“Los resultados de las estrategias que se adelantan en la actualidad para contrarrestar los altos índices de suicidios en el Quindío se observarán más o menos en 5 años”, dijo el secretario de Salud del departamento César Augusto Rincón, al expresar su preocupación frente a los 60 suicidios que en 2017 se registraron en esta zona del país. Los últimos 4 al finalizar el año, tres de ellos en la capital y el otro en Calarcá.

El funcionario señaló que todo el gobierno departamental en forma coordinada trabaja en el programa de inclusión social luego de conocerse el diagnóstico que ha permitido priorizar sectores, municipios y barrios del departamento, a los que se ha aplicado la estrategia de familias fuertes, mediante la cual se trabaja para evitar el consumo de alcohol y se impacta a los estudiantes de colegios, con el fin de impedir que empiecen a muy temprana edad a tomar licor y a fumar.

Se trata de un programa interinstitucional e intersectorial que inicialmente ha capacitado a los funcionarios de las diferentes secretarías en el gobierno departamental para que estén preparados a la hora de dar respuesta oportuna en casos de suicidios, teniendo en cuenta que en la vigencia que acaba de concluir se atendieron 515 personas que intentaron quitarse la vida, de los cuales 161 correspondieron a menores de edad y 7 madres gestantes.

Ya en Circasia se hizo evidente este trabajo teniendo en cuenta que el año que concluyó se presentaron varios casos de suicidios de menores, lo que permitió brindar una respuesta integral de todos los sectores, con las familias afectadas.