El Deportes Quindío empezó a ilusionar a sus seguidores cuando apareció en categoría A del fútbol profesional colombiano el pasado 17 de julio, luego de permanecer 7 años y medio en segunda división.

Un juego bonito, agradable y vistoso de los cafeteros, se impuso con contundencia por dos goles a cero contra Jaguares, con anotaciones de Luis Fabian Mina y Yilmar Filigrana, en un estadio que tenía al máximo de los espectadores permitidos por las autoridades de salud, como testigos de una faena maravillosa.

Los reconocimientos deportivos al equipo de Quintabani empezaron a llegar por parte de la prensa especializada nacional, incluso un periodista argentino residente en nuestro país, tildó al equipo como “el aguacate mecánico”, haciendo talvez alusión a la “naranja mecánica” ese Holanda que descrestó al mundo con su fútbol entre 1970 y 1978. 

Pero no todo sería maravilloso para los de verde, blanco y amarillo, pues sus jugadores se empezaron a lesionar debido a la carga física que traían desde el torneo de ascenso y como no se reforzó con jugadores de categoría por parte de su máximo accionista Hernando Ángel, con la permisividad del técnico Oscar Quintabani, la nómina se fue “quedando corta” y empiezan las improvisaciones y por ende los malos resultados.

Otra situación que complicó la permanencia del equipo en la A, fue el deseo notorio de los árbitros que en la mayoría de partidos le “metieron la mano” a los resultados (no sabemos por recomendación de quien), ocasionando que su permanencia en la A fuera corta; no debemos olvidar que tres de sus jugadores le dieron la espalda al equipo cuando mas se necesitaban, pues se dejaron ilusionar por un empresario y prefirieron no revalidar su contrato laboral y con ello lograr la “libertad deportiva” con el fin de buscar oportunidad en otro equipo con mejores asignaciones salariales. 

Hoy, 127 días después de ese maravilloso 17 de julio del presente año, será el Deportes Tolima quien despida al Deportes Quindío de la primera división del fútbol colombiano, tal y como aconteció el 19 de noviembre del 2000, que con una victoria tres goles por cero de los “Pijaos”, los quindianos se iban por primera vez a la segunda división.

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