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Columnistas  |  20 marzo de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Danilo Gómez Herrera

El fútbol profesional llegó a Armenia con San José

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Danilo Gómez Herrera

La tranquilidad de la pequeña ciudad cafetera denominada la “Cola de Caldas” en aquel tiempo, fue alterada con la aparición de 14 extranjeros. Es cierto que para sus pobladores no eran ajenos  los apellidos y acentos llegados de otras latitudes porque la fiebre del “grano rojo” permitió que Italianos, españoles y sirio libaneses, entre otros, establecieran prósperos negocios en la ciudad Milagro de Colombia.

Pese a ello los nuevos huéspedes alborotaron todo el orden local. Se trataba de los primeros futbolistas profesionales que se instalarían en la tierra del “Tigrero”. La locura colectiva desatada en las calles frente al Hotel Atlántico, el mejorcito del pueblo, con la llegada de Próspero Fabrini y sus muchachos, se trasladó al pequeño estadio construido en 90 días.

Allí el lunes 19 de Marzo de 1951 los curiosos no salían de su asombro por la llegada del nuevo espectáculo, el fútbol profesional. Tres años antes en Colombia se había inaugurado el campeonato organizado por la Dimayor, y en Armenia no podían quedarse atrás de sus vecinos de Pereira y Manizales que ya sonaban muy fuerte por cuenta de la nueva fiebre nacional alrededor de un balón.

Los muchachos del Wanders

Éste no era un equipo organizado ni inscrito ante la AFA, fue más bien un grupo de amigos que inició una aventura en un país desconocido para ellos, y según me lo declaró Roberto Urruti en cierta ocasión, la historia comenzó de la siguiente manera… “Precisamente yo estaba en Argentina y pasaba de Tiro Federal al Huracán de Buenos Aires. En ese equipo jugaba Casimiro Ávalos, quien se venía a Colombia para jugar con el Pereira. Yo tenía casi todo definido, pero vinieron Emilio Reubens y Próspero Fabrini y me dijeron, ¡Vámonos a Colombia, que en Colombia hay plata, mucha plata! Bueno, les dije que sí y aquí llegué. Jugamos algunos partidos amistosos en varias ciudades y luego nos instalamos en Medellín; allí llegó la gente del Quindío y nos compró a todos, recuerdo que el primer jugador que firmó fui yo”. Sentenció Urruti.

Según el testimonio brindado a quien escribe estas líneas por parte de Nepomuceno Jaramillo, uno de los fundadores del equipo, cuando el Deportes Quindío debutó en Bogotá el sábado 10 de marzo los jugadores no conocían la ciudad que estaban representando. El dirigente manifestó que…“Fui comisionado por los directivos del equipo para viajar a Medellín donde estaban instalados los futbolistas rosarinos y allí se firmaron los contratos con 14 jugadores. Luego mandamos a estampar los uniformes y estuvimos de acuerdo en destacar la “V” en pecho y espalda, porque como buenos lectores de la revista El Gráfico de Argentina nos entusiasmamos con el diseño de la camiseta del Velez Sarsfield”, contó don Nepo, qepd.

Mientras el grupo de jugadores viajaban desde Medellín para enfrentar al equipo Universidad en su estreno en la Liga colombiana, desde Armenia despacharon los uniformes hacia Bogotá donde se dio el feliz estreno con victoria 1  x 0 con  gol de Alfredo La Spina. El partido se disputó en el estadio de la Universidad Nacional. Nota: ese equipo Universidad representó a Pereira en el primer torneo de la Dimayor en 1948, pero el asunto no prosperó y se trasladó a Bogotá.

Nadie podría parar esta locura que se inició en charlas de café en el Bar Colombia de Armenia, la iniciativa de unos dirigentes pioneros que se comprometieron ante la Dimayor sin tener equipo, estadio ni dinero; sólo el entusiasmo y los deseos de un grupo liderado por Alfredo Sanín un funcionario bancario local.

Desde el primero de agosto de 1950 cuando fue registrado el Deportes Quindío S.A. en la Notaría segunda de Armenia, no pararon las actividades para recolectar el dinero, que fue aportado por los pequeños caficultores a través de unos bonos con valor nominal de 1 peso y que fueron convertidos en 80 mil pesos de la época gracias al aporte de muchos y al entusiasmo general. En 90 días se levantó el estadio y se atendieron visitas de inspección al escenario por parte de la Dimayor.

Este ha sido un caso único en Colombia porque si bien en la denominada época de “El Dorado” los equipos estaban integrados en su mayoría por futbolistas extranjeros, el movimiento osado de los quindianos superó todas las expectativas y se adquirió un equipo procedente de Rosario Argentina. Estos hábiles futbolistas se integraron rápidamente a la sociedad quindiana, muchos de ellos montaron negocios, y algunos  se casaron con damitas cuyabras y levantaron familia. Y dos de ellos, Roberto Urruti y Manuel Dante Pais se quedaron hasta su muerte en suelo quindiano. (Dante Pais llegó al Quindío en 1952  procedente del Club Patria de Ecuador)

Granos de café en Dólares

Así fue el negocio para conformar al Deportes Quindío: Emilio Reubens quien era el empresario del equipo foráneo recibió 22.500 dólares por la firma de los contratos de 14 futbolistas, y 3000 dólares para él  por ceder los derechos sobre el Wanders.  Salario mensual de todo el equipo  5.250 dólares, prima por partido ganado 40 pesos, por partido empatado 20 pesos. El derecho de afiliación, o ficha ante la Dimayor tuvo un costo de seis mil pesos.

Los catorce jugadores fueron: Luis Ángel Bianchi y Américo Tissera, arqueros; Enrique Mafei, Manuel Sánchez, Enrique González, Francisco Lombardo, Nicolás Carugno, Ramón Mandarini, Mario Garelli, Alfredo La Spina, Alberto Belén, Orlando Cuello, Elger Alarcón y Roberto Urruti.

El día de San José

Deportes Caldas que venía de consagrarse Campeón del fútbol colombiano en 1950 fue el rival del Deportes Quindío el 19 de marzo de 1951, lunes festivo de San José. Un grande cayó en el nuevo estadio en la primera fecha del fútbol profesional en Armenia.

Mientras el público ingresaba al escenario se apreciaba a los obreros haciendo los últimos ajustes con golpes de martillo, movimiento de tierra y embellecimiento del estadio de la cañada, que fue inaugurado con triunfo 3 x 1 sobre Deportes Caldas. El primer gol en el estadio San José fue convertido por Roberto Urruti.

Los hinchas que llenaron el San José pagaron por una boleta: sol general y sombra niños 3 pesos,

Sombra general 7 pesos,  sombra numerada 10 pesos y  gramilla 8 pesos. Con el impulso de los futbolistas rosarinos Deportes Quindío fue sub campeón de Colombia en 1953 y 1954. Ese año se marcharon los dirigentes particulares y se fueron muchos de los jugadores por el famoso Pacto de Lima. Entonces el equipo fue comprado por el Municipio de Armenia que le dio el nombre de Atlético Quindío y dos años después logró el título del fútbol colombiano en 1956, la única estrella en su escudo.

67 años después de su fundación no queda ni sombra de ese entusiasmo y amor por la ciudad Milagro, ni del talante de los dirigentes  pioneros. La hinchada se extinguió y unos pocos estoicos asisten al hermoso estadio Centenario para ver el fantasma de lo que fue el glorioso Deportes Quindío. Ah, y ya no juega en la primera división. Ahora es simplemente una vitrina para promocionar jugadores.

 

 

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