Con algo de prevención, el día de ayer 18 de octubre del 2018, me dispuse a realizar mis prácticas profesionales en el Instituto técnico industrial (ITI) del cuál soy egresado. Me enfrenté con una cantidad de sentimientos encontrados, pues el olor particular de los talleres y el mismo uniforme verde con dos pequeñas franjas blancas a la altura de la rodilla, me remitieron a las tardes en que Felipa, la bella portera que aguardaba para nuestro ingreso, nos recibía con esa gran sonrisa que la caracterizaba.

Por suerte, el colegio cuenta con una planta física aceptable para la ejecución de la labor educativa, sin embargo, es angustiante el panorama desde el ámbito económico de los estudiantes. Teniendo en cuenta el sector donde viven, solo nos basta con observar por unos segundos la entrada del mismo y ver los pequeños camibusos y sudaderas con los que pretende ingresar un joven; tal vez, tienen ya varios años con estos uniformes que los obliga a coser sobre las costuras. Por otro lado, es inimaginable la reacción que tuvieron tras terminar la presentación con un obsequio “galletas rondalla” ese brillo es sus ojos me llevó a pensar que quizá, pocas veces, pueden ver un gesto de amabilidad para con ellos, dado el ambiente tan hostil en el que confluyen.

Ahora bien, como egresados de esta bella institución, debemos generar un cambio significativo en pro de la comunidad educativa que nos vio crecer desde el barrio el Recreo, hoy, desde el barrio Génesis, pero con el mismo compromiso: educar personas de bien que tienen sueños y quieren ser parte activa de la sociedad en la que esperan no ser estigmatizados por la situación económica tan precaria con la que conviven.

Por tanto, el compromiso es llevar a la comunidad estudiantil uniformes, zapatos, medias, libros. Para ello, se hace necesario un aporte desde usted como egresado o simplemente como habitante de este país, interesado en el cambio social de una comunidad vulnerable. Dicho aporte, bien sea económico, físico o intelectual, será muy bien recibido para éste proyecto que nace con el fin de que en el futuro los estudiantes beneficiados con el mismo, tomen la decisión de ayudar como una vez lo hicieron con ellos.

El querer participar activamente en el proyecto, también es un aporte, no quedaría mal llevar teatro, música y otras demostraciones artísticas que logren distraerlos un poco de la realidad social en la que viven. También, sería interesante que los estudiantes conozcan casos de egresados que han salido adelante, dado que puede ser motivo de inspiración para ser mejor persona y que entiendan que todo es posible.

Dicho lo anterior, quedo atento a cualquier manifestación y agradezco la atención prestada, un fraterno abrazo.

A continuación dejo mis datos para que se puedan comunicar conmigo.

Jason David Grajales Suárez

Cel 3015834778

[email protected]