Cada año la cita ha sido cumplida puntualmente entre el público y el séptimo arte, pero esta vez el Festival Quindiano de Cine y Video decide hacer un alto en el camino, reinventarse en toda su estructura y regresar con nuevos aires para el 2018.

Luego de catorce años ininterrumpidos proyectando el mejor cine del mundo y siempre con una buena asistencia, excelentes conversatorios, foros, conferencias y talleres de alto nivel junto a grandes invitados, este encuentro audiovisual se detiene. Hace un receso y decide comenzar a transformarse por el bien de su público y la cinematografía de la región.

Alejandro Herrera Uribe, su fundador y director, nos cuenta que esta pausa es con el propósito de que los espectadores se hagan más participes dentro del evento.

“Buscamos salirnos del papel de público pasivo y entrar en la búsqueda de formar e incentivar a la realización cinematográfica en el Quindio. No como una escuela de cine, solo queremos despertar y descubrir esas miradas que existen en la región a través de su gente y hacer que nos cuenten sus historias, sus entornos desde la provincia. Historias que también son nuestras y ayudan a formar una identidad”.

De igual modo el certamen está en la necesidad de crecer y ser reconocido dentro del circuito de festivales colombianos, por lo cual ha entrado en alianza con otros encuentros cinematográficos para aportar su experiencia de 14 años y retroalimentarse en lo que quiere mejorar.

“No queremos simplemente ser uno más, queremos ser propositivos y marcar una diferencia cultural con otros festivales del país” declaró Herrera.

Esperamos pues, por el amor al cine, que los nuevos y buenos aires en el año entrante, le permitan volver a nuestra agenda cultural anual para seguir fortaleciéndola con todas y cada una de sus funciones.