Próximo a cumplir 85 años, murió el historiador Hugo Galvis Valenzuela, miembro de la Academia de Historia del Quindío, y de acuerdo con información publicada por esta entidad. En su block oficial, la Academia publicó la siguiente nota sobre su integrante, muerto ayer 23 de febrero.

“Recientemente la Academia de Historia del Quindío le había concedido la distinción de Académico Honorario al ilustre amigo de Quimbaya, don Jorge Hugo Galvis Valenzuela, en reconocimiento a una carrera de servicio al Quindío, a su patria chica y a las entidades en las que colaboró, tales como nuestra corporación y el Club de Leones. Por su arraigado y sentido ciudadano, en 1991 se hizo merecedor de la medalla al Mérito Cívico concedida por la Sociedad de Amigos de Quimbaya - SADEQUI, distinción que refrendaba esa desinteresada entrega al servicio de la comunidad.

Incursionó en la historia local cuando en 1982 le entregaba a su pueblo su primera monografía denominada «Quimbaya: la tribu, la fundación, la ciudad». Más adelante, y en atención de develar el origen de los Quimbaya nos sorprende con su obra «La ruta de nuestros ancestros», la que le mereció ser acreditado como nuestro Académico de Número en abril de 2009.

En su vida activa como historiador nos entregó un ensayo sobre las particularidades del proceso administrativo que puso en funcionamiento al departamento del Quindío en el año de 1966; finalmente, y en la línea de la recuperación de la tradición local, se enfrasca en una búsqueda que lo lleva a editar su tercer libro: «La memoria que perdimos - Quimbaya 1922 -1952», en la que describe las calles y carreras del municipio hacia los años 50, la ubicación de las viviendas y sus ocupantes, la actividad comercial e institucional y el nombre de las vías, denominación heredada desde su fundación.

Fue Hugo un ejemplo de aquellas personas que sienten un intenso orgullo por su origen y procedencia, un ejemplo de servicio por las causas ciudadanas y cívicas, tan escasas hoy día, y un gran amigo que nos hacía sentir que las pequeñas causas son también grandes en la medida que produzcan sonrisas. Siempre tendremos presente sus intervenciones en el seno de la Academia y sus grandes aportes a la recuperación y preservación de la historia local.

Queremos expresarle a doña María Russby, su esposa, y a su familia un abrazo de solidaridad y afecto y un sentido adiós al amigo y compañero”.

Reseña de su trayectoria[1]:

También la Academia publicó la trayectoria del ilustre hijo de Quimbaya

“Jorge Hugo Galvis Valenzuela nació en Quimbaya (Quindío) el 14 de octubre de 1936, hijo de Tulio y Josefina, segundo de una numerosa familia. Su infancia y su estudió, hasta quinto de primaria, los desarrolló en su pueblo natal terminando en 1948, Es por lo tanto un verdadero autodidacta que a base de recorrer el país vino a recalar a Armenia en 1964 como Secretario de la Auditoría ante la Administración de Impuestos Nacionales, nombramiento de la Contraloría General de la República, en donde permaneció por 30 años hasta su jubilación en 1994.

Hizo una carrera sorprendente en Auditoría General, realizó cursos contables en el Sena, numerosos seminarios, entre ellos tres internacionales en el Instituto Latinoamericano de Ciencias Fiscalizadora y ILACIE, en la escuela de capacitación de la misma Contraloría de Bogotá, terminando como director regional del Quindío de la misma escuela.

Por su afición al fútbol, asistió a los campeonatos mundiales México (1970), Alemania (1974), Argentina (1978), España (1982), Estados Unidos (1994) y Francia (1998). También realizó un seminario sobre televisión y fotografía en la Universidad del Quindío, además de foros y seminarios de periodismo que lo llevaron a que en octubre de 1981 el Ministerio de Educación Nacional expidiera la resolución número 16770 que lo acredita como periodista profesional y le entrega su tarjeta respectiva, lo que lo motivó, con las directivas nacionales, a crear y fundar la sede en el Quindío del Colegio Nacional de Periodistas. Esta profesión la ejerció poco en razón a sus múltiples actividades de servicio a la comunidad.

Después de diez años de investigaciones, publica su primer libro «La tribu, la Fundación, la Ciudad» obra dedicada a la civilización Quimbaya, a la fundación de su pueblo natal y a la ciudad, publicado por Editorial Quingráficas (1982) con un tiraje de 1.000 ejemplares. Su segunda, sobre la civilización Quimbaya, requirió de siete años de investigación en museos, bibliotecas y zonas arqueológicas para lograr una extensa recopilación sobre una de las más importantes civilizaciones precolombinas.

Con su domadora, María Russby Duque Calle, ingresó al Club de Leones de Quimbaya en 1982. En 1989 fungen como gobernadores del Distrito F - 5 y Leones de Colombia para Antioquia, Chocó, Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y Huila, tomando posesión de sus cargos en Miami en julio de 1989. En noviembre de 1991 recibe de la Sociedad de Amigos de Quimbaya (SADEQUI) la medalla al mérito cívico, única en su género dentro de los galardones de las entidades cívicas por su contribución al desarrollo físico e intelectual de Quimbaya.

En 2009 ingresa a la Academia de Historia del Quindío por su investigación sobre el origen de la cultura Quimbaya con su obra «La ruta de nuestros ancestros», la que le mereció ser acreditado como Académico de Número. Posteriormente, es designado Académico Honorario que es la distinción más alta que la Corporación otorga a personas, que a juicio de la entidad, se hayan destacado de forma sobresaliente por el estudio de la historia y contribuido con sus realizaciones a la preservación de la memoria y del patrimonio histórico, cultural y artístico.

[1] Adaptada de la reseña publicada en La ruta de nuestros ancestros los Quimbayas (2008).