Es evidente el sinnúmero de beneficios fisiológicos que deja el ejercicio físico en nuestro cuerpo y como se involucran todos esos factores en las dimensiones del ser humano. Países desarrollados están apuntando a proyectos de prevención por medio del ejercicio físico. Algo tan fácil como poder trabajar y educar a las personas en procesos de hábitos saludables, estilos de crianza y pautas de crecimiento con el fin de disminuir el presupuesto que se lleva a la salud en enfermedades crónicas no transmisibles obtenidas por nuestros malos hábitos.

Dentro de los informes de la Organización Mundial de la Salud y Naciones Unidas se ha creado la estrategia internacional sobre régimen alimentario, actividad física y salud. En ella se abordan temas difíciles de comprender para países tan extensos como Estados Unidos pero también para países tercermundistas que pagan los platos rotos del desarrollo. Con ello se exponen enfermedades que comprometen la salud pública, por ejemplo la hipertensión arterial, hipercolesterolemia, escasa ingesta de frutas y hortalizas, exceso de peso u obesidad, falta de actividad física y consumo de tabaco.

Cinco de estos factores de riesgo están estrechamente asociados a la mala alimentación y la falta de ejercicio. También las afectaciones cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, que contribuyen sustancialmente a la carga mundial de morbilidad, mortalidad y discapacidad.

Otras enfermedades relacionadas con la mala alimentación y la falta de actividad física, son la caries dental y la osteoporosis que con causadas. En pocas palabras nos estamos suicidando, ¿y por qué? Es muy simple explicarlo. Si yo soy una persona sedentaria y tengo una mala alimentación, además de los escasos hábitos saludables, pues aumento la probabilidad de padecer enfermedades que me conducen a la muerte, permanecer débil y enfermo o peor, estar en condición de discapacidad.

Si usted se pregunta por el aumento en el número de enfermedades y las condiciones deplorables de salud, cabe decir que no solo es culpa de los gobiernos o la tecnología. También es falta de compromiso con su cuerpo y la autoestima.

Cada uno sacará sus propias conclusiones. El objetivo de este escrito radica en lo siguiente. Sacar tiempo en ser una persona activa físicamente y poder ir cambiando los hábitos a unos más saludables y si ya existen entonces consérvalos.

De esa forma notará como con ejercicio y buena alimentación no tendrá que visitar al profesional de la salud ni recibir tratamientos, haciendo crecer a la industria farmacéutica lo acabe con sus efectos secundarios de cada medicamento. Recuerde que la salud pública está en cuidados intensivos.

El deporte y la alimentación es una inversión altamente productiva, pues los pesos que se gasta en ejercicio físico, los ahorra en calidad de vida en cuanto a la salud. Si logramos comprender esto como sociedad, la lógica mundial apuntaría a otras esferas humanas logrando que nuestro paso por la vida sea el más productivo, eficiente e impactante con los seres que queremos y los razonamientos en sabiduría que hemos alcanzado, pues no podrá ser que terminemos sujetos del sedentarismo en cuanto nosotros somos los creadores de ello.