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Cultura  |  27 mayo de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

La escultura La Silla de la Paz, del quindiano Duván López se inaugura en Luxemburgo

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Este viernes 28 de mayo, el quindiano Duván López se reunirá con destacados activistas por la paz de todo el mundo en la Universidad de Luxemburgo, en el marco de la novena ceremonia anual de entrega del Premio de la Paz, para inaugurar una escultura de La Silla de la Paz, en este escenario que aboga por una filosofía de práctica que incorpore enfoques basados en las artes, la paz y la ciudadanía global.

Desde 2017, la Fundación para la Paz de Schengen entrega a los galardonados una silla de tres patas, la estatuilla creada por el artista quindiano para quien tener ahora una nueva escultura en la plaza pública, permitirá generar pensamientos y nuevas preguntas a un problema que no se puede focalizar en Colombia porque es universal: la violencia.

En la lista para recibir el premio están Scilla Elworthy, nominada en tres ocasiones al Nobel de la Paz por formular políticas en materia de armas nucleares; William Vendley, pionero en facilitar el establecimiento de consejos multirreligiosos en todo el mundo; la organización Las Palabras Curan el Mundo, creada por una joven brasileña para combatir el discurso de odio y el extremismo en Internet; Libby Liu, dedicada a apoyar a las personas que legalmente denuncian infracciones; el movimiento conjunto israelí-palestino Una tierra para todos: dos estados; el profesor Steve Youngblood, director del Centro de Periodismo para la Paz Global; el fotógrafo keniano Bonifacio Mwangi; la asociación Agua, Paz y Seguridad; y el artista mexicano Pedro Reyes, cuyas obras incitan al cambio y la movilización social.

La Casa Campesina, casa de los jóvenes

Al referirse a las protestas y el descontento que enfrenta el país, y a los hechos registrados, manifestó “Colombia se olvida de sus pobres, es un país que mata sus hijos, y ahora tiene que aprender a ser justa con ellos. Los jóvenes han entendido que no todo es regalado, que los derechos no se consiguen cantando, sino peleando, porque no hemos construido la democracia que se quiere. Y los jóvenes tienen derecho a hacerlo porque nosotros no hicimos el trabajo, y ahora le están haciendo preguntas a un poder dañino, agresivo, corrupto, justo cuando la democracia está en gestación en el país”.

Sobre las últimas marchas en el departamento, en las que algunos jóvenes de las barras del fútbol local se subieron a protestar desde la Casa Campesina, escultura ubicada en la glorieta de Bomberos, indicó que se emociona al saber que el monumento ya es de ellos, no de la estética, sino de un movimiento cívico que pasa a tener significado para los jóvenes.

Duván sabe que todo es un camino, y mientras prepara la instalación de La Silla de la Paz en la Universidad de Luxemburgo, para fomentar la reflexión sobre el diálogo y el encuentro humano, trabaja en un proyecto que muestra 7 sillas de colores que habitan el ser humano, organizadas en círculo, para referir la necesidad de dialogar y de alejarnos de la violencia.

Actualmente hay tres sillas de la paz exhibidas en diferentes partes del mundo: una en la Fundación Vila Casas, en Besalú, provincia de España donde reside el artista, otra en Barcelona, en el mismo país y una en la plazoleta de la Alcaldía de Quimbaya.

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