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Cultura  |  21 enero de 2018  |  03:18 PM |  Escrito por: Rubiela Tapazco Arenas

El bar, una obra maestra del cine moderno.

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El bar, una obra maestra del cine moderno.

Es una película llena de códigos y mensajes sobre los tiempos apocalípticos y los miedos que se venden y se compran en cada esquina.

Un disparo proveniente de la nada hiere en la cabeza a un hombre que acababa de salir enfadado del bar porque no le dieron su orden de desayuno. Todo es caos. El pánico invade las calles y no queda un alma en ellas, salvo los del local que desde la puerta ven agonizar a la víctima. Un segundo cliente se acerca para ayudar y también muere. Entonces nadie más se atreve.

No queda duda. Hay un francotirador en alguna parte de los edificios y quienes se encuentran dentro del bar son su objetivo. No hay señal de internet ni de teléfono así que no pueden llamar a la Policía. En la tele la programación sigue normal. Las noticias pese a que el lugar queda en pleno centro de Madrid no dicen nada. Solo reportan un enorme incendio donde ya hay varias víctimas. Evento que en realidad no está ocurriendo. Sin darse cuenta los dos muertos que estaban tirados en la calle han desaparecido.

Nace entonces el misterio en esta historia de la que no se sabe bien que sucede. Todo en ese lugar se convierte en dudas. Los clientes son sospechosos de nada, pero son sospechosos y también paranoicos que se alimentan de los miedos que van inventando con el paso del tiempo. Y ¿quiénes son los clientes?: Un hípster, una modelo, una ludópata, un expolicía, la dueña del bar, su ayudante, un vendedor de ropa interior para dama y un loco profeta frustrado lunático alcohólico y habitante de calle, que se la pasa recitando versos de la biblia a diestra y siniestra.

En esta amalgama de personalidades opuestas y en una situación con tanta presión, urge saber con prontitud ¿Quién disparó a los dos hombres?, ¿Quién desapareció los cuerpos a plena luz del día?, ¿Por qué sucedió lo de los asesinatos?, ¿Qué se traen los noticieros que no dicen nada y se han dado mejor a registrar algo que en verdad no ocurre en el centro de la ciudad?, ¿Por qué no aparece la policia?

Las respuestas se van dando a medias en cada situación que desemboca en otra peor, por el afán de querer encontrarlas. El bar es algo casi incoherente pero repleto del mejor cine negro de los últimos tiempos. Y al mando de esta producción se encuentra nada más y nada menos que Alex de la Iglesia, director español de clásicos como El día de la bestia, la comunidad, el crimen ferpecto y la chispa de la vida, entre muchos otros.

Alex como ya es recurrente en su estilo, esta vez nos presenta personajes en circunstancias que van mutando a lo largo de la obra dentro de un escenario común y corriente. Algunos de los que se encuentran dentro de El bar son impredecibles en sus acciones, lo que es bueno para el suspenso. Otros son seres cargados de diálogos con mucha ironía dentro de un postulado de racismo, amor, guerra, sociedad, discriminación. Todo de forma sutil pero contundente.

El bar es la paranoia social en torno a tiempos apocalípticos y eras del terror donde el malo es el musulmán o simplemente el barbado. Donde el gobierno no tiene presencia más que para someter, destruir y limpiar el mugre sin ver culpables o inocentes, solo actos necesarios.

En esta película el director lleva su creación a los momentos más sórdidos para sacarle a los personajes lo que realmente llevan en lo peor de su humanidad. Todo narrado con un excelente guión, escrito por el mismo director en una austera producción que no pasó de una calle y una locación. Trabajos cinematográficos de este nivel exigen más creatividad y dejan más admiración que las películas que cuentan con millones de lugares pero poco argumento.

Por su parte todos los protagonistas se lucen dejando en el recuerdo momentos esplendidos. Cada uno en lo suyo ayuda a construir este gran edificio destinado a derrumbarse por el egoísmo, el poco sentido de la solidaridad, trabajo en equipo y el instinto de aniquilar al otro cuando se trata de sobrevivir al caos. Puede decirse que El bar es una producción desesperanzadora muy a su estilo español y sobre todo de su director. Una realización para nada inspiradora en el sentido de dar un mensaje positivo. Tampoco acusa ni juzga, solo es un espejo de lo que somos como sociedad.

Un eco en el celuloide de la verdad y Alex de la Iglesia un genio que nos enseña su trabajo en un cóctel terrorífico, humorístico, romántico, dramático y violento con total equilibrio. El mensaje es claro. La sociedad se devora a sí misma hasta en el fin del mundo. Las peores circunstancias solo muestran lo peor de la especie. El bar es el resultado de un mundo ebrio de superficialidad.

Ficha técnica
Título original: El bar// Año: 2017// Duración: 102 min// País: España// Dirección: Álex de la Iglesia// Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría// Reparto: Blanca Suárez, Mario Casas, Jaime Ordóñez, Carmen Machi, Secun De La Rosa, Terele Pávez, Alejandro Awada, Joaquín Climent, Jordi Aguilar, Diego Braguinsky, Mamen García


 

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