Después de la resaca electoral desenguayabamos un poco embriagándonos de fútbol en plena víspera del Mundial Rusia 2018, Colombia fiel a su tradición de festejar a rabiar sus derrotas sale con la frente en alto a gritarle al mundo, “perdimos pero participamos” consigna no muy adecuada para el escenario deportivo pero que cae como anillo al dedo para el político. Ganó Duque, perdió Petro, el alcalde preso, la terna que parece docena y todo el acontecer enrarecido de la cotidianidad quindiana. Una mezcla entre incertidumbre y confusión, los medios más mediáticos y sensacionalistas que nunca los ciudadanos nos quitamos el gafete de analista político, nos ponemos el de técnico de fútbol y así sucesivamente dependiendo de la ocasión. Una tensa calma ronda los directorios y mentideros políticos del departamento así como todas las dependencias del CAM y CAD respectivamente, que Gaviria dijo, que el gobernador mandó, que fulanito se fue y zutanito llegó pero en síntesis nadie sabe mucho sobre cómo se va a rearmar este ajedrez roto. Si algo ha caracterizado la política quindiana es la incoherencia, los ires y venires, las conveniencias, el tapen - tapen. En últimas este pueblo es muy pequeño, los enemigos de hoy son los amigos de mañana y viceversa pero hay un valor agregado esta vez la carencia de nuevos liderazgos tanto sociales como partidistas y políticos están movilizando la ciudadanía hacia lo que podría ser una cadena de errores involuntarios. La desesperación por la actual situación administrativa del municipio de armenia heredada de la administración anterior y los antecedentes de los últimos tres gobiernos departamentales anteriores al actual que preside el padre Osorio alimentan el caldo de cultivo basado en indignación, tristeza y rabia que se cierne sobre la ciudadanía. Quizás esa maldita costumbre de votar en contra de o a favor de quien; es la única responsable de todo lo que le ha venido pasando a este “pedacito de cielo” la consigna de salir a votar emberracados nos puede conducir fácilmente a dejar los destinos de nuestro departamento en manos inexpertas u oportunistas ya que no faltará quien venga a presentarse como el salvador de este desastre desconociendo quizás de forma mezquina los avances y buenas actuaciones que también ha tenido tanto la administración municipal como la departamental. Quienes fueran fórmula en un momento y salían en la publicidad electoral asemejando el poster de los “Men in Black” me refiero al alcalde legítimo de armenia Carlos Mario Álvarez y al gobernador del Quindío Carlos Eduardo Osorio, unidos por una causa en campaña y separados por cosas de la vida y el poder. El ojo del huracán que estamos atravesando en este momento no nos puede distraer de la gran responsabilidad que trae el año electoral que se avecina. Nuevas alianzas, nuevos mesías, nuevas propuestas y muchas movidas debajo de la cuerda, tenemos que estar muy vigilantes para no pasar por alto estas artimañas politiqueras que ya se están fraguando desde los lugares menos imaginados. O quizás desde otras ciudades porque aquí parece que mandan más los de afuera que los propios. Ciudadanos, ojo pelado, capacidad de discernimiento y mucha cautela a la hora de inclinar su balanza personal. No busquemos responsables entre nuestros políticos cuando los únicos responsables de que ellos sean nuestros políticos somos nosotros.