Por Juan Carlos Vásquez Sora

El lunes 15 de febrero el DANE publicó las cifras de crecimiento del Producto Interno Bruto para Colombia y estimó que se contrajo -6.8%, la peor caída desde 1975, año en el que iniciaron los cálculos y registros del PIB. La segunda contracción más grande que ha sufrido el país fue en el año 1999, cuando se contrajo -4.5% y acarreó una crisis económica sin precedentes, con afectaciones principalmente en el empleo que tardaron años en recuperarse. Otro gran perjudicado fue el consumo de los hogares, que se contrajo -5.8% en 2020. En el año 1999 la contracción del consumo de los hogares fue de -3.2%.

Los sectores económicos que presentaron las mayores contracciones fueron construcción (-27.7%), comercio, restaurantes, hoteles (-15.1%) y el sector de industrias manufactureras (-7.7%).

El Observatorio Económico y Social de Armenia hizo el cálculo de la caída del PIB para las ciudades de la RAP eje cafetero y Tolima. Utilizando la pérdida de masa salarial como proxy del componente básico del PIB, estimó que la ciudad de Armenia para el año 2020 contraerá su PIB en -5.9%, la capital del Tolima Ibagué contraería su PIB en -5.6%, la ciudad de Pereira -5.2% y Manizales -3.5%.

En promedio, la ciudad milagro perdió 25,693 puestos de trabajo en 2020 frente a 2019, el 19.45% de su fuerza laboral. Ibagué perdió 50,789 puestos de trabajo, el 20.71% de su fuerza laboral. La ciudad de Pereira perdió 58,096 puestos de trabajo, equivalente el 18.70% de sus ocupados. Finalmente, la ciudad de Manizales perdió 22,473 puestos de trabajo, el 11.92% de sus ocupados.

La caída en el valor agregado en conjunto con la caída en los puestos de trabajo vislumbra un año 2021 muy complicado desde el punto de vista económico. Y la ciudad de Armenia lleva la peor parte. La pobreza monetaria en 2019 era la más alta para el eje cafetero: 34% de la población de Armenia vivía en pobreza, frente a un 37% de clase media. La población en vulnerabilidad acumulaba el 26%. Con las difíciles condiciones del año 2020, una caída en el PIB aproximada de -5.9% y la pérdida de 25 mil puestos de trabajo, muy seguramente veremos que la población en condiciones de pobreza superará a la clase media en el año 2020. Bajo este panorama urge una política pública de desarrollo económico que sea inclusiva y permita la reconversión de las actividades económicas a mayor valor agregado, que permita una estructura productiva más resistente a los choques económicos severos, que sin lugar a dudas serán más frecuentes en los años por venir.