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Columnistas  |  06 junio de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Armando Rodríguez Jaramillo

Navarco, el embalse que no fue

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Armando Rodríguez Jaramillo

La Organización Meteorológica Mundial advirtió en mayo que a la crisis climática mundial se le une ahora El Niño, fenómeno con repercusiones globales que aumenta la temperatura en determinadas zonas del océano Pacífico y que acrecienta la probabilidad de que, en los próximos meses y por los siguientes cinco años, se dé un significativo incremento de la temperatura del planeta que podría superar el umbral de los 1,5 °C de calentamiento que determinó el Acuerdo de Paris de 2015. Por consiguiente, según el Ideam, es alta la probabilidad de que a partir de agosto se presente en el país el fenómeno del Niño, lo que hace prever que disminuyan las lluvias y aumenten las temperaturas, mezcla perfecta para que se presente escasez de agua.

Una historia que se olvida

Esta alarma global me trajo a la memoria el Plan de Desarrollo Agrícola Integrado de la Cuenca del Quindío formulado en 1987 por la JICA del Japón y la CRQ que por aquellos años dirigía Julián Serna Giraldo. Entre varias iniciativas, el plan propuso la construcción de un embalse multipropósito sobre el río Navarco, afluente del río Quindío en Salento, que serviría para alimentar los acueductos urbanos y rurales de Armenia y municipios vecinos y para abastecer sistemas de riego agrícola.

Una década después, en 1988, el Corpes de Occidente bajo la dirección de Bernardo Moreno Villegas hizo el estudio preliminar del acueducto regional que se abastecería de la represa e incluía una planta de potabilización y una red de distribución por gravedad para Circasia, Armenia, Calarcá, La Tebaida, Montenegro y Quimbaya, lo que suponía la articulación de Empresas Públicas de Armenia, Empresas Públicas de Calarcá y Empresa Sanitaria del Quindío -ESAQUIN (hoy Empresas Públicas del Quindío).

Luego, en 2006, se hicieron los estudios preliminares con los que ESAQUIN inscribió el proyecto ante el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, y en 2007 se realizó la Fase I de los estudios de prefactibilidad y diseño conceptual del Embalse Multipropósito por contratación entre la Gobernación y ESAQUIN con la Unión Temporal Embalse Quindío -UTEQ. Entonces el proyecto fue incluido en el Plan Nacional de Desarrollo 2006 – 2010 lo que facilitó que en 2009 FONADE contratará con Selfinver Banca de Inversión una consultoría para la Estructuración del proyecto Embalse Multipropósito del Quindío y presentó en 2010 un informe sobre la afectación económica de un eventual racionamiento de agua para Armenia, Circasia y La Tebaida.

Por aquellos años se pensó en destinar para la construcción del embalse, a modo de capital inicial, los recursos recibidos por la venta de la EDEQ al Grupo EPM, el cual pagó a la Nación $36.000 millones, al departamento $10.400 y a EPA una cifra un poco superior, además de otros montos menores a los restantes municipios. Pero lo recibido por EPA y los municipios fueron invertidos en otras prioridades mientras que el Departamento depositó su parte en una cuenta con destinación específica para el embalse, dineros que en la administración de Sandra Paola Hurtado fueron parcialmente invertidos en pozos sépticos.

Estos antecedentes condujeron a que en julio de 2010 los ministros de Hacienda y de Ambiente (Óscar Iván Zuluaga y Carlos Costa Posada), el director del DNP (Esteban Piedrahita Uribe), el gobernador del Quindío (Julio César López E.), el director de la CRQ (Carlos Alberto Franco C.), la alcaldesa de Armenia (Ana María Arango A.) y los alcaldes de Salento y Circasia (Jorge Ricardo Parra y Patricia Mora Ocampo) firmaran un Memorando de Entendimiento comprometiéndose a desarrollar las acciones necesarias para garantizar el abastecimiento de agua potable en Armenia y otros municipios, la continuidad en el suministro respetando los parámetros y caudales ecológicos definidos en la Resolución 023 de 2010 de la CRQ y propendiendo por la sostenibilidad técnica y financiera del proyecto del embalse multipropósito garantizando los aportes de cada una de las partes.

Para tal fin, el Ministerio de Ambiente, a través de FONADE, gestionaría la contratación de los estudios de factibilidad avanzada en los componentes financiero, técnico, social y ambiental, e ingeniería básica del embalse y de las obras complementarias requeridas para su construcción. Para ello, realizaría ante el DNP y el Ministerio de Hacienda las gestiones presupuestales para la consecución de los recursos por un monto aproximado de $3.800 millones. Cumplido lo anterior, la Nación a través del Ministerio de Hacienda aportaría al esquema de financiación del proyecto el saldo de los ingresos disponibles recibidos por la venta de su participación accionaria en la EDEQ estimados en $36.000 millones y que serían incluidos dentro del Marco Fiscal de Mediano Plazo y del Marco de Gasto de Mediano Plazo 2011 - 2014 que se presentaría a aprobación del CONPES.

En cuanto a los compromisos locales, los municipios de Salento y Circasia apoyarían la gestión predial para el inventario, la identificación catastral, evaluación jurídica y avalúo, para la elaboración de las fichas prediales de los inmuebles que fueran necesario adquirir o afectar para adelantar la construcción del embalse. Por su parte la Gobernación del Quindío, el municipio de Armenia y los demás municipios que se vincularan, gestionarían las disponibilidades presupuestales necesarias para comprometer los recursos para la cofinanciación del proyecto, las obras complementarias y su operación.

Luego, el Ministerio de Ambiente y la Gobernación del Quindío decidieron aunar esfuerzos con el objeto de contar con recursos suficientes para contratar los estudios definitivos del proyecto. En 2012 se realizó el estudio de precios de mercado para determinar la viabilidad y los estudios técnicos definitivos, obras anexas y plantas de tratamiento para agua potable y redes de conexión y distribución para aumentar cobertura en Armenia, Salento, Calarcá, La Tebaida, Montenegro, Circasia y Quimbaya con sus respectivas áreas rurales. Finalmente, en febrero de 2013, FONADE publica una oferta cerrada para contratar los Estudios para la Viabilidad y Estudios Técnicos Definitivos del Proyecto del Embalse del Quindío con un presupuesto oficial estimado de $3.565.061.830 y un plazo de ejecución de 8,5 meses, cuyos resultados se entregaron en 2014. Por aquellos años algunos cuestionaron el embalse aduciendo que el riesgo de un desabastecimiento de agua era menor, que su impacto ambiental sería enorme y que la zona era atravesada por fallas geológica que elevarían la inversión, posiciones rebatibles con la información técnica disponible.

Finalmente, con estos antecedentes, el Congreso sancionó la Ley del Cincuentenario o Ley 1803 del 01 de agosto de 2016 con la que la Nación se asoció a la conmemoración de los cincuenta años de creación del departamento del Quindío y autorizó al Gobierno Nacional para que asignara en el presupuesto de la Nación las partidas presupuestales necesarias a fin de ejecutar varios proyectos para el desarrollo del Quindío, entre los que estaba la construcción del Embalse Multipropósito.

La oportunidad perdida

Aun así, las gestiones y estudios realizados entre 1987 y 2016 que permitieron contar con la prefactibilidad del proyecto, con su diseño conceptual, con los estudios de cálculo hidrológico que evaluaron eventuales racionamiento de agua, con la evaluación económica del embalse, con los estudios y diseños definitivos para la construcción de la presa y con su inclusión en la Ley del Cincuentenario, del proyecto no se volvió a hablar pese al enorme crecimiento urbano y a los procesos de conurbación entre Armenia, Calarcá, La Tebaida, Circasia, Montenegro y Quimbaya, al progresivo impacto del turismo y al deterioro paulatino de la cuenta alta del río Quindío.

Ignoro qué pasó con los recursos que la Nación y el Departamento recibieron de EPM por la venta de la EDEQ y que irían a financiar el proyecto; ni cuál fue el seguimiento que se hizo al memorando de entendimiento firmado en 2010, ni en que quedaron los estudios definitivos del proyecto entregados en 2014 y si los gobiernos y congresistas locales gestionaron la Ley del Cincuentenario. Lo realmente asombroso es que un proyecto de esta naturaleza no sea mencionado por entidades como la CRQ que, con la JICA, fueron las primeras en hablar del embalse en 1987; ni por las Empresas Públicas de Armenia, las Empresas Públicas de Calarcá y las Empresas Públicas del Quindío que son prestadoras del servicio de acueducto. De igual forma, tampoco hace parte de los planes de desarrollo del departamento y los de los municipios beneficiados, ni del Plan Estratégico de la RAP del Eje Cafetero y Tolima, ni de la Ley 2294 del 19 de mayo de 2023 por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026.

La historia se encargará de decir porqué los dirigentes contemporáneos abandonaron el proyecto del Embalse Multipropósito del Quindío que estaba dotado de estudios y diseños y de instrumentos de financiamiento con cargo al presupuesto de la Nación. Como «la oportunidad no toca dos veces la misma puerta», las consecuencias de lo que se haga o se deje de hacer serán asumidas por los jóvenes de hoy y por la siguiente generación de quindianos.

 

Correo: [email protected]   /   Twitter: @ArmandoQuindio  /  www.quindiopolis.co

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