Por Rodrigo Vallejo Sánchez

Con bombos y platillos ha sido anunciada la vacuna contra el COVID, ahora el debate se ha centrado en si aplicársela o no, pues por el tema que sigue siendo experimental no se conocen los efectos colaterales de la misma y en este sentido muchos no quieren ser conejillos de indias para los grandes laboratorios del mundo, por mi parte me vacunare es un acto de responsabilidad para con los demás.

A lo largo de la historia han sucedido muchas pandemias, dos guerras mundiales, crisis económica, desastres naturales, y la humanidad como si nada, pocos son los cambio que se han dado en la búsqueda de un mejor vivir para todos, donde se erradiquen flagelos como la pobreza, se mejoren las condiciones de miles de hombre y mujeres que han sido testigos de los acontecimientos ya mencionados pero que hoy la historia no les ha cambiado.

Deben las farmacéuticas trabajar por una vacuna contra la indiferencia, que nos preocupemos más por el otro, en el entendido que lo ayudaremos a salir de sus dificultades,    Contra los malos hijos, aquellos que solo ven en sus padres la posibilidad de obtener un crédito avalado por la pensión que tanto esfuerzo le causo, esos malos hijos que hoy no tienen tiempo para esos padres que los cuidaron con mucho esfuerzo, les dieron todo su amor y cariño.   

Los laboratorios deberán emprender todo un trabajo para logar una vacuna contra la corrupción, para que    como  dijo el papa si alguna persona “  le gusta la vida superflua, los lujos, el dinero a montón, no hagan política , ni ingresen al seminario”, por el rescate de instituciones una vacuna para aquellos que dentro de sus propósitos de vida esta el tratar de enriquecerse aprovechando el cuarto de hora que les da una posición política o un cargo público, una vacuna que los aleje de toda tentación y ante todo los conserve  humildes y dispuestos  al servicio público.  

Una vacuna para los dueños de los medios de comunicación y para todo aquel que ejerza la profesión tan noble como es el periodismo para que esta le permita ser objetivo, ecuánime y con responsabilidad social. Que la pauta oficial ni los cargos ofrecidos o pedidos para familiares y amigos no le resten su deber de informar de generar opinión y ante todo de educar a los usuarios de la información.     

Una vacuna para profesores, contadores públicos, abogados, ingenieros, médicos etc., para todos aquellos profesionales que han tenido la oportunidad de pasar por una universidad y que hoy ostentan  cargos públicos o privados para que ejerzan con pulcritud,   rectitud y ética profesional, porque surge una pregunta ¿ donde habrán estudiado, en que Universidad,   tanto corrupto que hay por ahí suelto?.  

Una vacuna contra  el egoísmo, la envidia, la intolerancia, la violencia, la ambición desmedida, la capacidad  destructora  y voraz contra los recursos naturales, una vacuna que cure la mentira y de las promesas falsas de los politiqueros de oficio.  

Según la biblioteca nacional de medicina de los EE UU hay cerca de 320 mil tipos de virus capaces de infectar mamíferos, solo 219 propician enfermedades en seres humanos, queda claro que   hay que buscar vacunas para la raza humana que  pareciera tener un solo objetivo autodestruirse.

Que bueno una vacuna que nos llene de fraternidad, de solidaridad, de compasión ante el dolor ajeno, de criterio, de mucho carácter,   que definitivamente nos fortalezca y nos guie por senderos de paz, de dialogo, armonía y completa disposición para con los demás, mejor dicho que nos vuelva mejores seres humanos para así respetar la naturaleza. Mejor dicho lo que deberían emprender los científicos es un trabajo con el ADN y buscar así mejores personas para un mundo que así lo reclama.