El comunicador social y abogando quindiano Andrés Guzmán estuvo en Armenia promoviendo la creación de un grupo, disidente del partido Liberal, denominado Liberémonos. Guzmán y 300 personas más, casi todas jóvenes, se ‘liberaron’ del partido Liberal y crearon este grupo rebelde, que se expande en todo el territorio nacional. Para Guzmán, el partido Liberal fracasó, es paquidérmico y como otros partidos tradicionales colombianos, pronto les llegará su muerte, según su criterio

EL QUINDIANO habló con Andrés Guzmán, en los siguientes términos:

Usted fue miembro del partido Liberal, incluso fue su candidato en varias oportunidades. Ahora se aparta de esa colectividad creando lo que llaman Liberémonos, ¿Cómo es eso de Liberémonos?

Liberémonos, nos liberamos de la vieja política, de los viejos poderes, digamos que la juventud en Colombia está llamada a transformar profundamente las instituciones que se quedaron paquidérmicas, que no saben leer el momento histórico, porque consideramos que este es un momento que necesariamente exige que los colombianos tengamos en el pensamiento crítico la capacidad de poder decir qué está bien, qué está mal y sobre todo qué puede impulsar la transformación de esta nación. Sin duda alguna los partidos tradicionales se van a acabar, porque sencillamente ahí lo que existen son componendas que no tienen principios ideológicos, que no tienen la capacidad de la autocrítica, sino que se convirtieron en comités de aplausos, llegando incluso de nuevo al feudalismo, donde hay unos señores feudales que tienen cierta cantidad de votos que son los caciques territoriales, pero que finalmente no se puede ser ni parte ni participar, porque no hay corriente ideológica, cuando la ideología fracasa dentro de un partido político sencillamente lo que hay es un notariado. Y ese notariado llega al poder solo porque tiene poder económico, o porque tienen quién lo patrocine.

¿Usted está diciendo que los que ahora van a ser congresistas, senadores, representantes a la cámara es porque tienen dinero?

Sin duda alguna, yo creo que es una de las fuentes principales de la corrupción de este país, es que la política se encareció, al encarecerse la política quien quiera hacer política tiene que venderle los principios al señor que le va a poner la plata, eso no tiene sentido, es incoherente. La política en Colombia si se quiere transformar aquí no debería existir financiación de privados dentro de las campañas, la política debe ser financiada por el Estado.

¿Es por esto que usted se fue del partido liberal con un grupo de amigos?

Con un grupo muy importante de militantes del partido liberal, renunciamos cerca de 300 militantes entre los cuales se encuentran científicos de renombre destacados como el profesor Juan Armando Sánchez, que es quizás el mayor experto en recursos hidrológicos y marítimos del país, como Mónica Macia que es una de las ambientalistas en conservación más fuerte que tiene el país en el Santander, porque el llamado a esta nación es que nos tenemos que liberar de los viejos poderes y la vieja política, pero sobre todo debemos olvidar esa creencia que no podemos ocupar otro papel en la historia, liberarnos de nosotros mismos a veces, de nuestro propio miedo, esa incapacidad es lo que mantiene a los colombianos privados en un estado de paquidermia.

¿Usted se liberó del partido liberal y se está liberando de la vieja política de este país, de la vieja y tradicional política que le ha hecho tanto daño en los 210 años de independencia a Colombia, ¿Qué sigue ahora, sabemos que trabaja en el tema científico, con quienes está trabajando, como es la coordinación con los científicos de Colombia y de los que están fuera del país para construir un nuevo país?

Yo creo que esa es la parte más importante, Colombia tiene un enorme talento, un talento que ha sido desperdiciado, pero que tenemos que restaurar por el bien de la nación, Colombia tiene una enorme diáspora científica, diáspora es un concepto un poco judío cristiano en relación a la gente que se ha tenido que ir por alguna circunstancia especial que lo obliga, pero tenemos un capital científico que está trabajando al más alto nivel. Me he sorprendido en este camino de encontrar en lo más altos cargos de la NASA, que es quizás la agencia aeroespacial más importante del planeta, a colombianos brillantes, entonces lo que nosotros estamos haciendo con nuestro programa llamado Ciencia para Colombia es mapear toda esa diáspora científica, toda esas capacidades, para decirles que vamos a construir un proyecto de nación que gire en torno a las capacidades de resolver los problemas que tenemos y de potenciar otras tantas capacidades que desconocemos. Estamos desaprovechando muchas oportunidades de enorme talento, por ejemplo, en el tema aeroespacial no tenemos ni un solo satélite de monitoreo que nos permita trabajar en temas agropecuarios, infraestructura crítica, temas meteorológicos, lastimosamente lo que hacemos es comprar fotos costosísimas, tenemos todo el talento y capacidad, pero la inversión en ciencia, tecnología e innovación es solo del 0.3% del producto interno bruto.

¿Colombia alguna vez tuvo un centro que se proyectaba como el desarrollo aeroespacial del país?

Chocontá en la década de los 70, tuvimos allá un centro que nos permitió hasta transmitir el mundial del fútbol del año 1978, pues entre las cosas que pueden recordar, pero ese centro era una capacidad científica que nosotros perdimos cuando lo vendimos Telecom, vendimos una capacidad de infraestructura que consideramos comercial, pero cedimos la infraestructura científica, fue una pérdida enorme, para nuestros muchachos que hoy están estudiando astronomía, sobre todo en un momento que estamos cursando la segunda era espacial. Por ejemplo, acá hay un Quindiano hay un chico que está trabajando directamente en el proyecto de crear un hábitat lunar, para poder transformar la luna en un punto de recarga de muchas posibilidades que se están generando en el espacio.

¿Estamos hablando de Andrés Ocampo?

Exactamente, queremos que ellos vuelvan al país, pero ni siquiera de manera directa, ellos no tienen que dejar su vida allá, sino que les puedan aportar a la generación de proyectos estratégicos para la generación de cooperación internacional, de diplomacia científica y de infraestructura científica dentro del país. La nación no tiene infraestructura científica en muchos sectores, quizás solo en el sector de la Medicina, pero hay otros sectores en donde fuimos un referente internacional, voy a volver con el tema aeroespacial, Colombia tuvo el primer observatorio astronómico de toda América, incluso antes que Estados Unidos, en estos días estábamos en el observatorio astronómico y estábamos viendo un telescopio que había comprado Mutis para Colombia, que lo usaba el sabio Caldas y después Garavito, es una joya, pero está totalmente abandonado, lastimosamente ni los colombianos sabíamos ese dato. Hemos perdido la capacidad de creer en nosotros mismos, hemos cedido nuestra mejor gente. Hacemos un pésimo negocio, porque lo que nosotros hacemos es formar nuestra gente en alto nivel, nosotros tenemos un sistema muy importante de educación pública, pero toda esa gente se va del país, se va a alimentar la economía de otras naciones, perdemos todo ese capital humano.

¿Cuál es el proceso que usted está organizando con que la diáspora científica venga y contribuya con un proyecto, tiene que verse a través de un partido?

El cambio climático hoy lo entendemos gracias a la evidencia científica, estamos sobre diagnosticados, lo que va a pasar aquí con la crisis del agua, los solos páramos que son ecosistemas tan frágiles de los cuales depende el 70% del agua potable que consumimos los colombianos, serán una crisis enorme, la única manera de enfrentar eso es tener una nueva generación política que entienda todos estos escenarios y le plantee al país una nueva ruta, nosotros nos consideramos un movimiento de inspiración nacional, inspiración es porque nos anclamos con unos argumentos que por lo general la política tradicional no maneja, la política tradicional está entorno al CVY (Cómo voy yo). Lo que queremos es reunir lo mejor del país, que está anclado en la ciencia y el arte, aquí adentro, pero también afuera, y generar un proyecto político que corrija el rumbo de este país.

¿Cómo hacerlo en las regiones?

Yo por principio liberal y soy muy federalista, yo creo que nosotros demos superar este paquidérmico centralismo, además todo es una sucesión que está articulada. Si usted ve lo que son los partidos tradicionales va a entender lo mismo que es la arquitectura del estado y la visión de Bogotá de todo el país, es paquidérmica, se repite la estructura, porque el ejercicio de la política-el estado, lo hacen los partidos, es una sucesión de errores al final, si nosotros no rompemos ese ciclo vamos a repetir una y otra vez los errores.

¿Cómo ve usted ese ciclo en el Quindío?

Eso es muy fácil, volvemos a los 70, el Quindío llegó a ser el 1.9% del producto interno del país, hoy nosotros somos quizás el 0.8% del PIB, nuestro nivel de empobrecimiento es enorme, qué pasó con todas las riquezas, dónde se acumularon las capacidades, si usted analiza la Universidad del Quindío y va y pregunta sobre un proyecto de ciencia aplicada, no de ciencia básica, no lo encuentra. Cuando usted va a evaluar la capacidad real de una universidad dinamizando la economía, la sociedad y la cultura tiene que hablar de ciencia aplicada, muéstreme donde están sus patentes que hoy sean productivas para la región.

Es decir, que estén generando riqueza

Riqueza, bienes y servicios, no lo están haciendo, la universidad sigue su rumbo porque la nación le transfiere, pero su crecimiento no lo revela una cancha de fútbol, la pregunta es dónde están los laboratorios y la capacidad de estos para convertirse en economía real. Acá hay situaciones que son relevantes, por ejemplo, los empresarios, se escucha por todas partes que cómo es posible que una persona lleve por 30 años ostentando la presidencia de la Cámara de Comercio, nos estamos empobreciendo, ocupando los primeros lugares de desempleo con una crisis incluso humanitaria, la gente acá no tiene esperanzas. Lo que le quiero decir a la juventud quindiana es que no nos podemos dejar quitar la sensación de futuro, los quindianos requieren de una profunda memoria y orgullo, para saber el justo papel que merecemos en la historia, es fundamental y justo a eso le vamos a apostar, vamos a salir a las calles para enfrentar a las maquinarias tradicionales, es el momento para que la juventud respalde un nuevo proyecto.