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Deportes  |  12 febrero de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Carlos Alberto Muñoz

José Alberto Suárez: tenemos que estar en la A, tengo fe

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El entrenador del Deportes Quindío se ilusiona con regresarlo a la máxima categoría.

José Alberto Suárez, nacido en Cali el  22 de febrero de 1961, es licenciado en Educación Física y Salud de la Universidad del Valle, con posgrado en administración del entrenamiento deportivo y un doctorado en psicología en la Universidad de Barcelona, España.

Inició su carrera en 1995 dirigiendo a River Plate de Buga, luego pasó por  Lanceros Boyacá,  Cortuluá, Deportivo Pereira, América de Cali, Unión Magdalena, Jaguares de Córdoba y Cúcuta Deportivo.

El adiestrador cafetero tiene la responsabilidad en su segundo año con el Quindío de lograr el ascenso a la primera A del fútbol colombiano.

El Quindiano sostuvo un amplio diálogo con el entrenador vallecaucano y aquí están sus apreciaciones.

Profe hacía rato queríamos hablar con usted en El Quindiano, ¿cómo está?

Bien gracias. Le agradezco por esta oportunidad en tan importante medio y dispuesto a dialogar.

¿Cómo se ha sentido en Armenia?

Muy bien, he vivido en dos hermosas ciudades, muy parecidas, Santa Marta y Armenia, me han encantado. Armenia me gusta, la comida, los pueblos del Quindío, bueno todo.

¿Tengo entendido que tiene lazos familiares con el Quindío?

Tengo vena quindiana. La familia materna Giraldo Cardona es de acá, igual una tía paterna, Carlota la de la famosa lechonería en la 18 con 30. Hay raíces.

¿Qué concepto tiene de los armenios?

Me tocó el terremoto del 99 dirigiendo cerca, estaba en el Pereira. Venía seguido, colaboré entregando mercados, medicinas, agua en fin había que ser solidario. Armenia es una ciudad tranquila, sus gentes lucen siempre una sonrisa, los quindianos viven relajados, pero comprometidos. Se respira paz y tranquilidad. Me gusta todo.

¿Cómo está integrada su familia?

Por mi señora Gloria Bejarano, licenciada en educación física, doctora en psicología y especialista en dirección y gestión deportiva. Tenemos 3 hijos, David el mayor, fue mi asistente técnico el año anterior; Marcela estudiante de Medicina y Alejandro el menor. Gracias a Dios me sigue acompañando mi madre, tengo un nieto y muchos sobrinos.

¿Comparte con su familia la pasión del fútbol?

Hay mucho estrés en la profesión y no es bueno involucrar a la familia en el fútbol. Nosotros nos metemos en esta locura del juego y no importan las celebraciones especiales. A veces pasan dos meses sin verlos, pese a que viven en Cali y estamos muy cerca. La responsabilidad por encima de todo, luego hay que compensar.

¿Frustración por lo del año anterior?

Adolorido, no sé. Me sigue doliendo, esto no se me quita si no en diciembre con el título y el ascenso. Siento que hay un camino recorrido, de conocimiento profundo luego de la decepción. Creemos haber identificado los errores, los hechos que se dejaron de hacer. Tenemos un conocimiento profundo de los jugadores, incluidos los que llegaron. Hay mucha más experiencia. Ahora hay que buscar el espacio para rehacer el camino. La opción de ascender es más clara este año.

¿Entonces es mejor este grupo que el del año anterior?

Tiene más experiencia, nos conocemos lo suficiente. Con la llegada de Pablo Escobar, Ganiza Ortiz, Pablo Bentancur, Wilmer Palacios y la continuidad del Pájaro Carpintero, le sumamos al plantel lo que nos faltó, ellos podrán ejercer el liderazgo y soportar la presión. Ahora la responsabilidad es de ellos y no de los jóvenes. El Quindío está obligado y presionado a lograr el ascenso. Llaneros y otros no.

¿Quiere decir que sobre la experiencia recae los resultados del equipo?

Pablo me absorbe la presión en defensa, Ganiza en el medio campo, Bentancur en la puerta y Carpintero en el ataque. Ellos son la columna vertebral, llevarán el peso del equipo, sobre ellos recae la presión; los muchachos a jugar bien, con libertad. Me gusta como juega este equipo del 2018, no confiado, pero hemos hecho una excelente pretemporada, muy exigente.

¿No se pudo traer a Luis Fernando Mosquera, el Mosco, qué pasó?

Me gustó la posición de él de quedarse en Popayán recuperándose del todo, cogiendo ritmo. Lo dijo para estar acá el compromiso es mayor. Si en junio está bien y lo necesitamos, viene. Fue honesto y responsable y así lo entendimos.

¿Con quién llenar esa posición de volante 10?

Quiero otro volante y otro delantero, pero no es fácil conseguirlos. El argentino Graneros sigue entrenando, lo vamos a esperar otra semana; técnicamente es bueno, pero demasiado frágil. Si no se puede quedar nos vamos a dar la pela así y esperar más adelante con la reapertura de inscripciones y mirar la posibilidad de otro jugador. En el extranjero es difícil el mercado de pases.

¿El portero Bentancur es más que Denis?

Hoy no es más que Denis. Apenas se está acoplando, conociendo el grupo, el fútbol colombiano, la complejidad, la forma de juego de defensas y delanteros nuestros. Está aprendiendo, se va a adaptar; Denis llevaba dos años en el país. Estoy tranquilo con los porteros que tenemos, Bentancur, Vargas, Mesa y Lizalda.

¿Con Orozco y Quiñónez qué ha pasado?

Orozco tuvo un inconveniente interno ya solucionado, está trabajando normalmente. Deiner se queda, no hay claridad en una negociación al exterior y don Hernando prefiere que este aquí y no fuera del país.

¿Los delanteros cómo andan?

Choca Gómez muy bien, anda en un momento importante de su carrera deportiva, es titular casi fijo para el juego ante el Cúcuta, tiene ganas, está muy comprometido. Sevillano solucionando un problema médico. El resto de atacantes muy bien, sin problemas para afrontar el campeonato. Tenemos un futuro por delante que hay que explotar.

¿El sistema del Torneo Águila le gustó?

Para ser campeón hay que ganarles a todos independientemente de con quien me enfrento, si antes o después. No había detallado que jugamos en el primer semestre siete partidos en casa y en el segundo ocho. No había hecho la cuenta.

Tenemos un periplo de 6 juegos muy complicados arrancando el torneo, empezando con Cúcuta. Si salimos con buenos resultados, el futuro será importante y lo vamos a afrontar con mucha responsabilidad. El año pasado fuimos los mejores visitantes y los terceros mejores locales.

Alberto regresemos al 2017, ¿qué pasó ante Llaneros?

Nunca en 35 años de carrera en el fútbol me había pasado algo igual, que me hicieran 5 goles en un partido. Fue un desastre emocional producto de la falta de experiencia de mis jugadores. El equipo se cayó psicológicamente, no tenía madurez. No tuvimos a los Escobar, Ganiza, Palacios, Bentancur, que ante una situación de esas dijeran, tranquilos vamos perdiendo por un gol, esto lo podemos empatar, lo vamos a remontar. Quisimos irnos con todo, perdimos la cabeza. El equipo en los primeros 15 minutos ya tenía un 3 x 0 en contra, se complicó todo y no nos pudimos levantar. Mis equipos son ordenados, agresivos. Una experiencia más para aprender. Un duro golpe en mi vida emocional y profesional, no se me va a olvidar.

¿Cómo es su relación con Hernando Ángel Montaño, el presidente del equipo?

Es una relación afectuosa, muy importante y de mucho respeto. Le digo algo, Hernando es mi papá en el fútbol, es el protector y orientador, me regaña cuando es necesario. Hernando nos enseñó a Reinaldo Rueda, Eduardo Lara, César Torres, Néstor Otero, Willy Rodríguez y a muchos más, los secretos de la dirección técnica. Nos debemos a él. Eso no quiere decir que me haga las alineaciones, pero en realidad nunca había tenido un dirigente tan respetuoso como Hernando.

¿Alguna parte de la afición interpreta que el máximo accionista no desea el ascenso, usted qué opina?

Le voy a confesar algo que espero que cuando Hernando lea la nota me entienda, esto no lo tenía por qué saber nadie. A raíz del no ascenso en el año 2017 y luego de los partidos ante Llaneros, Hernando estuvo 15 días en su casa enfermo, deprimido. Era tan evidente el regreso a la A, que el golpe fue bastante duro, él lo sintió demasiado, igual que yo. Ni él ni yo nos prestamos para eso, eso no funciona así, no tiene ningún valor. Ángel ha sumado muchos títulos y fracasos en su historial deportivo, pero esta derrota lo marcó y se enfermó, estuvo bastante delicado de salud. La intención de ascender es absoluta, estamos uniendo esfuerzos por lograrlo.

¿Se dice que usted es muy duro en el trato con los jugadores, qué hay de cierto?

Yo soy un hombre muy serio, trabajador, que me preocupa el ser humano, las cosas se ganan con el trabajo. Los jugadores del Deportes Quindío ganan buena plata, yo no tengo por qué estar dándoles un golpe en la espalda, diciéndoles vamos, hay que hacerlo, rogarles, vamos a hacerlo, vamos hijo. Ellos son profesionales como todos en el fútbol. Soy muy exigente como los entrenadores de todo el mundo, no soy maltratador, no soy alcahueta. A los futbolistas les gusta mucho las prebendas eso no va conmigo.

¿Qué mensaje tiene para la afición?

Que confié en el equipo, que nos ayuden asistiendo al estadio, con críticas sanas y con inteligencia. En el éxito todo somos amigos, en el fracaso se conocen los verdaderos amigos. Esto no es de perseguir con puñales, es empujando, animando. A veces con un abrazo.

-Alberto Suárez tiene fe, ya logró un ascenso con Jaguares de Córdoba y otro con el Cúcuta Deportivo. Ahora lo quiere realizar con el equipo de una tierra que no es ajena a su vida. Los quindianos se lo merecen, y este hombre serio, honesto y muy profesional lo desea igual.

Qué este año sea el del Deportes Quindío; de la sapiencia de su técnico José Alberto Suárez.

.Gracias profesor Suárez por este amplio contacto y muchos éxitos en el Torneo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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