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Armenia  |  13 octubre de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

“Armenia, una ciudad sin sentido de pertenencia por lo público”: Diego Arango

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El ingeniero Agrónomo Diego Arango Moro recibió este miércoles la medalla al Mérito Cívico, otorgada por la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia, dentro de los actos conmemorativos de los 133 años de fundación de la ciudad.

En su discurso de agradecimiento, Mora se lamentó por la pérdida de sentido de pertenencia por lo público e hizo un llamado al sector educativo a retomar este tema en las aulas escolares.

Si esta nación quiere recobrar su sendero de grandeza, debe beber en la fuente de la formación de verdaderos ciudadanos, en la cultura ciudadana, como lo hiciera algunos años en Bogotá el exalcalde Antanas Mockus”, sostuvo Arango Mora al recibir la condecoración.

EL QUINDIANO presenta el discurso completo del ingeniero Diego Arango, exaltado por su contribución en la creación del Parque Nacional del Café, el desarrollo turístico del Quindío y el proceso de reconstrucción del Eje Cafetero.

“La palabra CÍVICO, según el diccionario de la Lengua Española DLE, proviene del latín CIVICUS, de CIVIS “ciudadano”, y el mismo diccionario define la palabra ciudadano como: “Hombre Bueno, comportamiento de la persona que cumple con los deberes de ciudadano, respeta las leyes y contribuye así al correcto funcionamiento de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad.”

Si bajo cualquiera de las múltiples acepciones de la palabra CÍVICO, encajó mi nombre para ser postulado a la MEDALLA AL MÉRITO CÍVICO 2022 otorgado por esta benemérita institución desde 1930 en representación de la sociedad civil por las tareas que he realizado a lo largo de mi vida en pro del desarrollo cívico, social y económico de la ciudad de Armenia y el Quindío, debo llenarme de orgullo y sentir que he cumplido la tarea.

Este recinto en el que hoy nos encontramos, y la anterior casona que albergaba a la Sociedad de Mejoras Públicas, son claros ejemplos de la palabra CIVISMO, pues fueron construidos por ciudadanos ejemplares que entregaron buena parte de sus vidas al servicio de la comunidad, y en especial, a su amada ciudad de Armenia.                                                                                                            

Catedral del civismo

Y bien cerca de acá, la Catedral de Armenia. La primera capilla de que se tenga noticia se construyó, con la fundación de Armenia, el 14 de octubre de 1889, que fue levantada en madera y paja con recursos recogidos para tal fin en un simulacro de mercado realizado ese día entre los colonos fundadores. En 1903 al Presbítero Vicente Antonio Castaño, se dio a la tarea de construir un templo digno de la próspera población en el lugar que ocupa la actual Catedral. Con limosnas de los fieles compró el señor Cura un solar en la plaza y edificó en él la casa cural, de dos pisos.

Por cerca de cinco décadas, la imponente construcción fue el centro católico de los quindianos hasta que el del 26 de septiembre de 1962, el primer obispo de la Diócesis, Monseñor Jesús Martínez Vargas, conformó la Junta general Pro-catedral encomendándole la responsabilidad de construir una nueva. Armenia, que vivía por esos años una euforia cívica sin precedentes, acogió la construcción de la nueva iglesia como un propósito colectivo.

La anterior, lamentablemente demolida, y la actual, fueron pues levantadas sobre los pilares de la palabra CIVISMO, literal y coloquialmente “a punta de empanadas”.                                         

El hospital San Juan de Dios

Ante la necesidad apremiante de un Hospital, el día 21 de septiembre de 1906, el reverendo padre Vicente Antonio Castaño, cura párroco de la población y el doctor Alejandro Londoño, se dieron a la tarea de fundar un Hospital y se dirigieron al Consejo Municipal, solicitando un solar en donde construirlo. El mismo Consejo según Acuerdo No.7 y Acta del 24 del mismo mes y año, aceptó y autorizó la compra, y con donaciones y dinero recogido entre los habitantes, se escrituró para el Hospital parte del lote. El señor Eliseo Arango elaboró y obsequió los planos para la benéfica obra.

Inmediatamente y por medio de convites promovidos por el párroco y el médico de la población se inicia la construcción del Hospital. El 20 de julio de 1911 se inauguró oficialmente el Hospital San Juan de Dios de Armenia, detrás de la actual catedral, con un festival del que participó toda la población.

El Seminario Mayor

A base de rifas, basares y festivales gastronómicos las gentes de Armenia y el Quindío construyeron el seminario mayor bajo la dirección de monseñor Roberto López Londoño; el Circo Teatro El Bosque, hoy abandonado a su propia suerte, convocada la ciudanía por el Club de Leones de Armenia.

Las remembranzas anteriores, solo para citar algunas de las grandes obras que pusieron la simiente de una gran ciudad, la Ciudad Milagro de Colombia, como la denominara Guillermo León Valencia. CIVISMO en el más profundo sentido de la palabra.

El Parque del Café

El 16 de noviembre de 1982 presenté al Congreso Cafetero de la época el proyecto mediante el cual se creaba el PARQUE NACIONAL DEL CAFÉ, para resguardar el patrimonio cultural que esta industria le ha dejado a Colombia,

mediante un proyecto turístico de gran formato, aprovechando la excelencia de la infraestructura del departamento, construida por el Comité de Cafeteros del Quindío. Además de este objetivo, buscábamos producir un impacto importante en la economía de la región. Siendo sinceros, lejos estábamos de imaginar el tamaño de la transformación que iría a tener el Depto. propiciada por el Parque. Hoy, este proyecto ha cambiado la economía del Quindío, pasando de la mono dependencia en los ingresos generados por el café, a más del 30% de PIB regional aportados por el turismo. Cerca de 2 millones de visitantes anuales; hoteles y hostales rurales que en conjunto ofrecen más de 27.000 camas; vuelos nacionales e internacionales con más de 300.000 pasajeros por año viajando por nuestro aeropuerto; nuevos y novedosos parques temáticos tales como EL JARDÍN BOTÁNICO DEL QUINDÍO, PANACA, RECUCA, PARQUE DE LOS ARRIEROS, entre otros; dos de nuestros municipios: Salento y Circasia, convertidos en importantes destinos turísticos en Colombia; restaurantes, cafeterías y almacenes que enriquecen la oferta gastronómica y comercial de la región.

Así que, ver mi nombre al lado de esos hombres y mujeres que tanto hicieron por Armenia y el Quindío, me hincha el corazón de emoción al pensar que mi desempeño como ciudadano estuvo a la altura de la definición que del mismo hace la Real Academia de la Lengua, citada anteriormente.

Sin sentido de pertenencia

Lamentablemente hoy el modernismo, la sociedad de consumo, el afán egoísta y desmedido por hacer riqueza, han alejado las palabras cívico, civismo, ciudadano y afines, de nuestras aulas escolares y de sus pénsumes, con el lamentable resultado de un gran número de hombres y mujeres sin sentido de pertenencia por lo público, sin respeto por la historia y por el patrimonio general. Si esta nación quiere recobrar su sendero de grandeza, debe beber en la fuente de la formación de verdaderos ciudadanos: la de la cultura ciudadana, como lo hiciera el exalcalde de Bogotá Antanas Mockus.

Termino agradeciendo, en mi nombre y en el de mi familia, a la SMP la distinción que hoy me entrega.

Mil gracias.

 

 

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