Hay una amplia diversidad de instrumentos financieros diseñados para atender distintas necesidades, dos de ellos son los certificados de depósito a término (CDT) y los créditos hipotecarios, con los que se pueden solucionar eficientemente algunas situaciones que se tengan que afrontar.

En el mundo de las finanzas, existe una alta gama de herramientas que permiten gestionar el dinero de manera inteligente. Sirven para atender apuros económicos, para pagar deudas y hasta para adquirir viviendas, todo depende del uso que se le vaya a dar.

Dos de estos instrumentos financieros más populares son los certificados de depósito a término (CDT) y los créditos hipotecarios, que desempeñan un papel esencial para desarrollar una eficiente planificación financiera y para comprar una casa, respectivamente.

También se puede hablar de los subsidios para vivienda, que aunque son otorgados por el Estado se deben gestionar con el apoyo de entidades financieras especializadas en esa área.

Certificados de Depósito a Término (CDT)

Un CDT es un producto financiero que permite invertir una cantidad de dinero en una entidad bancaria o financiera por un plazo determinado. A cambio, recibirás una tasa de interés fija durante la duración del certificado. 

Son instrumentos considerados como inversiones de bajo riesgo, por cuanto el capital depositado en ellos queda protegido y garantizado por la correspondiente entidad emisora. Las tasas de los CDT pueden alcanzar el 12.10 % E.A. con plazos que van desde los 6 a los 24 meses y no varía durante su vigencia.

Se solicitan de forma muy fácil, cómoda y segura a través de internet, gracias a entidades financieras que ofrecen una ventajosa gestión online. Para pedir un CDT solo hay que llenar un sencillo formulario digital en la plataforma web de la agencia financiera seleccionada, enviar algunos sencillos recaudos, hacer la correspondiente transferencia y, listo, tienes tu certificado de inversión.

Al invertir en un CDT, te comprometes a mantener tu dinero durante el plazo establecido, lo cual fomenta el ahorro disciplinado, y si lo combinas con otros instrumentos financieros resguardarás aún más tu inversión.

Además, esos intereses generados pueden ser una fuente adicional de ingresos que puedes reinvertir en lo que necesites.

Créditos hipotecarios

Un crédito hipotecario es un préstamo otorgado por una entidad financiera para la compra, construcción o remodelación de una vivienda, que se respalda con el aval de un inmueble que queda como garantía de pago. A lo largo del plazo del crédito, se deben pagar cuotas que incluyen capital e intereses.

Hay instituciones financieras que los ofrecen de manera muy fácil con solo cumplir algunos requisitos básicos y con la posibilidad de hacer las correspondientes gestiones de forma online.

En estas entidades crediticias, lo único que el solicitante tiene que hacer para solicitar su préstamo hipotecario es llenar un formulario con datos como nombres, email, ocupación, teléfono de contacto, dirección de habitación y cumplir con ciertos recaudos.

Entre los requisitos destacan tener una edad mínima de 20 años y máxima de 65. En el caso de los pensionados se acepta una edad de hasta 72 años. También hay que ser asalariado, trabajador independiente o contar con una pensión. Todo esto debe ser verificable para poder optar al crédito solicitado.

Los plazos de financiación van desde los 5 años hasta los 20 años, dependiendo de la cantidad solicitada y del uso que se le vaya a dar, bien sea para adquirir una casa, o para construirla o renovarla.

Simuladores de crédito

Cuando vas a solicitar un crédito para adquirir una casa, lo primero que debes hacer es apoyarte con un crédito de vivienda simulador, con el que puedas calcular aproximadamente cómo será la correspondiente financiación, las cuotas y el tiempo en el que se debe pagar. Estos simuladores son herramientas digitales bastante útiles y prácticas que permiten calcular y visualizar de manera aproximada los componentes de un crédito hipotecario. 

Solo hay que ingresar ciertos datos para que el sistema arroje una estimación de las partes clave del crédito para vivienda que piensas solicitar. Estos datos incluyen el importe máximo a obtener y la cantidad de dinero que se debe aportar como inicial, en caso de que aplique para la entidad financiera otorgante.

También se estiman el coste total del crédito, incluyendo intereses y otros gastos, las cuotas mensuales que se deberán pagar, el tiempo en el que espera devolver el préstamo y la tasa de interés aplicada.

Usarlo es muy fácil: solamente hay que llenar un formulario con información básica, como el valor de la vivienda, la cantidad que se desea solicitar y el plazo de amortización. También se puede elegir el tipo de interés (fijo, mixto o variable).

Los cálculos son automáticos y son de gran ayuda para tomar decisiones informadas y más inteligentes sobre el crédito que se vaya a pedir.

Los subsidios de vivienda

Otra manera de obtener un recurso financiero extra para adquirir una vivienda es a través de los subsidios de vivienda que entrega el Estado para quienes necesitan dinero para tener un techo propio.

Por ejemplo, en Colombia el Gobierno nacional ofrece un subsidio a la cuota inicial y una disminución a las tasas de interés, denominado Mi Casa Ya, que tiene como objetivo fundamental beneficiar a los ciudadanos que busquen comprar una primera vivienda nueva.
El apoyo de este subsidio se encuentra entre veinte (20) Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes y treinta (30) SMMLV, que son de gran ayuda para quienes necesiten adquirir su casa.

Hasta marzo de 2023, los importes del subsidio se otorgaban según nivel de ingresos, calculado en (SMMLV). No obstante, las condiciones para optar a ser beneficiario han tenido algunas ligeras modificaciones, por lo que es importante asesorarse bien con empresas crediticias que ayudan a gestionar esta subvención estatal.

Para acceder al programa de subsidios de vivienda Mi Casa Ya, se deben cumplir con algunos requisitos, como son no tener vivienda y no haber recibido anteriormente algún subsidio para adquirir una.

Por otra parte, se debe contar con la aprobación de un crédito hipotecario para vivienda o tener la aprobación de un leasing habitacional de una entidad financiera.