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Armenia  |  15 octubre de 2017  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

“Construir y no destruir, así es como se hace el verdadero Civismo”, dijo el presidente de la SMP al imponer las medallas a los méritos cívico y cultural

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Por Orlay Muñoz Marín

Durante 90 años, la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia, inspirada en los más encumbrados valores del civismo y la solidaridad, ha sido la institución que por excelencia ha defendido las más nobles causas de la ciudad, que cumple por estas calendas 128 años de existencia.

Tradicionalmente, en el marco de la celebración del cumpleaños de la ciudad, la Sociedad de Mejoras Públicas otorga dos reconocimientos a las personas o instituciones que con una elevada vocación de servicio, amor por el terruño y sentido de pertenencia, llevan o llevaron a cabo obras magníficas que en diferentes áreas han contribuido al progreso social, espiritual, humano y cultural de nuestra región.

El Mérito a una matrona

Una de ellas, la Medalla al Mérito Cívico, que desde 1954 se viene imponiendo, corresponde este año, a la queridísima matrona María Jesús Rojas de Giraldo, verdadero ejemplo de bondad, civismo y servicio silencioso a los más necesitados.

Una vez llegada a Armenia, nuestra admirada María Jesús inicia sus labores de voluntariado como integrante de las Damas Grises de Armenia, adscritas a la Cruz Roja Colombiana, Seccional Quindío. Se dedica, entonces, en el Centro de Salud San José de la Caja de Compensación Comfamiliar- Quindío, a la realización de acciones como curaciones, toma de presión, inyectología y otras labores de enfermería, tanto en consulta médica como odontológica y sicológica, ya que previamente se capacitó durante dos años en el hospital San Juan de Dios y en la propia Cruz Roja. Vale destacar que fue secretaria, tesorera y luego, entre 1975 y 1980, presidente de ese voluntariado.

Apoyó incansablemente las labores del Banco de Sangre, que por ese entonces funcionaba en el hospital San Juan de Dios, y participó activamente en las diferentes jornadas de donación de sangre que se realizaban en aquella época.

Voluntaria en la entrega de mercados en convenio con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en la elaboración de canastillas con elementos básicos para los bebés próximos a nacer en hogares de escasos recursos económicos, también realizó centenares de visitas domiciliarias y de seguimiento a pacientes con cáncer, diabetes y a madres gestantes. Con su sola presencia María Jesús fue un bálsamo que aliviaba las penas, así fuera por un rato. Jamás pensó en retribución alguna diferente a la satisfacción del deber cumplido, deber voluntario que se impuso a sí misma, como persona poseedora de los más nobles sentimientos de solidaridad.

No hubo jornada cívica después de su llegada a Armenia, en la cual María Jesús, no hubiera participado.

Reciba, pues, queridísima María Jesús, La “Medalla al Mérito Cívico” como sincero homenaje de reconocimiento y gratitud por todo lo que usted ha realizado en pro de los más necesitados, por su alma noble y generosa. Por ser como es: respetuosa y amable; apacible y sencilla, como las flores del campo, como las aves del cielo…

El Mérito a una institución cultural

La Medalla al Mérito Cultura” de este año le corresponde al Museo de Arte de Armenia y del Quindío, Maqui.

“Después de que se fuera el tren, quedaron las estaciones del ferrocarril vacías. Quedaron sin vida, sin movimiento, sin alma. Ya no se oía el sonido rítmico de las vías, ni se veía el humo de la locomotora anunciando su llegada. Dejaron de ser punto de encuentro de muchos de nosotros o de muchos de nuestros antepasados, dejaron de ser destino de negocios de café o de almacenamiento de productos agropecuarios. Pero cuando los trenes se fueron, porque cambiaron de ruta, como en el cuento de Luis Sepúlveda, nos dejaron la Estación…”

Sí, querida María Cristina Mejía, eficiente directora del Maqui: Se fueron los trenes, pero nos quedó la Estación y, en esas bellas bodegas que nos recuerdan nuestra infancia, frente a esa portentosa joya de la arquitectura republicana como es el edificio principal, funciona nuestro admirado Maqui, que tú diriges con extraordinario desempeño.

En junio de 2010, la Alcaldía de Armenia, por intermedio de la Corporación de Cultura y Turismo, encargó a un grupo de artistas e intelectuales liderados por el Maestro Duván López, del manejo de lo que fuera parte de la bodega principal de la antigua estación del ferrocarril, declarada Patrimonio Cultural de la Nación el 26 de abril de 1996.

Ese grupo, denominado Asociación Amigos del Museo de Arte- AMUSA-, recuperó el espacio y creó el Museo de Arte de Armenia y del Quindío – Maqui.

Fue un verdadero acierto la decisión de convertir esa icónica bodega en un museo. Expertos del Ministerio de Cultura constataron, incluso, que las condiciones de humedad y ventilación de la antigua bodega, inicialmente destinada para almacenamiento de café, son las mismas que se requieren para almacenar y exhibir obras de arte.

Actualmente, el Maqui se integra al programa de intervención que la alcaldía municipal ha denominado “Centro Cultural y Turístico de la Estación”, cuyas obras están próximas a reanudarse.

Empieza, entonces, el Maqui, a gestionar la donación de obras de artistas plásticos reconocidos nacional e internacionalmente, con el fin de ser reconocido oficialmente como Museo.

El Maqui vincula a la periodista y crítica de arte Ana María Escallón, exdirectora del Museo de las Américas de la OEA en Washington, como curadora principal; al ciudadano español Alberto Canales como asesor para el desarrollo de trabajos de documentación y conservación; a la fotógrafa Olga Lucía Jordán y al maestro Henry Villada como asesores en museografía. Y buscó también la asesoría museística de expertos del Banco de la República, del Museo de Antioquia, del Museo de Pereira, del Museo Rayo y del propio Ministerio de Cultura.

Es así, como en septiembre de 2013, el Ministerio de Cultura reconoció oficialmente al Maqui como Museo de Categoría Nacional. ¡Qué orgullo para nuestra región!

La Misión del Maqui se enmarca dentro de los principios del Consejo Internacional de Museos, ICOM, organismo adscrito a la Unesco, como un museo de carácter permanente, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierto al público, que exhibe, conserva, investiga, comunica, y adquiere con fines de estudio, educación y disfrute o deleite, la evidencia material de la gente y su medio ambiente.

Siguiendo esa Misión, el Maqui es un laboratorio que hace parte del tejido social y desempeña una importante labor en el desarrollo de la sociedad quindiana y su entorno, incluyendo sus sectores más vulnerables.

El Maqui es, además, el medio de acercamiento a las nuevas corrientes del arte contemporáneo y a las diferentes expresiones de creación que constituyen la cultura de los pueblos, que se deben conservar y difundir, ya que son, hoy por hoy, patrimonio de la humanidad.

Desde 2011 a la fecha se han realizado en el Maqui 39 exposiciones, ocho conciertos y 15 tertulias y conversatorios; se han firmado convenios con la subgerencia Cultural del Banco de la República, con el Museo Nacional, con la Universidad del Quindío y con la EAM

Por ese extraordinario récord y por todo lo que representa para la región el Museo de Arte de Armenia y del Quindío Maqui, es para la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia motivo de especial complacencia hacerle entrega de la “Medalla al Mérito Cultural 2017”.

Amar la ciudad por sobre todo

Finalmente, la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia, fiel a sus postulados, nos invita, una vez más, tanto a los que tuvimos la fortuna de haber nacido en esta tierra bendecida por el Todopoderoso, como a los que vinieron a ella y se involucraron en su devenir histórico, para que la sigamos amando, pero de verdad, de manera desinteresada, con sentido de pertenencia, anteponiendo los intereses colectivos a los particulares, recordando que para desarrollar nuestros negocios, no es necesario destruir los de los otros; que se debe practicar la amistad como un fin y no como un medio, sosteniendo que la verdadera amistad existe no por razón del servicio prestado sino que se acepta con el mismo espíritu con que se realiza, sin pedir nada por ello; que debemos tener siempre presentes nuestras obligaciones como ciudadanos para con nuestra Nación, nuestro departamento y nuestra ciudad, profesándoles lealtad constante de pensamiento, palabra y obra y dedicándoles generosamente todo lo que esté a nuestro alcance de nuestro tiempo, trabajo y recursos; que debemos ayudar al prójimo consolando al atribulado, fortaleciendo al débil y socorriendo al menesteroso; que debemos ser mesurados en la crítica y amplios en el elogio; como lo dijo el papa Francisco: no sembrar la cizaña; amar y no odiar; construir y no destruir. Así es como se hace el verdadero Civismo…

 

 

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