Esta madrugada de martes Santo dejó de existir el maestro Luis Ángel Moreno, uno de los más prolijos autores y compositores del Quindío. Nacido en Pereira, el 22 de noviembre de 1922, pero refugiado en Armenia desde la década de los sesenta, Moreno se le reconoce por canciones tan afines a la tierra como el pasodoble La feria milagro.

Más de 400 canciones quedaron en su pentagrama personal. La ruana blanca, un bambuco en homenaje al autor risaraldense Luis Carlos González, una de sus más querida canciones. Grandes artistas grabaron su música, como Lucho Ramírez, que popularizó su canción Huellas. Conrado Cortés le cantó Tus reproches.

Luis Ángel Moreno fue baterista e integró la orquesta del maestro Agustín Payán Arboleda, según cuenta el cronista Libaniel Marulanda. “Luego, como cantante de la orquesta de Luis Posada Gómez, hizo su primera grabación, en una época cuando los cantantes debutaban con un par de temas en un disco de 78 revoluciones, con el cual entraban del todo o salían del panorama fonográfico. El debut en el acetato lo hizo nuestro compositor y cantante con dos temas de su autoría: “Aquel amor” y “Nada queda”. Y como el debutante pasó la prueba, a tiempo que conformaba su propio grupo, la firma Codiscos lo vinculó con otro acetato”.

Según Marulanda, ese período corresponde su experiencia vocal con una de las figuras emblemáticas de la canción tropical, la orquesta del maestro Edmundo Arias, con quien grabó sus temas: “Nuestra Luna “y “Engañada”. Creó la orquesta del club América, que estuvo en los escenarios regionales durante un poco más de ocho años. Él, Luis Ángel Moreno, era su voz principal. También integró otras agrupaciones como el trío Los galantes y Los inolvidables.

Su muerte, a los 96 años de edad, enluta el pentagrama regional. El maestro Luis Moreno estuvo en su lecho de enfermo en las últimas semanas en un cuarto de su vivienda en el barrio La Patria. Su velación se realizará en la sala los Olivos. Aún no se define la hora de sus exequias.