Igual que cuando atienden un paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Central del Quindío, la Auxiliar de Enfermería Luisa Rodríguez y sus compañeros de labores, despliegan todos sus conocimientos y habilidades para darle vida a muchas ovejitas de algodón, reciclar las tapas de los medicamentos y ponerle corazón a la pesebrera donde nacerá el niño Dios, mientras que con las radiografías inservibles reflejarán exactamente las estrellas que anuncian la llegada del niño Jesús y con ampollas usadas inyectarle luz y mucha fe, a quienes desde este 16 de diciembre entonarán las oraciones correspondientes a esta bella Navidad, de tal manera que con este pesebre y con todos los de la Clínica se quiere alegrar la vida de personas que en este momento padecen quebrantos de salud y de todo el personal que les atiende.

Para ponerse a tono con la temporada, el equipo de la Uci y algunos funcionarios de radiología sacaron su tiempo para inyectarle una dosis de amor al pesebre en el primer piso de la clínica, al lado del ascensor, por donde todos los días pasan centenares de personas a visitar sus enfermos.

La Auxiliar de Enfermería Luisa Rodríguez dice que a pesar de las dificultades de salud de los pacientes y de la angustia de sus familiares, el personal de asistencia trata de hacer un poco ameno el ambiente y conservar el espíritu Navideño en la unidad y en la clínica como tal.

Agrega Luisa, que dentro de la Clínica se está haciendo un concurso de pesebres por servicios, cuya norma general es que se debe hacer uso de materiales de reciclaje intrahospitalario y así, se ha movilizado a todo el personal en torno a una bella tradición de fin de año, el rezo de la novena para todos en el área de la UCI será el 19 de diciembre, concluyó.