Nelson Guzmán Baena*

Nunca placenteras todas las movilizaciones, marchas, más en Colombia donde durante decenas de años de su vida republicana fue satanizada y por ello como nos lo decía la periodista y politóloga  Silvia Galvis Ramírez (1945 Bucaramanga 2009) terminan en el cementerio para fortuna del capital hoy y en vías democrática como existe un periodo de cuatro años en manos del progresismo no de la izquierda clasista  se permite su locomoción con tiquete anhelado y su finalidad será la casa de Nariño en búsqueda de retomar el poder o control del gobierno incluso llegándose si es necesario  a proseguir violando todos los derechos humanos hasta segar la propia existencia contradictora; operándose la insurrección no desplomada como nos lo narra nuestro premio Lenin de la paz  Luis Vidales Jaramillo (Calarcá 1904 – Bogotá 1990)  sino a base de argumentos sofisticados como la calumnia, el fomento del odio y el rencor y hasta llegar a las armas mortales como se ha vivido en ciertos países de América Latina y del mundo globalizado y con un pueblo en la inmensa mayoría hambreado, hastiado.

Convencido estamos que las calles, avenidas incluyendo la  zona rural no solo se hicieron para vehículos y transeúntes sino que deben estar siempre abiertas a la libertad de expresión, de protesta y llegar a  cruzar parte del espacio geográfico local, territorial, como la que hicieron contra el hambre los valientes educadores en contra de las políticas gubernamentales y que partió desde Santa Marta (Magdalena) en el año 1966 hasta la capital del país  y su objetivo visibilizar y dar solución a las problemáticas sociales, económicas y políticas que los asfixiaba pasando por nuestro departamento, hospedándose en nuestros hogares. La de los empleados de la salud que partían desde Popayán a Bogotá. Las múltiples  de la Universidad del Quindío que se acompañó desde Armenia a la Atenas de Sudamérica por el derecho a la educación, incluso la marcha histórica por la defensa de Abya Yala y territorialidad de las naciones y pueblos originarios (Junio 10 de 2010) Y quienes reconocen “Somos hijos de la rebeldía, porque así nos han hecho que seamos”   integrantes del CRIC  Consejo Regional Indígena del Cauca y no extinción por las fuerzas represivas de sus propios e históricos resguardos, las agrarias por tierra y así habrán otras miles que le han dado vida y alegría a la naturaleza  aconteceres por igualdad y valorando a ciencia cierta los  paisajes culturales con orientación  a obtener igualdad de oportunidades como la de empleo digno, nacionalización de recursos, soberanía territorial, contra la represión, la opresión, el sometimiento y el alto costo de la vida entre ellos los servicios públicos por esto se ha movilizado y marchado en todos nuestros rincones de Colombia..

Por supuesto bienvenidas si son planeadas, estructuradas y de pleno conocimiento de los fenómenos o causa que las originan y por consiguiente deben ser analizadas mediante seminarios, talleres, aplicación de la pedagogía liberadora y que induzca a adquirir conciencia de clase; ahora también puede ser contraria a esta, pero ejérzanlo con altura y dignidad sin falsas informaciones que socialmente son controvertibles.

Un error común y que puede aligerar proceso adverso es cuando se participa de ellas con sofismas de distracción y por consiguiente tratando de ocultar intereses personales. Como así que salimos porque existe miseria, desolación, cierre de hospitales, quiebras de empresas nacionales y aumento del desempleo y se responde en fortalecimiento de las transnacionales.

Otros hechos Instituciones educativas sin el  correcto PAE, laboratorios exiguos, tardanza en el nombramiento de educadores y a los participantes se les niegue la realidad de su procedencia y luego de “fastuosas marchas” o movilizaciones se encuentren en las misma condiciones inhumanas y bostezando, con conducta no decorosa y expresando palabras que desdice de su misma humanidad y creer y confiar qué con esto se da un golpe seguro a las posibles condiciones críticas en que se desenvuelve la sociedad y que nadie lo negara producto de un sistema imperante que solo ha hecho es lucrar a su núcleo familiar y acrecentar sus abultadas utilidades que producen los propios trabajadores que dicen y dizque se enamoran de estas marchas. Un amor raro sin lógica de mercado como nos lo señala Virginia Vallejo García (Cartago. Agosto 26 de 1949) hasta hace unos 20 años asilada en Miami EE. UU. en su libro: “Amando a Pablo odiando a Escobar”.

Lo común y corriente es engrandecer la asistencia a estas movilizaciones que como lo expreso si no son estudiadas ni socializadas se terminan convirtiendo en una masa social amorfa sin sentidos ni criterios definidos sin conquistar y eso si todos los medios de comunicación contaminados elevan a un elevado exponente para asustar la contraparte cuando matemáticamente se puede demostrar no superar ni siquiera un 1% de la población total como lo informan diferentes medios de comunicación tanto nacionales como extranjeros; de verdad es pobre la participación y descalificada por su agotado y carente de compromiso social.

Para agudizar el quehacer se puede caer en el error del desprecio a la colectivización cualificada donde los lideres deberían aterrizar con sus discursos, explicaciones y ante todo alimentar con dinero contante y sonante para invertir y lograr avanzar en los logros y objetivos trazados, no es fácil entender que sin finanzas las acciones serán devaluadas y de poco interés en procura del desarrollo de una nación  y  este atraso económico mental  se está logrando nutrir en los que históricamente nos han gobernado. No es razonable que se vaya en contra de una reforma a la salud cundo se conoce que más de $33 billones se pierden de su presupuesto y la gente solo cree que hay necesidad cuando se encuentra sin un servicio de salud decente, o que estudiantes con su reforma a la educación logren rebajar el costo de su matrícula universitaria en un casi 800%, terminen carrera y digan que no es un aporte del accionar popular, de esas si grandes movilizaciones que lideraron los jóvenes en Colombia durante los años 2019-2021 y años anteriores; que la reforma pensional mejore condiciones a algunos que mueren sin protección alguna, que el mundo entero escuche las sanas e inteligentes propuestas del mandatario Gustavo Petro y el PACTO  HISTORICO y la ONU, OEA, y otras tantas instituciones muestren respeto por esta diferencia mientras en la geografía nacional unos pocos marchan para corear cosas innecesarias. No puede ser que el renacer del transporte férreo que le da esperanza a los mismos caficultores para el traslado de su materia prima el café se niegue a tener este derecho de ver resueltos muchos de los problemas en su transporte.

Frenemos las marchas o manifestaciones orientadas desde el WhatsApp, correo electrónico o mensajes radiales y que se vaya al barro, a la comunidad, a las organizaciones de masas para que sepan a qué atenerse  con su aporte y de seguro lo malo hay que cambiarlo, transformar su realidad maligna gústele o no a esto le apuesta la O.C.P.(Organización Colombiana de Pensionados) nuevamente este 1 de mayo del 2024 y no seguir magnificando estas marchas; como recuerdo a la filósofa y activista Rosa Luxemburgo (Polonia 5 de marzo 1871-Berlin Alemania 15 de enero de 1919) cuando afirmaba: Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” quien no se mueve no siente las cadenas.   

*Presidente Comisión de estudios e Investigación de la U.I.S. (Unión Internacional de Sindicatos) de P y J (Pensionistas y Jubilados) de la F.S.M. (Federación Sindical Mundial).  Calarcá, abril 24 de 2024