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Cultura  |  23 enero de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Mario Castro Beltrán, por Danilo Cienfuegos

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Nota de la redacción:

El Quindiano.com prosigue en la publicación de autores quindianos en el género de la narrativa. Para esta ocasión y de manera periódica tendremos en esta sección al escritor Mario Castro Beltrán.

 

Nació en Pijao, aunque su madre estaba de paso por la vecina Córdoba cuando cayó a la cama para darlo a luz. Promediaba la década de los años cincuenta del siglo inmediatamente anterior, y el Quindío era aún parte del Viejo Caldas.

Púber aún, sus padres lo llevaron para Antioquia, donde cursó todo su bachillerato antes de viajar a Bogotá a estudiar Derecho y Ciencias Políticas. Los pueblos de Pijao y de Andes fueron los escenarios preponderantes de una vida rica para el escritor, en todos los sentidos.

Comenzó a leer desde niño y a escribir visos literarios cuando estaba en el colegio. Su primera novela, La borrasca, la escribió en Madrid, España, cuando cursaba estudios en la Universidad Complutense y en la Escuela Diplomática de Madrid, centros en los que hizo estudios de Derecho Internacional y Relaciones Económicas Internacionales. Allí, en la capital española, también escribió algunos ensayos.

Antes de viajar a Europa fue catedrático de Derecho en la Universidad La Gran Colombia; lo hizo durante seis fructíferos años. Años fructíferos para su hacer literario, pues en algunas clases tomaba como referencia de los temas a tratar, alguna novela, partiendo de la base de que, en la literatura, que es, por lo general, pura ficción, se enmarca siempre la realidad humana.

Tiene tres novelas publicadas tardíamente: La borrasca (2011), El muchacho de negro (2012) y Tu vida desde mi orilla (Soledad de amor) (2016). Las escribió entre hace treinta y cinco y veinticinco años. Y un libro de cuentos de esas épocas: La competencia y otros cuentos (2019). Hace un año publicó un libro de viajes que tituló Notas de un viajero. Ha escrito también poesía, de la que tiene unos dos volúmenes para publicar. Viajar para él es un gran placer y una fuente vital de experiencias con lo que busca enriquecer su veta de palabras.

Escritores a los que ha seguido muy de cerca y que le han permitido aprender a entrelazar su prosa, son de variadas escuelas y de tremendas palabras; estos son algunos: Homero, Suetonio, Cervantes, Voltaire, Rousseau, Balzac, Dostoievski, Víctor Hugo, Flaubert, Kafka, Hemingway, Moravia, Greene, Capote, García Márquez, Bukowski, Ciorán y Vargas Llosa.

Vive en Cali, pero viaja con harta frecuencia a Pijao, lugar en el que está sembrada una bella casa colonial que ha restaurado y que hace parte de su existencia terrenal.  

 

 

 

 

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