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Cultura  |  07 enero de 2022  |  12:01 AM |  Escrito por: Administrador web

El bandoneón, ese intruso que se coló y se quedó en el tango

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Ayer y hoy al compás del tango

Por Darío Tobón Montoya

En la que era un pequeño poblado a principio del siglo XVIII, Chemnitz, vuelta hoy un populoso centro industrial, situado en el centro de Alemania, estado Sajonia, allí vivía en ese entonces un laborioso artesano, Carl Friedrich Uhlig, (1781- 1874).

Era constructor y reparador de acordeones, instrumento que en 1829 había sido inventado en Viena por Damián. Uhlig, fervoroso religioso, asistía a una pequeña iglesia, que poseía como instrumentos acompañantes el acordeón,  y en las ceremonias exteriores el armonio, de sonido más grave.

Pero Uhlig no estaba satisfecho con las funciones de este equipamiento musical. Quería un instrumento que sonara como los imponentes órganos de la catedral y de las iglesias de la cercana ciudad de Dresde, pero que no fueran estacionarios como ellos, sino que se pudieran transportar fácilmente de un pueblo a otro. Fue cuando tuvo la idea de fusionar el acordeón con el armonio. Del acordeón dejó el fuelle, y su sonido grave y severo y le suprimió las teclas del acordeón y las cambió por los botones del armonio, y los dejó a los lados, lejos de la visión del interprete.

Carlos Friedrich Uhlig, ¿verdadero inventor del bandoneón?

Concertina

 Este instrumento lo llamó concertina y la comenzó a fabricar en serie. Por varios años cumplió su cometido musical en los sitios religiosos de poblados pequeños. Pero ocurrió algo impensado: los campesinos de Baviera lo adoptan para sus festivas danzas y se esparce en toda Alemania, como vehículo de la música popular.

Teniendo ese uso llegaron los primeros a Argentina. No se sabe si fue una concertina o un bandoneón lo que llegó a manos de Juan Santa Cruz por allá en 1870, padre de Domingo Santa Cruz, autor del famoso tango “Unión Cívica”. Él conoció el bandoneón y fue reconocido intérprete de éste.

 Aproximadamente de 1852, otro artesano de Renania del norte, Heinrich Band, conoce la concertina de Uhlig y se propone realizarle modificaciones, que dan origen al bandoneón tal como hoy lo conocemos. Band nunca creyó que había creado algo nuevo, y no se declaró inventor del bandoneón. Por ello jamás tuvo un registro comercial. Band murió tempranamente antes de cumplir los 40 años y fue su esposa, quien con la colaboración del violinista Dupont, inicia la comercialización de este instrumento. Con una ligera transformación del nombre del taller donde se producía que era Band-Unión, se originó el nombre de Bandoneón.


De la concertina al bandoneón -

 Muchos historiadores, incluyendo a Horacio Ferrer, dicen que el inventor fue Band. Yo creo, que, con lo dicho antes, Uhlig fue el real inventor, puesto que Band solo le hizo a la concertina una intervención no sustancial. Muerto Band y en manos de su esposa la fabricación, ella decidió vender el negocio a Carl Friedrich Zimmerman, quien continuó elaborando los bandoneones. Pero 10 años más tarde vende su firma a Ernest Louis Arnold quien continuó fabricando los instrumentos con la marca E.L.A, iniciales de su nombre. Estos instrumentos tuvieron buena acogida principalmente en Argentina.

Pero nos falta llegar al máximo constructor, el hijo menor de Ernest, llamado Alfred Arnold, quien en 1911 asume la dirección de la fábrica, de donde inician su carrera los bandoneones AA. Y así aparece el mejor de todos los aerófonos jamás construidos, de valor comercial altísimo, como lo es la calidad de su sonido. Poseer un AA, es el máximo orgullo. Estos fuelles (*) fueron exportados preferentemente a Argentina hasta el inicio de la segunda guerra mundial. Hitler, que los creía un distractor de los ideales nazis, trató de alejarlo de sus seguidores. Derrotado Hitler, la fábrica que quedó en la Alemania Oriental (comunista), fue expropiada y nacionalizada en 1948, convertida en “fabrica del pueblo”. Con la reunificación alemana, reabre la fábrica en manos de su dueño Arnold, que cierra definitivamente en 1971 al morir Arnold. Hasta el momento pese a muchos intentos, no se ha podido elaborar un bandoneón similar o de mayor calidad que el AA.

Bandoneón Scandalli , fabricado actualmente en Italia.

Bandoneón Pichuco diseñado en la Universidad de Lanús de Buenos Aires, para facilitar  la enseñanza del Tango.

Bandoneón Pichuco, fabricado en Argentina, es bendecido por el Papa.

 

Bandoneón Pigini (italiano) actual

La tradición oral, habla de un marinero alemán anónimo, del marinero ingles Thomas Moore, el brasilero Bartolo o de Pedro Ávila y del “ciego” Ruperto, como los introductores del bandoneón a la Argentina. Los historiadores están de acuerdo al decir que no se sabe cómo llegó el bandoneón al tango. Pero sí hay certeza al asignarle a Sebastián Ramos Mejía el papel de gran intérprete.  Ramos Mejía era hijo de esclavos negros que adoptaron los apellidos distinguidos de sus patrones. Él fue en las últimas décadas del siglo XIX maestro-docente de bandoneón. Entre sus alumnos estaba alguien de apellido Zambrano que le enseñó a tocar el fuelle a Juan Pacho Maglio, quien en 1899 formó el primer conjunto tanguero, que tenía bandoneón acompañado de violín y guitarra. Y sería Pacho Maglio en 1912 el pionero de la grabación en discos Columbia de Tagini, en hacerlo con una orquesta con bandoneón.

El bandoneón es un aerófono derivado del Tipónomo, la Gimbarda, el Berinbao, que tenían lengüetas que vibraban al soplo de aire de la boca. Como este método era molesto, le adicionaron el fuelle para que este impulsara el aire. Siglos atrás en la China, existió el Sheng, otro precursor.

El armonio, yo lo veía en mi niñez en las procesiones de Semana Santa. El bandoneón reemplazó en los conjuntos a la flauta que daba sonido retozón y bullanguero. Con el bandoneón el sonido se hizo temperamental, severo, adusto, cadencioso, y apagado. Existe  la  versión de  que un hijo de Band estuvo en Argentina en 1870, que trajo el bandoneón que tocaba en café de alemanes y se dice que fue maestro de Santa Cruz.

Al inicio de la segunda década del siglo XX, se lleva el bandoneón a los cafés del centro de Buenos Aires y se hizo indispensable en las orquestas típicas. Aparece un grupo de magníficos intérpretes: Pedro Maffia, Pedro Laurenz y Ciriaco Ortiz que fue maestro de Troilo. Llegamos a Astor Piazzolla que desde niño era gran ejecutante del bandoneón y muy orgulloso de poseer un AA. Culminamos la lista con Aníbal Troilo, llamado el “bandoneón mayor de Buenos Aires”. Es imposible hablar de todos los intérpretes de los últimos 50 años. Solo mencionaré a Rodolfo Mederos, muy conocido en Colombia. El bandoneón actual (fuelle, Jaula, Bandola) emite sus voces por la vibración de 2 sistemas de lengüetas metálicas, canto y bajo alojadas, en su interior. Tiene 38 botones en la caja del canto y 33 en las del bajo. Generalmente se toca con el intérprete sentado y apoyándolo sobre los muslos.

Son múltiples las referencias que se hacen al bandoneón en los tangos. Aquí van unos ejemplos. “Bandoneón Arrabalero” del año 1928, letra de Pascual Contursi y música de Bachicha. “Che Bandoneón” de 1949 de Manzi y Troilo. “Fueye” de Manzi y Charlo.

(*) De entrada, vale anotar que la ortografía correcta fue variada por la dinámica social, de tal manera que, como lunfardo,  así, con Y, ya está reconocido por la totalidad del universo tanguero.

         Lo invitamos a oír los siguientes audios donde podrá deleitarse con el sonido del bandoneón

Volver, a dúo,  por Aníbal Pichuco Troilo y Astor Piazzolla

https://youtu.be/fC41R6_9Z9o

Y aquí, El Polaco Goyeneche con Pichuco, en Bandoneón arrabalero

https://youtu.be/MTMWPKJvBcA

En este vínculo, de Anibal Troilo y Homero Manzi, Roberto Goyeneche con el trio Baffa - Berlinghieri Ernesto Baffa -  en Ché bandoneón:

https://youtu.be/BAaRX4J8xgI

Y para finalizar, la incomparable versión de dos inmortales del tango, Pichuco y El Polaco, en Fueye:

https://youtu.be/bK1kK1SsaPw

 

Armenia, enero 7 de 2022

 

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