Con la decisión de la Iglesia Católica de nombrar al actual párraco de la catedral de Armenia Carlos Arturo Quintero como administrador diocesano de la Diócesis de Armenia, esta unidad religiosa colombiano no tendrá obispo, por lo menos en un período de un año. Con el nombramiento de monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, último obispo de Armenia, como arzobispo de la Arquidiócesis de Barranquilla, el Colegio de Consultores de la Nunciatura en Colombia decidió encargar de la Diócesis del Quindío a su actual vicario general y párroco de la catedral de la Inmaculada Concepción Carlos Arturo Quintero.

El último administrador diocesano que tuvo Armenia fue monseñor Alberto Giraldo, quien se mantuvo en el cargo durante casi dos años, tras el traslado en el año 2012 del entonces obispo de Armenia monseñor Fabio Duque Jaramillo a la Diócesis de Garzón, Huila. Giraldo estuvo encargado hasta agosto de 2014, cuando fue nombrado Pablo Emiro Salas Anteliz.

Las funciones del administrador diocesano son parecidas a las de un obispo pero sin atribuciones como las de nombrar párrocos ni ordenar sacerdotes. Antes de su partida para Barranquilla, el anterior obispo Salas Anteliz había advertido que en Armenia se nombraría un administrador diocesano, mientras la Nunciatura en concordancia con el papa decide nombrar nuevo obispo, lo que no será en menos de un año.

El nombramiento del sacerdote y vicario general Carlos Arturo Quintero como administrador diocesano de la Diócesis de Armenia se conoció ayer, y se espera que su posesión sea en los próximos días.