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Columnistas  |  27 enero de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: FABIO OLMEDO PALACIO

¿REVOCAR A JOSE MANUEL RIOS?

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FABIO OLMEDO PALACIO

Por Fabio Olmedo Palacio

En los últimos 20 años, el Departamento del Quindío y la ciudad de Armenia, han tenido una triste historia de mandatarios destituidos, inhabilitados, investigados, encarcelados y algunos hasta huyendo de la justicia. Se tiene el coctel perfecto, para que nuestra ciudad y la región se hundan en la más profunda recesión económica y moral.

El artículo 40 de nuestra constitución dice: “todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para ser efectivo este derecho puede: revocar el mandato de sus elegidos en los casos y en la forma que establece la ley”. “La revocatoria del mandato, es un mecanismo de participación ciudadana mediante el cual los ciudadanos pueden dar por terminado el mandato del alcalde o gobernador, por no cumplir a cabalidad su plan de desarrollo o por insatisfacción en general”.

Dentro de esta dinámica, un grupo de ciudadanos que se manifiestan preocupados, han inscrito un movimiento para revocar el mandato del actual alcalde José Manuel Ríos. Como todos conocen, en las elecciones anteriores para elegir alcalde de la ciudad de Armenia, acompañé a un excelente profesional como es el Dr. Luis Fernando Jaramillo Arias, convencido que reúne los requisitos de independencia, honestidad y la capacidad que se requería para darle un nuevo rumbo a la Capital quindiana. Fui autorizado por el Dr. Jaramillo Arias, para realizar una serie de acercamientos con algunos de los candidatos, buscando encontrar un mecanismo que nos permitiera escoger a uno solo, que representara no a un partido o movimiento, sino más bien a todos los armenios raizales o por adopción, sin distingo de credo, estrato social, raza o ideología. Esta tarea la cumplí al pie de la letra y la respuesta de todos los candidatos fue negativa, esgrimiendo diferentes argumentos, que iban desde intereses personales, egos y hasta consideraciones ideológicas. Con sorpresa, hoy encuentro que algunas de las personas que inscribieron este movimiento revocatorio o lo promueven activamente, fueron las mismas que perdieron en la pasada contienda electoral, con claros intereses políticos.

El alcalde José Manuel Ríos ganó democráticamente las elecciones, luego por unas denuncias acerca de su gestión, fue suspendido por tres meses y posteriormente el mismo organismo de control, lo devolvió a su cargo. Desafortunadamente, en su ausencia, Armenia tuvo tres alcaldes encargados, que no tenían nada que ver con el programa de gobierno del alcalde suspendido, y esto se reflejó en la inacción absoluta de sus cortos periodos. Llevamos un año luchando como el resto del planeta, contra una epidemia que no da tregua y que ha obligado a redefinir presupuestos, prioridades, metas y por supuesto el plan de desarrollo de los gobernantes, colocando a prueba el liderazgo de los mandatarios y la capacidad de resiliencia y disciplina de los gobernados. Los invito a que en esta hora aciaga en la que nos encontramos, apoyemos a nuestros mandatarios, a los que generan empleo, a los empresarios, a los emprendedores, al comercio, a la industria turística, al sueño de muchos padres que con esfuerzo han educado a sus hijos y al de los jóvenes que quieren hacer historia en la región, pero que con este panorama están abandonando la tierra que los vio nacer. Hoy por el bien de la ciudad debemos rodear al alcalde, acompañarlo en su gestión, y más bien servir de veedores para lograr con éxito el cumplimiento de sus objetivos, que redunden en una mejor calidad de vida para todos los Armenios. Si no actuamos en consecuencia, nos queda claro que no hay un movimiento ciudadano honestamente reflexionando sobre la ciudad, más bien, sería un grupo de ciudadanos pensando no en las próximas generaciones, sino en las siguientes elecciones. Vale la pena recordar que esta semana, Armenia y la región cumplen 22 años del devastador terremoto, que gracias a Dios y de la mano del Presidente Pastrana, que removió todas las estructuras sociales, políticas, y económicas del país y del mundo, proyectamos la Armenia y el Quindío del futuro.

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