Todos los seres humanos tenemos una historia personal y de vida. Pero no todos la contamos, y menos nos atrevemos a publicarla. Alonso Urrea, un caballero de paso fino, es un libro donde un hombre del Quindío cuenta su historia de vida. Y tuvo motivos sobresalientes para narrarla y publicarla. El primero de ellos, dejarle a sus hijos y nietos un relato real, de su propia voz, la historia de sus antepasados, pero muy especialmente la suya propia, la forma como construyó su patrimonio económico y, mucho más importante, su patrimonio moral.

El segundo motivo es dejar para la historia de la región un registro de los hechos donde fue protagonista y que tuvieron resonancia nacional e internacional. La creación de los canastos recolectores de café en material plástico, reemplazando los tradicionales canastos cafeteros de bejuco, es uno de esos hechos. El otro, la fundación, por parte de su padre Ernesto Urrea, del criadero de caballos donde se hizo el Caballo de Paso Fino Colombiano.

El periodista Miguel Ángel Rojas Arias fue invitado por el empresario Alonso Urrea Botero para que escuchara su historia de vida y después la pusiera en letras y narraciones en el contexto de una región con tantas vicisitudes como el Quindío. El escritor, fiel a la historia que le contaron, recrea una vida de 70 años, que perdurará para siempre en la historia del Quindío. Alonso Urrea, un caballero de paso fino es un libro escrito en un lenguaje sencillo, con una prosa periodística que se lee como una larga crónica publicada en 14 capítulos.

Una larga entrevista

Este libro es el producto de una larga entrevista realizada por el periodista Miguel Ángel Rojas Arias al empresario Alfonso Urrea Botero, pero también de las notas que juiciosamente hizo el protagonista del texto, en compañía de algunos de sus más cercanos familiares.

La entrevista se desarrolló en un periodo de dos meses, en sesiones de dos horas diarias, dos veces por semana. Al concluir la entrevista y cotejarla con las notas del protagonista, el escritor plantea los temas generales y los particulares y arma un bosquejo por capítulos, que pone a consideración del personaje principal de este libro.

Aprobado el bosquejo, el periodista realiza su trabajo de narrador, capítulo por capítulo, atendiendo no solo lo que ha contado el entrevistado y las notas aportadas, sino al contexto social, económico, político e histórico en que se desarrollan los hechos contados por el protagonista. Este libro, Alonso Urrea, un caballero de paso fino, se preparó en los últimos ocho meses antes de su publicación.

El autor, Miguel Ángel Rojas Arias, es un reconocido periodista de la región, con varios libros publicados, licenciado en Ciencias Sociales, con estudios de Historia, y perteneciente a la Academia de Historia del Quindío.

A mis 70 años

En una de las solapas del libro, el personaje de esta historia, Alonso Urrea Botero, sostiene:

“Llegar a los 70 años de edad es arribar a la cumbre de la vida. Doy gracias a Dios por permitirme cumplir esta edad en muy buenas condiciones mentales y físicas. Agradezco a mis padres Ernesto Urrea Herrera (q.e.p.d.) y Ofelia Botero Mejía (q.e.p.d.), por darme la vida, este regalo divino que he tratado de llevar con alegría, en busca de la felicidad, a pesar de los conflictos que nos trae el día a día de la supervivencia que nos propone el contexto social donde nos anclamos.

Este libro que he narrado y que hemos puesto en letras de molde con el periodista Miguel Ángel Rojas Arias, no es más que un testimonio de mi vida, y también de mi familia, de mis padres y mis hermanos, que dejo como un legado de experiencias en lo empresarial y en el comportamiento ciudadano. Como dice el adagio popular chino: “Si caes 7 veces, levántate 8”, así lo he hecho, y así queda plasmado en este texto.

Agradezco a mi esposa Gloria Elisa Cano y a mi hermana Martha Cecilia Urrea, por ayudarme a recordar episodios de nuestras vidas, para el relato final del libro. Y, por supuesto a todos mis hermanos, mis hijos y amigos que me han acompañado en este trasegar por la vida. Finalmente, un agradecimiento al periodista Miguel Ángel Rojas Arias por haber comprendido mis historias y haberlas plasmado con sencillez”.