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Región  |  31 diciembre de 2017  |  09:21 AM |  Escrito por: Rubiela Tapazco Arenas

El muñeco de año viejo testigo silencioso y muy activo al despedir el 2017 en el Quindío

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La costumbre de tener el muñeco para quemar a las 12 de la noche despidiendo el año, aunque ha cambiado se mantiene generación tras generación  entre los habitantes del Quindío.

Cantidades de muñecos, como si fueran personas, están recostados a esta hora, especialmente en las glorietas de Armenia y a la orilla de los caminos en los municipios del departamento, a la espera de ser trasladados hacia fincas y viviendas urbanas para protagonizar la despedida del 2017.

Celebrar la noche de fin de año con la quema del muñeco de año viejo en unión familiar y mientras se comparte con amigos y vecinos un brindis, la cena y tantos otros agüeros es la costumbre de los habitantes en esta zona del país.

El muñeco de año viejo es un invitado infaltable en muchas de las celebraciones de despedida e inicio del nuevo año, convertido en un personaje que nos permite reunirnos para quemarlo este 31 de diciembre a las 12 de la noche, dejando atrás los momentos difíciles y los malos recuerdos, con el fin de atraer las cosas buenas que se anhelan en el nuevo año.

De esta manera, la temporada  de fin de año se convierte en la posibilidad de mejorar los ingresos para muchas familias que se dedican a la producción de muñecos, tal es el caso de Diego Alejandro Gutiérrez, residente en el barrio  Bosques de Pinares, de Armenia, quien desde hace más de 20 años, fabrica muñecos mediante el rebusque de camisas, pantalones y zapatos  entre sus amigos y vecinos  para rellenarlos con helecho y otro materiales y dejar listos muñecos y muñecas del tamaño humano que  vende a muchas personas provenientes de Medellín, Cali, Bogotá, que ya lo conocen y saben de la calidad de sus personajes de trapo y lo buscan en la Glorieta de Tres Esquinas en el sur de Armenia.

Lo acompañan en las últimas semanas unos 400 muñecos en este lugar, que de lejos parece una congestión de gente esperando el bus y que llama poderosamente la atención a quienes transitan en carros o a pie por dicho sector del sur de Armenia.

Los precios de los muñecos de año viejo, oscilan entre los 20 y 50 mil pesos y el costo depende de la elegancia y la máscara del personaje, con figuras representativas  de la actualidad colombiana y del mundo, entre ellos los jefes guerrilleros, el presidente de la república y muchos otros políticos.

Aunque ya no se puede utilizar pólvora para rellenarlos como se hacía anteriormente, los muñecos de Año Viejo siguen siendo tan llamativos y aclamados como antaño y muchas personas se detienen en la Glorieta de Tres Esquinas, para tomarse la fotografía en medio de todos ellos.

En un día de trabajo con sus  compañeros inseparables, Diego alcanza buenos ingresos aunque afirma que ya hay mucha competencia.

El muñeco es un símbolo de renovación, porque al encenderse, todo lo malo se quedará en el año que está por terminar y se programa todo lo bueno para el  2018.

Feliz Año para todos los lectores de EL QUINDIANO.

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