• SÁBADO,  20 ABRIL DE 2024

Columnistas  |  25 marzo de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Émerson Castaño

El neo-santanderista del piso 19

0 Comentarios


Imagen noticia

Émerson Castaño

Émerson Castaño

Ahora el “gobernador del Billón” promueve el espíritu santanderista para opacar sus desaciertos, líos y corrupción en el departamento del Quindío.

Y en vez de cumplirle a sus gobernados, Roberto Jairo Jaramillo, como presidente de la Federación Nacional de Departamentos, desde la institucionalidad, ha iniciado una campaña de desprestigio contra el presidente Petro. En los últimos días participó, en concierto con el resto de la reserva de gobernadores uribistas, del principio de una campaña de oposición contra el inquilino de la Casa de Nariño.

La capacidad cerebral simplemente les alcanzó para utilizar el escudo de la república de Colombia como herramienta política y, a través de ello, enviar un mensaje de inconformidad por el estado de inseguridad en algunas regiones del país. “Libertad y Orden”, fue entonces el trasfondo del asunto con fines de exigirle al presidente “mano firma” contra los grupos armados ilegales. Aún está poseído el nuevo opositor de marras de las ideas del que durante ocho años utilizó su política de seguridad para asesinar jóvenes y presentarlos como guerrilleros dados de baja en combate. Lo que proponen los gobernadores es volver a ese tiempo macabro y perverso donde asesinaron 6.402 colombianos. Y falta ver cuántos jóvenes están en los cementerios del Quindío.

Por lo visto entonces tenemos un gobernador que nos salió santanderista. Y quiere traer a estos tiempos el sueño de Francisco de Paula Santander (despiadado jefe de Estado 1832-1837), cuya política de gobierno consistía en utilizar el discurso del “orden” para controlar a sus antagonistas. Para materializar el discurso del “orden” en los cuerpos humanos, se requería de la fuerza de la ley. La validez de la coacción. Además, es un modo de ver el mundo donde primero se debe de respetar la ley y, dependiendo de la obediencia del rebaño, se evaluará si se habilita ámbitos de libertad. La fórmula de “Libertad y Orden”, tenía que ser monopolizada por el Estado. Santander en su tiempo, y ahora los neo-santanderistas, hacen más énfasis en el “orden”.

Santander en su época tenía el control del senado y cámara, y para no correr el riesgo de que su legado arbitrario fuese abolido, hizo que se aprobara la ley 3 del 9 de mayo de 1834.

En apuntada ley quedó el esquema simbólico de una Colombia-sangrienta para la eternidad: “Artículo 4: Estará el escudo sostenido en la parte superior por una corona de laurel, de verde, pendiente del pico de un cóndor, con las alas desplegadas y en una cinta ondeante, asida del escudo y entrelazada en la corona, se escribirá sobre oro, con letras negras, este mote: “Libertad y Orden”. Desde entonces se ha creído que dicho lema es compatible para construir nación. Tanto el gobernador del Quindío, como el resto del bloque de presión de gobernadores, siguen creyendo que la libertad se alcanza haciendo uso de las armas, y ni se acercan a la noción de ley como medio para ampliar libertades.

No obstante, es una buena estrategia publicitaria del neo-santanderista del piso 19 que, desde la Federación Nacional de Departamentos, tiene el objetivo de ocultar los líos internos de su departamento. Y más allá de tal consideración, es una forma de consolidar un bloque de gobernadores para exigir más mermelada para sus aliados locales. Y sería muy ingenuo el presidente Petro si le come cuento. Roberto con su senador liberal (Juan Pablo Gallo) y su representante a la cámara (Piedad Correal Rubiano), necesitan más contratos y manejo de otras entidades de orden nacional. No es suficiente para ellos que Petro les haya facilitado la administración de la Contraloría General de la Nación en el Quindío.

Se le olvida al “gobernador del Billón” que su departamento no es un remanso de paz. Y no ha hecho lo suficiente para reducir la delincuencia común que tiene azotada la ruralidad del Quindío. Y no es propiamente porque sus actores irregulares hagan parte del clan del golfo, sino que es una delincuencia originada por las escasas oportunidades de una juventud obligada a buscar otros medios de sobrevivencia.  En el Quindío asesinan uno o dos jóvenes, por día.

 
PUBLICIDAD

Comenta este artículo

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net