Por Fernando Jaramillo Botero

San José es uno de los municipios más jóvenes de Colombia, fundado desde 1902 logra separarse del municipio de Risaralda en 1998 y ascender a municipio según ordenanza 233 de la Asamblea de Caldas, su fundación se da por intereses económicos de terratenientes que ven la posibilidad de urbanizar sus tierras y valorizar sus fincas. El municipio tiene como virgen patrona a Nuestra Señora del Carmen y la religiosidad de sus habitantes se destaca en las novenas y procesiones a su virgen del 9 al 16 de julio. Sus fiestas y celebraciones religiosas son de gran trascendencia y dan mucha importancia al día de los Reyes, a la Semana Santa, al día de la Asunción de la Virgen, al día de la Inmaculada Concepción y rematan con pesebres, novenas del aguinaldo al niño Dios o al niño Jesús esperando su benevolencia la noche del 24 de diciembre cuando llegaran los aguinaldos y que por tradición se dejan bajo la almohada, los pequeños rezan su última novena y se acuestan pronto para que lleguen los aguinaldos, el 25 de diciembre se ven los niños correteando por el pueblo y mostrando lo que les trajo el niño Dios, bicicletas, patinetas, muñecas y muchos otros regalos que colman de felicidad e inocencia los más pequeños pero que los mayores también esperan recibir algún detalle para recordar aquellos tiempos de la pasada infancia pueblerina.

En su escudo se destacan además de la cruz y las colinas, un canasto, un azadón y un machete, herramientas infaltables en los campesinos sanjoseños para las jornadas en el campo donde se cultiva el café que también aparece con dos ramas en su escudo enmarcado en un corazón.

Además del café, se cultiva caña panelera, plátano, yuca y productos de pan coger para el sostenimiento de la familia; ganado Holstein, Normando y Cebú se destaca en sus potreros donde la leche y sus derivados son una fuente de ingresos complementaria; cerdos, peces y pollos complementan la producción pecuaria del municipio; varios ríos y quebradas cruzan su geografía y aportan agua para cultivos y cría de animales domésticos, así mismo generan una amplia biodiversidad con montes y llanuras donde sobresalen ardillas, monos, guatines, chigüiros, culebras y en general mucha fauna autóctona de las montañas andinas, en otras épocas la cacería era muy común y muchas familias vivián de comer “carne de monte” como popularmente era llamada la carne de estos animales pequeños.

Como muchos de los municipios de montaña, tiene el cerro de la Cruz desde donde se divisa los valles del rio Cauca y del rio Risaralda, el cerro Tatamá y varios municipios del Paisaje Cultural Cafetero, los nevados del Ruiz, Tolima y Santa Isabel; el alto de los Santos y su pista de parapente son un gran atractivo para este deporte que todos los fines de semana atrae a deportistas extremos a disfrutar del clima tropical y sus corrientes cálidas logrando planear y sostenerse en el aire por más de 30 minutos. Los montes de La Paz, Buenavista y Changuí ofrecen avistamiento de aves, aguas cristalinas y una amplia diversidad en fauna de pelo, mariposas e insectos.

Alojamientos rurales y recorridos turísticos hoy se destacan con un gran número de turistas que visitan el municipio que en su parte urbana parece una pintura y la rural se destaca por la policromía de verdes que va desde el verde oscuro del café hasta el verde claro de los guaduales, igualmente sobresalen los yarumos que con su verde grisáceo parece un árbol escarchado por el otoño canadiense.

Como muchos de los municipios del país, lleva un nombre religioso y ha sido llamado popularmente como “La Montaña Encantada”.

Septiembre de 2022