Los esposos Astrid Franco y Carlos Vieria muestran sus trabajos de pintura en óleo, cerámica y vitrofusión en la sala de exposiciones Roberto Henao Buriticá, ubicada en el primer piso enseguida del edificio de la gobernación del Quindío.

Ella
Educadora apasionada y desde hace muchos años trabajando en diferentes frentes del arte, se dedicó con disciplina desde hace un año en una obra experimental bajo la técnica denominada vitrofusión, en la que el vidrio se somete a temperaturas de hasta 800 grados celsius para ser fundido, manipulado y luego darle múltiples formas, texturas y colores, dejando como resultado algo simplemente bello.

“El vidrio es como la vida, así somos las personas, duras pero también frágiles, sensibles, transparentes y muchas veces caemos y nos fracturamos”.

Asegura la artista que siempre tiene una sonrisa amable y sincera para su interlocutor.

Él
Por su parte el pintor Carlos Vieria, que entre otros talentos la vida lo dotó con el de la música, en esta oportunidad deja ver una pasión que desde niño lo acompañaba con formas y dibujos, y solo mucho tiempo después ahora ya maduro, la expone en el óleo y en una técnica de pintura en cerámica donde hay mil grados Celsius y un horno de por medio.

Con este último método de expresión el maestro Vieira ha podido plasmar los rostros de los poetas León de Greiff y Porfirio Barba Jacob en el metro de Medellín, donde resisten los embates del día a día y el trajín de la gran urbe, mientras el autor sigue experimentando a gran escala con otros murales.

Pero lo del maestro Vieria también son los rostros en el óleo. Por eso busca inmortalizar en la efímera existencia, las miradas, los gestos y las posturas del ser humano, pretendiendo adentrarse en el alma de sus personajes bidimensionales para darle algo de que hablar y sentir a los visitantes de su obra.

Ambas exposiciones en un mismo lugar, estarán abiertas sin costo alguno al público hasta el próximo 30 de julio.