Hace 11 años Norberto Suárez López se volvió invidente debido a una crisis ocasionada por la diabetes que padece. Esta situación le cambió la vida a toda la familia, por lo tanto en compañía de su esposa Rubiela Díaz, con quien vive en el sector de Villa Carolina primera etapa, en Armenia, se ha dedicado a buscarle salidas a la discapacidad.

Es pensionado, luego de trabajar toda su vida como tecnólogo en Obras Civiles. A raíz de la discapacidad ingresó al SENA, donde aprendió a elaborar 17 productos entre ellos, artículos de aseo y a la extracción de aceites y sus derivados.

A sus 66 años, Norberto Suarez le revuelve marihuana a su vida, dice que la vende en pomadas que sirven para los dolores y que no la envuelve en cigarrillos.

Afirma que son pomadas sin químicos, se trata de un proceso fácil que hacen en su casa con la marihuana que compra en el centro de Armenia, aunque cuenta con el permiso para tener cinco matas en su casa, sin embargo prefiere no cultivarlas.

Los ungüentos de marihuana que fabrican Norberto y su esposa Rubiela, cuentan con todas las normas de higiene y los permisos del Invima y la Cámara de Comercio.

“El proceso es facilito”, dice este fabricante de unturas con base en marihuana para uso medicinal. Se hacen en 4 horas más o menos, se pueden lograr unas 6 fórmulas que le dejan aproximadamente un 45 por ciento de ganancia.

“Con estos productos elaborados con marihuana no llevo la obligación, pero si me ayuda mucho a solventar las necesidades de mi casa”, dice este humilde hombre, al señalar que trabaja con la marihuana pero no se dedica al narcomenudeo, ni se mantiene trabado.

Tiene esperanza en la marihuana porque le ayuda a llevar la vida, es un oficio legalizado, es medicinal y con su consumo no perjudica a la humanidad.