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Salud  |  25 febrero de 2024  |  12:00 AM |  Escrito por: Germán Estrada Mariño

El impacto nocivo de las redes sociales en el pensamiento crítico

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Todo dispositivo “Smart” hace más perezoso al individuo moderno (moderno, pero paradojamente involucionado intelectualmente), más estúpido, ya que lo único Smart o inteligente en él, en muchos casos, parece ser la pantalla que agarra en sus manos y que él cree controlar en su falsa ilusión de poder, cuando la ecuación es opuesta, en realidad: ¡La pantalla lo controla a él!

Estados Unidos y China compiten hoy por ser los mayores productores de contenidos digitales y por el dominio del marketing digital. Instagram, TikTok y YouTube son las redes más usadas de acuerdo a cifras actualmente.

Este auge impacta en todo el globo terráqueo, ya que el país del tío Sam ha resultado un modelo a imitar por naciones de todo el mundo, ya que fue por años la superpotencia mundial.

Casi un 80% de los jóvenes americanos ya posee al menos dos cuentas activas de redes sociales, de acuerdo a cifras del departamento de educación norteamericano y hasta un 70% de los adultos entre 35 y 65 años.

Vale la pena reflexionar sobre si los líderes ejecutivos creadores de las redes sociales, quienes son genios del marketing, usan la estupidez para monetizar contenidos banales con el único fin de enriquecerse, o si es que la sociedad poco pensante está tan sedienta masivamente de estupidez que no le queda más remedio a Mark Zuckerberg- C:E:O de Instagram y Facebook o al señor Shou Zi Chew C.E.O. de tiktok, que permitir que cualquier cosa sea publicada so pena se corre el riesgo de tener muy poco “rating” .

Sin esa banalización y trivialización de contenidos, las redes sucumbirían, lo cual nos llevaría a la conclusión, de que la banalización de contenidos es solo un reflejo de la pobreza mental de una gran proporción de la sociedad, que demanda más estupidez, a la que también se debe la ausencia de educación de calidad , que en muchos estados se debe a la corrupción como en Colombia, pero que en otros como en los Estados Unidos, se debe a la física pereza de pensar como no lo hace el Homero Simpson promedio del siglo XXI que ha cambiado la televisión por el smartphone, el Smart TV o la tablet.

Para quienes son escépticos los Simpson son una excelente parodia critica  de los mejores pecados falencias e hipocresía de la sociedad americana promedio.

Todo lo que es Smart hace  más perezoso al individuo moderno (moderno, pero paradojamente involucionado intelectualmente) , estúpido, ya que lo único Smart o inteligente en él, parece ser la pantalla que agarra en sus manos y que él cree  controlar en su falsa ilusión de poder, cuando la ecuación es opuesta, en realidad: ¡ La pantalla lo controla a él!

Las redes sociales llegaron para quedarse y cada vez son más y adquieren más auge, en las vidas del ciudadano occidental moderno.

Me refiero al concepto clásico de ciudadano occidental moderno, ya que su poder colonizador es tan elevado que han logrado expandirse por los cinco continentes, permeando incluso culturas originarias que antes tenían poca corrupción de tecnología y prácticas occidentales modernas. 

Sin embargo, su influencia no es siempre la más beneficiosa para educar niños, niñas o formar el criterio de los adolescentes.

Las redes sociales actuales, aumentan su expansionismo y el internet se empieza a convertir en un servicio de segunda necesidad, que como la radio o la televisión entre los años 30 y los 80, invadió una gran proporción de los hogares en los 5 continentes.

El internet llega más rápido y se expande con más facilidad que la televisión y la radio y esto esconde unos riesgos terriblemente nocivos para la sociedad:

1.      El internet, a diferencia de la televisión y la radio, no llega con regulación de contenidos, ya que los usuarios poseen libertad de consumo del mismo, salvo en estados comunistas o en estados represores y totalitarios como cuba o Corea del Norte en donde no hay libertad para casi nada en absoluto.

2.      La ampliación de su cobertura y uso masivo hace que el ciudadano promedio no sea un mero consumidor de internet, sino que cualquiera, sin filtro alguno, puede convertirse en creador de contenido o en ostentar el tan anhelado por los adolescentes y algunos adultos, estatus de “influencer”.

3.      Esta posibilidad que sin bien tiene la ventaja de no discriminar a nadie como posible creativo, y le da la oportunidad a artistas olvidados rezagados, a locutores sin oportunidades a diseñadores y a humoristas entre otros de ser visibles , también representa el riesgo de que sin filtro cualquier contenido por superficial o nocivo que sea es susceptible de convertirse en viral sin necesidad de que como lo hacen los editores en los medios tradicionales filtren lo que se publica con el fin de que tenga unos estándares éticos, informativos, educativos o incluso de entretenimiento que sean adecuados para ciertas audiencias, edades como lo son los contenidos de  sexo, violencia entre otros fenómenos peligrosos de ser expandidos, incluido el suicidio.

Finalmente, esta producción masiva y sin límites ha desbordado toda filtración y nos debemos preguntar: ¿son entonces cada vez los creadores de contenido más vistos más estúpidos o es más bien que ser los más vistos nos lleva a la conclusión de que hay demasiada estupidez en la sociedad que no quiere pensar y por ello la popularización de contenidos banales es la reina hoy de los nuevos medios digitales?

Queda la reflexión con enormes retos para una sociedad que debe, antes que pegarse de una pantalla, buscar, educar a sus hijos, volver a la lectura y a promover el  pensamiento crítico y reflexivo sin tragar entero como idiotas poco pensantes. Los legisladores, como lo hace hoy el congreso americano, poner restricciones y límites éticos a las plataformas y a los C.E.O de redes sociales que regulen y no invadan indiscriminadamente las mentes de los más chicos, haciéndolos cada vez menos pensantes promoviendo más estupidez.

¡Los creadores de contenido, deben, como si lo tienen claro los periodistas profesionales, al menos, recapacitar sobre que aportan a la sociedad con cada uno de sus contenidos o si impera la necesidad de fama y reconocimiento sobre el bien común lo que los deja aún más en el terreno, de la completa estupidez!

El próximo domingo prometo escribir sobre un tema que amerita uno solo sino varios artículos y es la autoestima baja impactada por las redes sociales ya que el debate sobre los contenidos acaparo mi atención hoy ya que hay mucha tela aun, que cortar al respecto.

Agradezco sus opiniones y de antemano su respaldo.

 

GERMAN ESTRADA MARIÑO

PSICOLOGO CLINICO

PSICOTERAPEUTA INDIVUDUAL DE PAREJA Y FAMILIAR BILINGÜE ONLINE

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

PERITO FORENSE

LIDER CAMPAÑA PREVENCION DE SUICIDIIO JUVENIL

Wp citas: +57 316 4502080

[email protected]

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