Como quiera que el impacto psicosocial que afecta negativamente a las personas como resultado de la pandemia del Covid19, los profesionales de la salud mental han manifestado su interés por recomendar a las grandes, medianas y pequeñas empresas la aplicación de estrategias que ejerciten el cerebro, con el ánimo de enfrentar temores, miedos, estrés, inseguridad, agresividad y cambios bruscos en sus actitudes que inciden en la productividad y obviamente en la economía organizacional.

Las alarmas están prendidas por los cambios que ha traído la pandemia, pero de igual manera la situación se puede manejar despojados de temores y asumiendo roles permanentes dentro de las empresas que no pueden paralizar su productividad, según lo plantean los profesionales como la psicóloga Liliana Zambrano.

En este sentido, Liliana Zambrano, Máster en Programación Neurolingüística (PNL), y quien viene estudiando el comportamiento individual, familiar, empresarial y colectivo a propósito de las limitaciones y restricciones a las que nos hemos visto sometidos, llamó la atención para que las áreas de Recursos Humanos de todo tipo de empresas e industrias, comiencen a construir lo que ha denominado un “Programa Cerebral” que indudablemente contribuirá a mejorar la salud mental y obviamente, a tener un mejor estilo de vida en medio de las circunstancias; programa que integrará a trabajadores dentro del compromiso misional de cada una de las empresas.

Según la profesional, el cerebro humano se programa con todo lo que pensamos, hablamos y sentimos. Bajo este razonamiento es importante cuidar nuestra salud mental, y la serie de encadenamientos en pensamientos, sentimientos y acciones que hacemos a diario

La propuesta que plantea Liliana Zambrano es hacer un “programa cerebral” sostenido durante toda una semana, con la seguridad que “tendrá un impacto positivo en la vida del individuo o de los trabajadores, incluyendo a los ejecutivos que son los que lideran las diversas áreas de las empresas.

“El consciente humano es una variable que tiene un impacto en nuestra vida del 95%. Si le pidiera a una persona que con la mano derecha dibuje un cuadrado, con la mano izquierda un círculo, con la pierna derecha un triángulo y escriba el nombre con la izquierda; notará que máximo podrá hacer una o dos cosas. Nuestra mente consciente es la responsable de esto; es decir, conscientemente tiene un campo de acción nuestra mente consciente de un cinco por ciento; nuestra mente inconsciente tiene un campo de acción del 95 por ciento”, explica Liliana Zambrano.

Hay muchas cosas que no nos damos cuenta y que corresponden a esa variable que llamamos inconsciente como la respiración profunda y las emociones.

OPCIONES PARA HACER UN PROGRAMA CEREBRAL EMPRESARIAL

Para “programar el cerebro” la Dra. Liliana Zambrano dice que es importante conocer los tres lenguajes que definen el comportamiento mental, así: Visual, auditivo y Kinestésico.

“El visual se refiere necesariamente al campo del instrumento de los ojos, reciben información del exterior y lo procesan en el cerebro; en el lenguaje auditivo, el órgano receptor son los oídos, programa y recibe toda la información que hay del exterior a un área muy interesante que se llama corteza auditiva. Y el área kinestésica, es el área somata sensorial o de integración táctil, olfativa, gustativa y emocional.

Esto hace que estemos envueltos en una comunicación visual, auditiva y sensorial. También encontraremos tres personalidades bien diferentes que se complementan finalmente. Las personas visuales ocupan el 37% de la población, son personas que miran fijamente, son personas que se preocupan por su presentación, por el orden y la perfección, son personas que les gusta escribir y memorizar datos concretos y estéticos. Las personas visuales hablan de las palabras veo, observo.

La persona auditiva corresponde al 3% de la población, no usa necesariamente los ojos; para el procesamiento de información usa los oídos; son personas que miran probablemente con un ojo y más con el oído, hacen movimientos totalmente buscadores y orientadores a través de los oídos, no les gusta que los toquen, les gusta que les hablen en concreto verbos y la esencia de lo que les estén hablando; son personas con un coeficiente intelectual muy alto y les gusta que les hablen con practicidad, realismo y numérica.

Las personas Kinestésicas son el 60% de la población. Son personas hiperactivas, emocionales, les gusta estar rodeados de personas, les gusta moverse, interactuar, les gusta ser olfativos, gustativos, les gusta mostrar sus emociones y se relacionan intensamente a través de sus propias emociones y de las emociones con las personas con las que se comunica”, concluye la psicóloga su breve explicación sobre los tres lenguajes que definen el comportamiento mental.

La persona kinestésica es definitivamente una persona demasiado sensible y expresiva en ese contexto.

Ahora bien, la recomendación de la psicóloga Liliana Zambrano es que para “programar el cerebro” primero hay que identificar diariamente un canal. Es decir, lunes una actividad visual, martes una actividad auditiva, miércoles una actividad kinestésica y así hasta llegar al domingo. Esto es solamente un ejemplo.

El ancla visual se refiere a ver una película, ver fotos, un documental, hacer una video llamada, leer un buen libro, tomarse unos minutos para ver la naturaleza, los gestos, las composiciones que nos estén envolviendo; es decir la sonrisa de la persona con la que se esté en el momento, o la sonrisa de la persona con la que esté conversando a través de la video llamada. Eso se llama anclas visuales.

Auditivo, martes. “En este contexto hemos visto que si necesitan comunicar un mensaje para la vida propia o de las personas a las cuales ama o está liderando dentro de una empresa u organización, es más efectivo cambiar de representación o cambiar de lenguaje de representación porque el cerebro se cansa si usamos la misma forma de comunicarnos. Es decir, el martes se recomienda hacer acciones específicas auditivas, hacer una llamada es una actividad auditiva, jugar al karaoke, escuchar una música agradable que eleve el espíritu, hacer oración, eso se llama actividades auditivas”.

Miércoles, actividad kinestésica. “Está relacionada con piel, movimiento, olfato y gusto. Un excelente ejercicio por ejemplo, podría ser el baile: debe hacer estas actividades mínimo durante 15 minutos. Bailar con o sin pareja. Hacer ejercicio físico es una excelente actividad kinestésica. Preparar alimentos agradables, postres o sencillamente pasar un buen momento preparando los alimentos. Por supuesto masajes, besos, la sensualidad y la sexualidad cobran una gran importancia como gratificadores y como actividades todas juntas para elevar la serotonina, la adrenalina y sustancias que son maravillosas que protegen el sistema nervioso”, recomienda finalmente esta profesional de la psicología y líder en Programación Neurolingüística.

La conclusión general es que estas dinámicas de programar y ejercitar el cerebro, les dará tranquilidad y felicidad a las personas, pues contribuirá a mejorar el estilo y calidad de vida en estos momentos de temor, miedos e inseguridad.