Monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez, obispo de la Diócesis de Armenia insta a la comunidad regional a pensar que aunque la vacunación es voluntaria, todos tenemos el deber de cuidar la propia salud y la de los hermanos, es decir, prima el bien común, pues la emergencia sanitaria implica reconocer que 'todos los seres humanos estamos en riesgo de contagio, o ser agentes de propagación del virus".

Dice el prelado que es necesario tener en cuenta la incontenible difusión y letalidad del virus causante del Covid-19, el alto grado de afectación y repercusiones negativas que la pandemia ha generado en todos los órdenes de la sociedad, especialmente en los sectores más vulnerables.

Afirmó que el desarrollo y aprobación de una variedad de vacunas que permiten detener y prevenir la expansión del virus, son circunstancias que imponen más que nunca un sentido de responsabilidad con el bien común'.

Advierte que “el recurso a la vacunación es altamente recomendable” y que la comunidad científica ha garantizado la seguridad y eficacia frente a la vacuna; de hecho, en muchos países ya han ido avanzando masivamente en la vacunación de sus conciudadanos, con un exigente monitoreo, que comporta estar en actitud de alerta por si se presentan efectos secundarios, después de recibir la vacuna, de ahí que se deba permanecer en observación de 15 a 30 minutos.

Agrega que los ensayos clínicos han sido exitosos, en los diferentes países, en donde distintas farmacéuticas y universidades están analizando el virus y su mecanismo de propagación, por lo tanto, pidió estar tranquilos y entender que en estos procesos y procedimientos científicos hay protocolos, rigurosos estándares y que no se está obrando con negligencia como muchos creen.

Monseñor Carlos Arturo Quintero pidió a los habitantes de la región que si le preguntan: vacunarse ¿Para qué? usted, antes de responder, pregunte, investigue, infórmese y no se quede con algunas publicaciones de redes sociales que no tienen fundamentos ni argumentos científicos.