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Mascotas  |  29 enero de 2023  |  12:01 AM |  Escrito por: Administrador web

Cómo saber y qué hacer si mi perro tiene fiebre

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Una de las preocupaciones más comunes que sentimos los que compartimos vida con perros, gatos y otras mascotas es no percatarnos de que algo les ocurre. Al igual que nosotros, padecen enfermedades y muestran síntomas, pero no siempre es fácil detectarlas.

Debemos conocer las enfermedades más comunes que afectan a nuestros compañeros y también sus síntomas. Uno de los signos de que algo no va bien es la fiebre, pero, ¿sabemos cómo medirla?

Debemos saber que la temperatura normal de un perro oscila entre los 37.5°C y los 39.2 °C, siendo alrededor de los 38.5ºC la más habitual. Es bastante superior a la nuestra. Si la temperatura queda fuera de este rango es posible que nuestro perro tenga fiebre, si excede estos grados; o hipotermia, si se posiciona por debajo.

En el caso de los cachorros, esto puede variar, dado que su sistema es incapaz de regular la temperatura y puede posicionarse entre los 34.4ºC y los 36.1ºC. Después del primer mes y entre los 10 primeros meses, su temperatura habrá subido a los 37.5 y alcanzará la temperatura regular de cualquier perro adulto.

También hay que destacar que tras haber realizado ejercicio físico es habitual que la temperatura se eleve un poco, llegando incluso a los 40ºC, manteniéndose así durante un rato, al igual que nos ocurre a nosotros. Puede estar acalorado por la actividad física y solo deberemos estar pendientes de, si la temperatura exterior es también muy cálida, que no derive en un golpe de calor.

Se dice que los perros con mayor pelaje o pelo más grueso tienen temperaturas más altas que aquellos que lo tienen corto, pero nada más lejos de la realidad, lo cierto es que la temperatura de todos los perros sanos y adultos se sitúa en el umbral de los 37.5 o 39.2ºC. Si la temperatura se sitúa por debajo, nuestro perro puede requerir de medicación o atención veterinaria que ayude a regularla.

El mejor modo para medir la temperatura es emplear un termómetro digital e introducírselo al animal en el recto, siempre que se encuentre tranquilo y en reposo y se emplee vaselina para facilitar su introducción. Si el perro se encuentra nervioso y nosotros no nos sentimos seguros para realizar la operación, acudamos al veterinario para evitar hacerle daño.

También hay indicadores que nos podrán orientar acerca del estado de salud de nuestro peludo, como sus orejas y patas. Si alguna de ellas está extremadamente caliente, es probable que tenga fiebre.

Otra señal será si la nariz de nuestro perro está caliente y seca, a veces acompañada de una secreción de color amarillento; las axilas muy calientes o la boca más seca de lo normal. También si tienen los ojos acuosos o si presentan síntomas como escalofríos, debilidad o pérdida de apetito.

Las causas que pueden producir la fiebre son diversas, pero las más comunes son las infecciones por parásitos o bacterias, así como el contagio de algún virus o resfriados.

Siempre que la temperatura de nuestro fiel compañero sea superior a lo normal, se recomienda consultar con nuestro veterinario de confianza para atajar el origen y garantizar el buen estado de salud de nuestra mascota.

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