La Policía Nacional, a través de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN), en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, capturó a 16 personas que hacían parte de una organización criminal dedicada a la comercialización y distribución de drogas sintéticas en el Eje Cafetero y Valle del Cauca.  

Este duro golpe permitió la captura de “Juan Alzate”, era quien dirigía la elaboración, producción y distribución de esta droga en diferentes partes del país, utilizando las modalidades de expendios fijos, móviles y entregas a domicilio y es catalogado como el cabecilla de la organización delincuencial que promovía festivales y fiestas electrónicas. 

Según la información, estas personas tenían vigentes orden judicial y su detención se produjo en flagrancia en Armenia, Calarcá y la Tebaida en el departamento del Quindío y el municipio de Roldanillo en el Valle del Cauca.
 

Se logró establecer como característica principal de esta organización criminal que promovía fiestas electrónicas, además de contar con varias personas y vehículos que realizaban más fácil la distribución de los alucinógenos en discotecas, moteles, centros de eventos y fincas o chalet campestres, hasta donde llegaban sus repartidores. 

Esta organización contaba con una gran capacidad estructural, financiera, logística para procesar y distribuir las sustancias alucinógenas sintéticas; para su elaboración, traían la mayoría de los insumos del Perú por rutas ilegales hasta el departamento de Nariño, teniendo sus centros de acopio en el municipio de Ipiales, desde allí, los enviaban a diferentes partes del país por medio de encomiendas y también en vehículos de servicio público.  
 
EL QUINDIANO conoció que se especializaban en la elaboración de la sustancia denominada como Tusi, Tucibi, haciendo referencia según ellos, a la molécula MDMA o éxtasis, debido a que esta sustancia cuenta con una demanda elevada en su comercialización, negocio rentable y de bajo impacto ante las autoridades por su tamaño, fácil y práctico para camuflarla y pasarla desapercibido.  
 

El valor comercial de cada dosis de esta sustancia oscila entre los 150.000 y 180.000 pesos, dependiendo del evento o lugar donde la debían entregar, como quedo registrado a través de controles técnicos en la investigación. Cada bolsa de Tucibi, se compone de un gramo y las pastillas, comúnmente llamadas en el mundo criminal como ‘manillas o pirulas’, se comercializaban de manera individual por el mismo precio.  
 
Alias “Alzate”, cabecilla de la organización criminal, en los últimos años pasó de vivir en barrios de bajo estrato, a pertenecer en el mundo de los festivales y fiestas de música electrónica y tecno, allí, junto con varios integrantes de la organización criminal, entre los que se encuentran dos DJs reconocidos a nivel nacional e internacional, distribuían las drogas a sus asistentes llegando recibir más de 10 millones de pesos por fiesta.