Debido a varios problemas de salud que lo venían aquejando desde hace unos años y que se complicaron en los últimos dos meses, murió en la madrugada de este viernes en el hospital San Juan de Dios, en Armenia, el poeta y escritor colombiano Gustavo Rubio.

El maestro nació en la capital quindiana en 1952 y desde muy niño comenzó su encuentro con las letras, cuando se memorizaba textos del Antiguo Testamento, como parte de las tareas para la profesora de religión.

A los 17 años empezó a escribir  sus primeras obras y aunque en su casa eran escasos los libros, dentro de su alma ya había esa necesidad de refugiarse en el placer de la lectura y la creación poética, donde toda su vida sobresalió como un autor de vanguardia, a veces incomprendido, pero que con el paso de los años y el mucho trabajo fue ganándose un lugar importante entre, lectores críticos e intelectuales.

Su primer libro de poesía se publicó en el año1997, cuando tenía 43 años y se llamó Los Muros y la Rosa. Ese trabajo artístico Gustavo Rubio lo recordaba como algo arduo y con grandes dificultades para llevarlo a ser una realidad.

En el año 2003 publicó El amor, Esa Bestia un Tanto Sola. Dos años después sale la primera parte del libro Poemas del Cuarto y la segunda parte en el año 2007. En el 2008 el libro Te Das Cuenta que no hay nada que amar, aparece como su primer trabajo de cuentos. Ya para el año 2014 se da a conocer la que podría considerarse su última obra titulada El callejón de la Cigarra.

Igualmente de Gustavo Rubio aparecen publicados algunos de sus poemas en libros de antología y en compañía de otros autores nacionales.

El amigo: 
Introspectivo, tímido pero muy amable, así es como lo recuerdan sus más cercanos e íntimos amigos de letras y poesía, con quienes compartía obras e interminables tertulias que quedaban continuando y a los que les daba consejos para sus creaciones literarias y les corregía algunos de sus textos.

El poeta estuvo internado desde el pasado mes de junio en el hospital San Juan de Dios. Sus exequias se realizarán cumpliendo los estrictos protocolos de bioseguridad por causa de la pandemia. Por ahora sus seres queridos se encuentran a la espera de la entrega de los restos mortales.

Desde El Quindiano le extendemos un abrazo de solidaridad a sus familiares y amigos en estos momentos difíciles. Con la muerte de Gustavo Rubio pierde la poesía colombiana a uno de sus grandes baluartes en los últimos 30 años, pero queda su obra escrita que perdurará mucho tiempo.