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Cultura  |  08 abril de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Malena Díaz y su boliche

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Pero la poesía y el tango pueden sucumbir de impotencia si no tienen quién les ponga el aliento vital: los cantores.

Por Libaniel Marulanda

Cacho Castaña, un cantante y pianista del año 42, a quien lo mató el pucho en 2019, que en buena hora puso su talento a órdenes del tango, y compuso, interpretó y le dio otro vivificante empujón al tango de hoy, lo definió así en una composición (La gata Varela) que le dedicó a Adriana Varela :

“Los que cantan a los gritos
seguirán siendo aprendices
porque el tango no se canta
porque al tango se lo dice”

No es fortuita la circunstancia de que más de un siglo después, el tango siga ahí, campante, adherido a la piel de un mundo que merced al arte y la música siente y necesita sentir con dolor e intensidad, con gozo y desazón, el curso de la historia en un día a día cada hora más absurdo, como los ciclos del Covid 19, por ejemplo.

La poesía siempre ha necesitado y tenido a la mano el vehículo propicio para sacudir certero el corazón del ser humano. Y el tango sigue ahí, también como herramienta contundente para el propósito poético, los encuentros y desencuentros, dolores y esquivas alegrías.

Pero la poesía y el tango pueden sucumbir de impotencia si no tienen quién les ponga el aliento vital: los cantores.

Y hay cantores y cantores: unos, para quienes el tango no trasciende la simple entonación de unas pelotitas escritas sobre un pentagrama, que indican altura tonal y duración; que a lo mejor incitan a alardear con la potencia vocal para descrestar audiencias. Y desde luego, estos cantores suelen capturar oyentes a quienes les importa un carajo lo que se dice. Tal como lo rezan los versos de Cacho Castaña.

Pero, frente a lo anterior, existen por fortuna los cantores que dicen el tango. Y esos son los cantores de quienes se valen tango y poesía para oficiar el ritual de sacudir y emocionar una audiencia.

Y Malena Díaz está diciendo el tango como ninguna. Y como en el clásico cantar de Homero Manzi y Lucio Demare: “… y en cada verso pone su corazón”.

¿Es una actriz que canta con el alma… o una cantante que actúa con el corazón?

Malena es la suma de dos talentos. Cada uno puesto en función del otro, como debe ser la interpretación de un género que desde sus primeros balbuceos, al final del siglo diecinueve, se autoimpuso tres tareas: No ser folclor. No ser academicista. No ser estático.

Una frase, oportuna, contundente, dicha por la cantora María Graña lo definió así: “El tango es como una ópera que dura tres minutos”.

Malena Díaz, una bella muchacha veinteañera, caleña de nacimiento y afincada en Armenia desde los ocho años, con una mediana aunque cualificada experiencia teatral que comenzó con el Grupo de Teatro Casa Grande de la Universidad del Quindío, y de ñapa graduada en pedagogía Infantil la semana pasada, ha empezado a transitar el secular camino de la canción de Buenos Aires de idéntica manera como se estudia un expediente: a partir del folio de encima.

Y cuando se emprende un aprendizaje de adelante hacia atrás, como lo están haciendo los jóvenes que abordan el conocimiento del tango en Colombia, resulta tan rápido como racional y eficaz. Y al indagar el porqué del éxito del procedimiento llegamos a un solo e inequívoco descubrimiento: Las canciones, la música popular, el tango, para quien traspone la puerta de acceso, están desprovistos de remembranzas, nostalgias, remoción de viejos dolores y todo el cúmulo de recuerdos que se almacenan en lo que con un neologismo hemos bautizado como sentimentario.

La juventud en el tango no tiene prejuicios raciales, está a kilómetros del machismo, el patetismo y el drama de sangre y puñalada. Y, por el contrario, comienza a mirar con asombro el cancionero inmenso de poetas como Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo, Horacio Ferrer, Cátulo Castillo, Cacho Castaña; entiende la importancia de Alfredo Lepera y Gardel… ¡y descubre a Goyeneche!

De otro lado no es casual que desde 2018 exista un movimiento musical tanguero fundado por mujeres argentinas – ojo vivo poetas quindianas - bautizado como Tango Hembra, cuyo horizonte y razón es desterrar al machismo del tango.

Así como los bandoneonistas asumen como tareas primarias – a la manera nuestra de escribir las planas con Anita lava la tina –tangos de Piazzolla o de Pichuco, nuestros jóvenes cantantes hacen su Kínder con la poética actual del dos por cuatro.

El repertorio de Malena Díaz, apenas comienza a ser provisto de temas de antología. Y en ese repertorio han comenzado a brillar los temas de la poeta Eladia Blásquez, de Cacho Castaña, de Homero Manzi y de Cátulo Castillo. Ya lo decíamos atrás, cantar tango es algo más que cantar: entraña el compromiso estético de ponerlo en escena. Y en esa batalla que demanda talento por encima de todo va quedando un reguero de cantantes que caen fulminados ante el reto de superar la rigidez escénica.

Una pieza teatral, de un género vecino del café-concierto, por efectos de la pandemia que nos fue sumando días a los días, y amenaza cada minuto con alcanzarnos, al cabo de unos meses fue cambiando de piel, se transformó en cuento, y el cuento en obra de teatro, pero como la peste seguía impávida, ahí, de nuevo lo que pretendía ser teatro dio otra voltereta y terminó por coquetearle a lo audiovisual y ahora es una película que le hace coquitos al largo metraje, con sus cincuenta y dos minutos.

Y esa obra comenzó y se hizo realidad con un título que, al final, engendró la realización paralela de un espectáculo de tango. Se llama El Boliche de Malena.

Tanto en la película, que ya está a disposición del público, como en el evento tanguero, El Boliche de Malena, nuestra cantante es la protagonista, con el respaldo de Los Muchachos de Antes. La producción audiovisual será estrenada de manera oficial dentro del Festival Cine en las montañas – de  Salento- durante el mes de junio.                              

                                                                                                                    Hernán Jairez, Malena Díaz y Libaniel Marulanda

Y aquello que hemos calificado como una travesía bohemia por la poética del tango, con todos los fierros de la bioseguridad y cupo limitado, será presentado el próximo viernes 9 de abril, a las siete de la noche, de este segundo año de la peste, en la Casa Museo Musical del Quindío, cerca al Parque Uribe de Armenia.

Calarcá, abril 6 de 2021

[email protected]

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