Hoy es el día de la Epifanía en el mundo cristiano. Los Reyes Magos comunican al mundo la buena nueva: ha nacido el Mesías. Y hay que adorarlo, postrarse ante él porque es el Hijo de Dios. El mundo judío, donde nace Jesús, rechaza la idea de que este niño sea el Mesías. El mundo cristiano de hoy, por el contrario, cada vez más ratifica la tesis del Mesías, el creador de esta religión.

Hoy ya no llegan reyes, como ayer, a adorar a nadie, a no ser que se trate del oro. Esos reyes, en la modernidad de la globalización y el neoliberalismo son las grandes multinacionales que llega de Oriente, de Occidente y del Norte, a adorar los tesoros del mundo: los recursos naturales, y a quedarse con ellos.

En el Quindío tenemos que aprender a rechazar ese tipo de reyezuelos. Hace cerca de tres años dos compañías multinacionales se apoderaron del comercio al menudeo de víveres a través de mercados medianos en casi toda la ciudad, provocando una severa disminución en las ventas de las pequeñas tiendas de barrio.  Y, de paso, quebrando a decenas de estos pequeños comerciantes.

Frustraron la idea de tener 10 o 12 pequeñas plazas de mercado satélites en la ciudad, propuesta que se hizo antes de levantar el elefante blanco que hoy se llama Plaza Minorista Cisneros. Las multinacionales coparon esos espacios y comprobaron que teníamos razón cuando planteamos que en vez de un edificio monumental para una única plaza, lo ideal serían 10 o 12 o más pequeñas plazas en los barrios.

Nada ha sido posible porque ha podido más la politiquería, que la sensatez de las políticas públicas sociales y económicas. Muy a pesar de tener tres Reyes del Quindío en el poder legislativo colombiano, en la Cámara de Representantes.

En la última legislatura se salva la gestión de Luciano Grisales, que ha logrado interesar al gobierno en una ley que defienda los páramos del país, frente a la megaminería y otras amenazas; como también la ley de seguridad social para los trabajadores del campo. Uno de ellos, el doctor Antonio Restrepo, ha sido un convidado de piedra en esa Corporación. El tercero, Atilano Giraldo, ha gestionado algunos recursos, pero no se le conocen grandes debates ni proyectos de ley en los grandes temas nacionales y de la región.

Ahora llegarán los nuevos tres reyes quindianos al Congreso. Algunos serán los mismos de antes. Lo cierto es que, para ser elegidos, ya están quemándole incienso a muchos líderes y personas con cierto poder; aplicando mirra para anestesiar a los incrédulos e indecisos y ofreciendo oro para comprar concienzas.

Un día como hoy merece que reflexionemos sobre los tres que vamos a elegir a la Cámara. Los que lo han hecho bien, merecen el apoyo del pueblo. Los que no, el rechazo. Y mirar todas las listas, pues gente buena, honrada y con idoneidad, sí hay. Ojalá que el Quindío tenga tres buenos 'Reyes' en la Cámara de Representantes.