Querer ‘ordenar la casa’, para lo cual tuvo que tomar varias decisiones, fue el motivo principal que llevó al presidente Juan Manuel Santos a declarar insubsistente al director general de Colciencias, el quindiano César Ocampo.

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Ante el hecho que se presentó el pasado, el científico dio a conocer a través de un comunicado a la opinión pública las causas que generaron su salida del máximo cargo de la entidad nacional.

Asegura Ocampo que en junio de 2016, durante la anterior administración de ese organismo se expidió la resolución 429 donde se delegaban funciones propias de la dirección general, a la subdirección general y la secretaría general de la entidad, funciones relacionadas con la celebración de convenios o contratos.

Manifiesta que después de unos meses en el cargo, al intentar hacer un cambio de un director técnico fue advertido por el subdirector, “como razón directa del presidente”, que no podía hacer cambios en el equipo de directores técnicos quienes continuaban y fueron parte de la administración anterior.

Restricciones en el manejo del personal de libre nombramiento y remoción suponían una traba, asegura Ocampo, hecho que lo llevó a reasumir las funciones que se habían delegado y expidió la resolución 1624 del 21 de diciembre de 2017 para tener un control en la toma de decisiones y contratación de la entidad, medida que no agradó al subdirector y llevó su queja hasta el alto gobierno.

Dice el quindiano en el comunicado a la opinión pública que la situación se agravó con la resolución 1773 de 2017 con la que pretendía establecer un tope para el pago de honorarios a personas naturales que prestan sus servicios a ese organismo, “toda vez que se hallaban casos en los que personas con formación de bachiller tenían honorarios mensuales superiores a los obtenidos por profesionales con títulos de posgrado”.

El presidente le pide la renuncia

Afirma que a finales de diciembre de 2017 fue citado al Palacio de Nariño donde se le informó por parte del secretario general de la presidencia respecto a la preocupación del presidente sobre la ejecución general del presupuesto en Colciencias y que por tanto debería poner el cargo a disposición del mandatario nacional.

Al respecto, asegura que es cierto que estaba revisando con detalle la planeación y contratación de 2018, “e íbamos con las fechas límites para finalizar ese proceso”. Que era necesario hacer cambios en la planeación, ajustar los valores de las contrataciones para que el proceso obedeciera a criterios técnicos, más allá de los vínculos personales o políticos que pudieran tener las personas que prestan sus servicios a Colciencias. Al respecto, propone que ojalá exista una veeduría por parte de la comunidad científica respecto a la manera como se adjudican los contratos, y el proceso se realice con total transparencia de cara al fortalecimiento que se requiere del personal mejor cualificado del país.

Se niega a renunciar

Finalmente, afirma César Ocampo: “Ante mi negativa de renunciar, dado que mi gestión solo ha buscado hacer más transparente la administración de la entidad, me encontré con la noticia de mi declaratoria de insubsistencia, a la cual me acojo debido a la obediencia que me obliga la ley, pero como académico manifiesto que sus motivaciones obedecen a intereses particulares de un grupo de personas que se han encargado de hacer del ente rector de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, otros de sus fortines burocráticos.