Es oxidada en su totalidad, no tiene pintura, el tanque de gasolina son tres extintores de incendios, y unos tubos de PVC guardan en los laterales el cableado al aire libre. Toda una sensación de la que se habla hasta en el extranjero.

Por Rubén Darío Varela

En Armenia se ha visto una que otra moto con llantas estrambóticas, y muchas con modificaciones en los chasis, rines, faros, guardabarros, en fin, detalles que las hace ver un poco diferentes a las de las demás, pero la motocicleta del europeo Jhon Micallef, definitivamente rompió todos los esquemas, al tener, según dicen muchos, la moto más rustica, solida, grande, diferente y salida de todo contexto, no solo de Armenia, sino de todo Colombia.

Y es que no era para menos, el tanque nada más y nada menos conformado por tres extintores de incendios, su conformación con un complejo sistema de cableado oxidado, sus direccionales que superan el metro de longitud, su batería y exploradores en la parte delantera, extrañas farolas y tubos de PVC que adornan los laterales del vehículo, son solo algunos de los detalles que hacen de “Arpía”, la moto irreverente más rara que se haya visto en la ciudad.

Narra Diego Gabriel Franco Peláez, su fabricante, que esta moto es única no solo en la ciudad, sino en el país, y que incluso ha causado tanto impacto que harlistas europeos la siguen y la admiran en redes sociales, tras nunca haber observado una moto tan imponente y fabricada con un estilo tan rustico, motivo por el cual, el maltes John Micalleft, no dudó en adquirirla con la intención de tener el privilegio de exponerla en un futuro en Malta, país europeo de donde es originario.

“El objetivo era fabricar una moto que no contara con un color de pintura con el que cuentan todas las motociclistas, su formación oxidada le da un estilo diferente, pos apocalíptico. Fueron más de dos años que me tardé fabricándola, y ahora vemos los resultados con una motocicleta que ya rompido todos los esquemas y que sin duda alguna marca la tendencia por su notable diferencia”, aseguró Franco Peláez.

A futuro

No obstante, a Diego Gabriel Franco el hecho de fabricar la moto más rustica y nunca antes vista en Armenia poco o nada le basta para seguir trabajando y hacer de la ´Arpía´, una de las motocicletas más extrañas de las que se tengan registro en el país, por tal motivo asegura él, que en el transcurso de este año, el objetivo es adecuarle otra llanta en la parte delantera para convertirla en la primera trimoto oxidada que se haya fabricado en Colombia.

Mientras eso sucede, la ´Arpía´, continúa marcando tendencia en las redes sociales, siendo sensación no solo en los harlistas colombianos, sino del extranjero que desean la oportunidad de verla personalmente y porque no, animarse a fabricar un vehículo similar a esta motocicleta, siendo la más famosa creación de Diego Gabriel Franco, integrante del club de harlistas, Templas, y, quien se ha dado a conocer en la ciudad milagro por fabricar otro tipo de motocicletas curiosas.

“Además de Arpía, también se han fabricado otro tipo de motos con estilos extraordinarios como por ejemplo una que se diseñó no hace mucho con 10 ventiladores en la parte delantera, seis exploradores en la parte de adelante, y lo más singular con una sirena que tiene el pito de un carro viejo, moto que también ha causado cierta sensación”, expresó  Franco.