco, que aparecen reportados ante la Supersociedades, los mejores para sus finanzas por concepto de transferencias y derechos de televisión, pues en los demás ítems sus ganancias no son las mejores.

Pide de foto: Deportes Quindío, equipo de la B, 2019

NI HINCHADA NI PATROCINIO

Un ejemplo es el de las taquillas. Desde 2013, cuando el equipo descendió por segunda vez en su historia, la hinchada se ha alejado considerablemente, pero eso no parece importarle al máximo accionista, quien en repetidas ocasiones ha cerrado las tribunas para evitar los maltratos verbales que la afición le grita en medio de los partidos por su inconformidad con los resultados del equipo.

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Al respecto, el hincha de la barra Orgullo Cafetero, Daniel Cepeda Jiménez, consideró que “pese a que en el último año se ve más interés de parte de la dirigencia en actuar en temas comunicativos, de marketing, tema de abonos y se han cambiado cosas de manera positiva para la motivación y la interacción con los fanáticos, lo que más ha destacado es cero promoción y cero motivación para que las personas vayan al estadio”.

Esta es solo una de las muestras del porqué solo ingresaron $1.615 millones de pesos por el rubro de venta de boletas entre 2014 y 2018, distribuidos anualmente así: $622 millones (2014), $111 millones (2015), $559 millones (2016), $210 millones (2017) y $113 millones (2018). Esto equivale solo al 4 % del ingreso total en esos cinco años, cifra que indica el descontento de la afición con la gestión deportiva.

“Es triste estar en la B. En 2015 se cometió el pecado de continuar con un técnico como Miguel Augusto Prince en un proceso que se desgastó con las tres oportunidades perdidas en 2014. En 2016, creo que se hizo mucho con muy poco, bajo la dirección de José Eugenio ‘Cheché' Hernández, y los últimos tres años con Alberto Suárez ni hablar, los peores de la historia”, agregó el aficionado.

El 96 % restante de los ingresos del club de Armenia, entre 2014 y 2018, se divide, en su orden, en venta y préstamo de jugadores (47,3 %), derechos de televisión (47 %), y un insignificante 1,7 % por concepto de patrocinio, venta de artículos deportivos, pensiones de la escuela de formación y aportes de la Federación Colombiana de Fútbol.

PLANTILLA BARATA, RESULTADOS CERO

Ratifica el informe de la Superintendencia de Sociedades, recogido de los estados financieros oficiales del club, que el Deportes Quindío trabaja con nóminas deportivas baratas. Entre 2014 y 2018, los gastos de personal, hablando solo de jugadores y cuerpo técnico, solo ascendieron a 12.252 millones de pesos.

Haciendo un promedio sencillo, esto indica que la nómina cuesta unos 2.500 millones de pesos al año, lo que se traduce en que jugadores, técnico y sus ayudantes cobran, entre todos, menos de $210 millones al mes, una cifra muy por debajo de lo que realmente podría pagar el equipo cafetero teniendo en cuenta sus millonarios ingresos.

Para ser exactos, los gastos en nómina se presentaron así en los últimos cinco años. Tras el descenso en 2013, los dirigentes invirtieron $2.064 millones de pesos en 2014; $1.817 millones en 2015, $2.345 millones en 2016, $2.847 millones en 2017 y $3.183 millones en 2018. Un equipo barato con el que no se ha logrado el ascenso, aunque sí exitosos resultados financieros y empresariales.

Así lo creen parte de la hinchada y la prensa de la región. “Es un negocio redondo para el dueño que demuestra torneo a torneo su amaño en la B, las ganancias son elevadísimas para lo que se invierte. Hasta la fecha, el equipo ha sido mirado como producto comercial y no como deportivo, está diseñado solo para participar en un campeonato en el que el interés por volver a la A es nulo”, expresó el director de Los Dueños del Balón de RCN Armenia, Mauricio Echeverry Echeverry.

Las cifras del Deportes Quindío. / Transfer Markt

Finalmente, el informe que entregó el club en 2018 reveló que su patrimonio en esa fecha era de $4.988 millones278.000, un 5,75 % más que en 2017; sus activos llegaron a $8.816 millones 160.000; pero el reporte de utilidades solo arrojó $271 millones 302.000 en ganancias. No obstante, para Transfermarkt, el portal alemán especializado en información del fútbol, Deportes Quindío, en 2020, tiene un valor en el mercado de 5,60 millones de euros, unos $23.000 millones de pesos.

NO PREOCUPA LA ACCIÓN POPULAR

Ni siquiera el ‘pleito’ jurídico con la Alcaldía de Armenia le preocupa a la institución. En los últimos estados financieros se lee que: “la gerencia evaluó la capacidad que tiene la entidad para continuar en funcionamiento. Deportes Quindío S.A. es un negocio en marcha y no tiene la intención de liquidarse…la gerencia considera que a pesar de las circunstancias en relación con la acción popular no existen incertidumbres adicionales relativas a sucesos o condiciones que puedan aportar dudas importantes sobre la capacidad de la entidad de continuar como negocio en marcha”. Según su apartado de pasivos estimados y provisiones, el lío con el municipio de Armenia por el proceso de la acción popular es de $3.906 millones de pesos.

TOMADO DE EL ESPECTADOR.

 

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