• SÁBADO,  27 ABRIL DE 2024

Columnistas  |  30 marzo de 2024  |  12:00 AM |  Escrito por: Aldemar Giraldo

Un regionalismo peligroso

0 Comentarios


Aldemar Giraldo

Aldemar Giraldo Hoyos

Colombia y muchos estados modernos han vivido experiencias relativas a su administración; unas veces han sido federalistas y otras, centralistas; la Constitución, en su artículo 1°, estructura el Estado colombiano como una república descentralizada y con autonomía de sus entidades territoriales, modelo que busca “fortalecer la unidad desde la diversidad, mediante el reconocimiento de la variedad biológica, política, jurídica, territorial, religiosa”. En nuestro caso, república unitaria implica un solo legislador; descentralización consiste en la facultad que se otorga a entidades diferentes del Estado para gobernarse por sí mismas, a través de la radicación de ciertas funciones en sus manos y autonomía significa la capacidad de gestión independiente de los asuntos propios.

Existe una correlación entre autonomía y descentralización, de manera que todo órgano autónomo es, también, descentralizado, pero no todo órgano descentralizado es autónomo y esta afirmación merece un cuidado especial; de acuerdo con nuestra Constitución, las entidades territoriales se autodeterminan, pero sin desconocer su sujeción al Ordenamiento Superior, el cual le da cohesión al Estado; así, las entidades territoriales colombianas gozan de autonomía política, administrativa y fiscal dentro de los límites de la Constitución y la ley.

Pero, no se trata de un estado federal en el que las distintas competencias constitucionales son distribuidas entre un Gobierno central y los estados particulares que lo conforman; tampoco, una asociación de Estados que pretenden mantener su propia individualidad política y administrativa, pero unidos por un poder de cohesión nacional interna y con una identidad única en el plano internacional.

Creo que el departamento de Antioquia quiere revivir el federalismo conservador que se construyó durante el régimen radical, fundado, básicamente, en la defensa de la región, en un relativo aislamiento político del centro y de los demás departamentos, en el cuidado de sus riquezas por parte de las élites de los partidos tradicionales, con apoyo de la iglesia católica. Quieren mostrar un protagonismo exagerado y asumir funciones que no son propias de esa entidad territorial, en detrimento de la unidad nacional; solicitan la cesión de los contratos correspondientes a importantes proyectos viales en su departamento. Ante la negativa del Estado, buscan reunir un billón de pesos para concluir una obra crucial para ellos: el Túnel del Toyo. Dicen haber recibido apoyo de la ciudadanía y la industria, pero sin control del origen de los fondos; ya recibieron el óbolo del Clan del Golfo. Veremos en qué para esta teletón salida de los cabellos. No me asusto cuando veo mensajes en redes sociales que dicen: “Antioquia, nación independiente”. Cuando el río suena, se ha ahogado un músico.

PUBLICIDAD

Comenta este artículo

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net