FUENTE: DNP

EDDIE POLANÍA R

La estructura del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, en su parte general, está conformada por tres Pactos Estructurales (legalidad, emprendimiento y equidad); catorce Pactos Transversales, y nueve Pactos por la productividad y la equidad de la regiones. Y además conforme al mandato de la ley 152, por la visión, el diagnóstico y las metas. Según el documento las Bases del PND (pág. 35), los pactos son producto de acuerdos entre el Estado y los ciudadanos.

El artículo 250 de la ley 1955 (PND – 2018-2020) establece que entre la nación y las entidades territoriales se pueden suscribir pactos regionales, departamentales y funcionales. Con algunas diferencias programáticas todos los pactos son acuerdos marco cuyo propósito es el de articular políticas, planes y programas orientados a la gestión técnica y financiera de proyectos estratégicos conforme a las necesidades de los territorios, a fin de promover su desarrollo. Conforme lo explica el DNP, el origen de los Pactos Territoriales del actual Plan Nacional de Desarrollo, se remonta al Contrato Plan cuya idea ―en el PND 2010― era la de articular los recursos (fuentes de financiación) y las acciones entre las diferentes instancias territoriales del Estado, para propiciar proyectos estratégicos de largo plazo.

Los Pactos territoriales constituyen un nuevo modelo de integración y asociación entre la nación, las entidades territoriales y otros actores del desarrollo, entre los cuales se cuentan los privados y los Esquemas Asociativos Territoriales (EAT). Lo que vendrá a continuación una vez aprobado el PND 2018-2022, es la negociación de los Pactos mediante los cuales a nivel regional se implementarán los tres pilares del PND, una vez se identifiquen las necesidades, recursos, fortalezas y potencialidades de los territorios. Bajo la metodología de los Pactos, los Esquemas Asociativos Territoriales, esto es las RAP, las RPG, las Asociaciones de Municipios, y los demás esquemas, resultarán fundamentales por cuanto a través de ellos se negociarán tanto sus proyectos como su financiación con la Nación.

Ahora, desde hace varios años Antioquia y el Eje Cafetero conforman una de las nueve regiones establecidas en el PND 2018-2022. La visión regional establece que “El potencial de desarrollo de la región se basa en conectar al Eje cafetero y Antioquia con los mercados domésticos e internacionales, para promover la internacionalización de sus productos, y así generar plataformas que promuevan su competitividad”. En esta línea los objetivos del Pacto Eje Cafetero y Antioquia esencialmente se orientan a: 1)-. Conectar la región con el resto del país y el exterior a través de sistemas intermodales, mejorando la infraestructura y aprovechando su ubicación estratégica; 2)-. Impulsar las actividades económicas sostenibles y promover la recuperación ambiental de las áreas degradadas por la extracción ilícita; 3)-. Fortalecer y consolidar la internacionalización de la región, a través de sistemas que promuevan la competitividad comercial y empresarial; 4)-. Fortalecer las capacidades productivas para el aprovechamiento del paisaje, la cultura y las potencialidades territoriales.

Algunos de los temas relativos a la asociatividad serán explicados por el DNP y la Secretaría de Planeación en el Seminario sobre el Plan Nacional de Desarrollo y los Esquemas Asociativos, que se realizará el próximo 16 de julio, en el Centro Cultural Metropolitano de Convenciones, de Armenia, entre las 8 y 12 M.

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