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Columnistas  |  15 enero de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: Roberto Estefan-Chehab

SEÑOR ALCALDE

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Roberto Estefan-Chehab

Roberto Estefan Chehab

Los deberes ciudadanos hay que cumplirlos, la ley es dura pero es la ley; para salir avante, progresar y tener buena calidad de vida, si se vive en comunidad, se necesita del aporte y compromiso de todos. ¿Quién puede dudar eso? los impuestos hay que pagarlos con más gusto que molestia si se tiene conciencia de estar contribuyendo al adecuado cumplimiento de un plan de desarrollo debidamente soportado con una contabilidad inmaculada y unos indicadores de gestión que sean socializados en un lenguaje suficientemente claro de acuerdo a la educación y capacidad de comprensión de las gentes que "se meten la mano al bolsillo" haciendo, en la mayoría de las veces, un esfuerzo muy importante para cumplir. Muchos de los famosos "informes de gestión" son un lenguaje bien maquillado, o al menos elaborado para que lo entiendan unos cuantos, en una pantalla o un tablero virtual pero la verdad es que el pueblo, el que paga impuestos, el que espera se cumpla la palabra empeñada por el que, cuando era candidato y hoy es el gobernante, deba responder claramente, así lo haga. Más que un informe de gestión, lleno de tecnicismos, cifras y fotografías o videos, lo que realmente vale es poner al servicio de su pueblo las obras, la seguridad, el orden y la limpieza, la orientación, la garantía de cumplimiento de las normas de convivencia, la vigilancia en los servicios de salud y educación, la protección del ambiente; el cuidado de lo que ya existe para que no se vuelva añicos, lo que significa un detrimento patrimonial inmenso pues reconstruir es muchísimo más costoso que mantener y cuidar. La prevención siempre ha sido más adecuada e inteligente que buscar y administrar remedios, en lo que se hubiese podido cuidar para que no llegue a la agonía. En fin: lo que se habla en un informe debe serla traducción exacta de lo que se vive y no un eterno cuento que no es coherente con la realidad. Yo, pagué en su momento el impuesto de valorización pues es lógico que el progreso viene de la mano y el compromiso de todos. Y ¿dónde fue a parar la platica?

Alcalde: desafortunadamente Usted llegó en un momento difícil a ocupar su importante cargo; sin duda había esperanza, como la hay generalmente cuando algo nuevo comienza, pero al poco tiempo ya estaba en problemas que lo alejaron por un tiempo de sus funciones. La verdad, cuando regresó, yo que no lo conozco. O al menos no lo tengo presente, me alegré pues en nuestro país se comenten muchas injusticias y la gente habla mucho, casi nunca para construir sino para dañar, y por eso me alegré de que pareciera que Usted estaba sin mancha. En mi interior tenía dudas pues para nadie es secreto de donde viene parte importante de su apoyo político y por ende, quienes, al parecer, son sus jefes pero siempre se tiene la esperanza de que las personas buenas cuando resbalan tienden a aprender, reflexionar y si es el caso, corregir. Claro, también se sabe pues es "vox populi" del poder y el temor que van de la mano cuando alguien se deja ilusionar, manipular y comprometer por ambientes y personas que no deberían ser. Yo he visto declaraciones suyas en las que deja entrever su deseo de mejorar las cosas en Armenia pero ¿qué es lo que no se lo permite? pues comprometerse con nosotros como su pueblo implica que Usted sabía a lo que se enfrentaba y suponemos que debe sentir y saber que Usted es una esperanza; la cabeza, el que manda: la verdad, es obvio que Armenia está muy deteriorada, comenzando por la atmósfera moral y, mientras no comience por sacudirse de eso, nada bueno puede esperarse. ¿Qué se puede esperar si el piloto, aunque desee llevar a buen puerto su nave, parece estar secuestrado? Hay muchas personas al servicio de su administración que , al parecer, ven y callan pues sienten la impotencia y el miedo de ser castigadas por el "régimen" si rompen su silencio y sufren y sienten pena y tristeza pero lo más grave, impotencia ¿Será que Usted siente lo mismo? Alcalde: Dios es el único jefe. Despierte y repase la historia de los últimos años y verá: contéstese a Usted mismo, en silencio. Armenia lo necesita con una buena y amorosa gestión. Cerca hay ejemplos de personajes muy importantes que parece que, al fin, se están sacudiendo. Usted es el capitán y puede.

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